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La falsa historia de la isla noruega que eliminó los horarios: un bulo estatal para promover el turismo

La agencia de Innovación del país escandinavo pide disculpas por una campaña que presentó como información y no como publicidad

Panorámica de la isla de Sommar.Vídeo: getty / epv

La historia de Sommar, la isla noruega al norte del Círculo Polar Ártico cuyos habitantes decidieron el pasado mayo abolir los horarios, es falsa: es un truco publicitario de la agencia estatal de Turismo con el fin de atraer un mayor número de visitantes a la zona, según han reconocido públicamente las autoridades noruegas. El país escandinavo ya ha pedido disculpas por un bulo que ha tenido una repercusión mundial.

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El origen de la noticia, que apareció publicada en medios de comunicación de todo el mundo —incluido el blog Mundo Global de EL PAÍS—, procedía de una fuente muy fiable. Cabeceras como Forbes, la BBC, o The Guardian recibieron una nota de prensa de Visit Norway, la agencia oficial de Turismo de Noruega, en la que el organismo relataba que los 300 habitantes de Sommar, una isla con 69 días al año en plena luz y otros 69 en plena oscuridad, habían firmado una petición para eliminar la rigidez de los horarios. Incluso, según narra Forbes, la nota de prensa incluía fotos del momento de la entrega de las rúbricas frente al Parlamento de Oslo.

En ningún momento, la nota advertía que la información formara parte de una campaña publicitaria. La historia era presentada como si se trataran de hechos verídicos, merecedores de ser publicitados por la agencia de Turismo de Noruega por la singularidad de la decisión que habían tomado los habitantes de Sommar, que invitaban a los turistas a dejar los relojes en el puente que separa la isla del resto del municipio al que pertenece.

La noticia se expandió mundialmente el pasado 18 de junio. Tres días después, Innovación de Noruega, la agencia estatal de Innovación y Turismo el país, emitió un comunicado en el que confesaba que el organismo era el responsable de la campaña de la isla de Sommar.

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Ante las críticas que suscitó la maniobra publicitaria, condenada por la Asociación de la Prensa de Noruega y por varias empresas del país escandinavo, la institución pidió disculpas el pasado 27 de junio. “Todo nació de una propuesta nuestra de lanzar una campaña, la gente de Sommarøy se mostró entusiasmada y quiso participar. Lo problemático fue no dejar claro que estábamos detrás y que no era una iniciativa de los vecinos”, señaló a Efe Kjetil Svorkmo Bergmann, portavoz de la Agencia estatal de Innovación y Turismo.

La idea de la campaña, que costó medio millón de coronas (unos 50.000 euros) a las arcas públicas para presentar a Sommar como “la primera zona del mundo libre del tiempo”, era usar la isla como embajadora del norte del país. “Entendemos las críticas, es lamentable lo que ha ocurrido y lo sentimos. Pero nuestra intención no era engañar a nadie”, añadió Bergmann.

Más contundente fue el director de la Agencia de Innovación y Turismo, Håkon Haugli: “Me gustaría hacer una disculpa clara, y prometo que no volveremos a hacer algo así”, declaró al periódico Aftenposten, en una entrevista en la que reconocía que la campaña podría “dañar la credibilidad” de la agencia. Haugli lamentó especialmente que la estrategia publicitaria contara con la participación de niños. “Los bulos son un problema social”, sentenció.

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