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Harry Pater
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘El fin de los días’ | Agobios veraniegos innecesarios

Sin caer en la típica moraleja de peli donde el padre es un adicto al trabajo, disfrutemos de las vacaciones, que consisten en pasar tiempo juntos

Arnold Schwarzenegger es capaz de enfrentarse al demonio pero también se agobia con los niños en verano.
Arnold Schwarzenegger es capaz de enfrentarse al demonio pero también se agobia con los niños en verano.

No nos pongamos estrictos, que la frase "a ver cuándo vuelven los críos al cole" la hemos dicho todos, incluso los padres hipercomprometidos que nunca dan azúcar a sus hijos. (Y sí, lo de conciliar está complicado cuando tienes pocas o nulas vacaciones y tus hijos están tres meses sin clase, aunque casi todos nos las arreglamos para bajar o parar el ritmo laboral y estar por nuestra familia).

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Pero me sorprende la cantidad de gente que se queja y se agobia desmesuradamente por "tener que estar demasiado tiempo" con su familia (igual que muchas parejas rompen en vacaciones al verse "demasiado"). Algunos lo dirán en broma, otros simplemente necesitarán más tiempo de adaptación al cambio de agendas familiares, y para los que tienen hijos con necesidades especiales la falta de rutinas y de la ayuda de los profesionales escolares es realmente un problema.

Y entonces… ¿qué pasa con los que lo dicen de verdad?

A mí me hace feliz estar de vacaciones con la familia. ¿Qué todo es más caro, que hace más calor, que hay más gente y más cola en todos lados, que los niños están más inquietos y que algún rato al día necesitas un tiempo para ti, aunque sea para ir al lavabo? Pues claro, que no somos tan ingenuos.

Sin caer en la típica moraleja de peli donde el padre adicto al trabajo que siempre se pierde la obra de final de curso se da cuenta de que lo importante en la vida es estar con los suyos, disfrutemos de las vacaciones, que consisten en pasar tiempo juntos.

Pensad que los niños son igual de felices con un simple helado en una terracita al lado de casa que si te gastas 4.000 euros para ir a Disneyland. No os obsesionéis en darles las vacaciones más caras ni pidáis un crédito para proporcionarles una vida de Instagram perpetúo. Estad con ellos, sin agobios, sin prisas, centrados en el presente (y os lo dice un autónomo, que nunca desconectamos).

Es normal que en algún momento te agobies pensando “la pasta que me está costando este día y al final acabaremos cansados y de mal humor”. Pero es que tener hijos es para estar con ellos.

Es muy fácil colgar en Instagram fotos de ellos y decir ante la galería “son lo mejor de mi vida”. El reto es quererlos día a día, hora a hora. Incluso cuando lo que querrías es tomarte esa Coca-Cola fresca en el chiringuito bajo el toldo en vez de estar controlando que a los niños no los devore el típico tiburón que también está de vacaciones por la zona.

Dicen (y suena ridículo y de autoayuda barata) que no hay nada mejor que la sonrisa de un niño. Pues intentad aprovechar el verano para hacer sonreír a los vuestros y seguro que acabaréis sonriendo también vosotros. (Eso sí, procurad que hagan la siesta porque si no realmente tendréis motivos para quejaros).

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