Notable apuesta por las ciencias

Castilla y León cuenta en su haber con muchos deberes pendientes. Quizá el que arrastre desde hace más tiempo sea el de la despoblación, pero si tiene un distintivo que luce con orgullo es el de ser referente en la enseñanza obligatoria. Los informes PISA la sitúan al nivel de países como Finlandia, y esto es algo que no se consigue todos los días. Eso sí, la cuerda se va haciendo más fina según avanza la edad de los alumnos y, al igual que se tambalea a partir del bachillerato —de ahí la petición de prueba única de acceso a la universidad que se exige desde hace meses desde la Junta—, se vuelve incierta cuando llega la etapa universitaria.

¿Han sabido las universidades castellanoleonesas convertirse en un referente formativo? O, lo que es lo mismo, ya que el objetivo universitario no puede ser otro que encontrar un empleo, ¿están las universidades adaptadas a la realidad laboral?

Durante la Edad Media se creía que las enfermedades se debían en gran parte a los desequilibrios del humor y que restaurado éste, el paciente recobraba la salud. Está claro que esto se superó hace mucho tiempo, pero igual de claro está que la medicina actual vive su propia revolución gracias a la ciencia y la tecnología. Las universidades de Valladolid y de Burgos han sabido encontrar en la sanidad un nicho de mercado para sus alumnos y por eso pondrán en marcha para el próximo curso escolar sendos grados relacionados con la materia, en una forma de contribuir a mejorar el concepto de medicina, pero también de adaptarse a las realidades que demanda el mercado laboral.

Apuestas claras

La Universidad de Valladolid contará con el grado de Ingeniería de la Salud, en el cual los estudiantes aprenderán desde el diseño de materiales adaptados al organismo humano sin que provoquen rechazo hasta técnicas relacionadas con la robótica para operar con más precisión. En el caso de la Universidad de Burgos, el grado se denominará Ingeniería Biomédica y permitirá a sus estudiantes desarrollar sistemas inteligentes para diagnóstico médico o crear nuevo instrumental sanitario.

Pero no solo de la salud vive el hombre. Cada vez es más utilizada la figura del asesor. De ahí que la Universidad de Salamanca también vaya a estrenar el próximo curso el grado de Global Studies en la Facultad de Derecho. Tres años de duración, íntegro en inglés, con un semestre en otra universidad europea y que proporcionará una formación académica en política internacional, economía, sociedad, derecho y relaciones internacionales.

La Universidad de León también hace suyo aquello de renovarse o morir, y el año pasado adaptó, para acercarlo a las necesidades del mercado laboral, el grado de Ingeniería Aeroespacial y creó dos especialidades: aeronaves y motores. Entre el segundo y el tercer año sus estudiantes alcanzan un 100% de tasa de empleabilidad. La misma situación se da en el grado de Ingeniería de Minas, con un 100% de inserción laboral, pero con la salvedad de que esta se produce en el mismo año de finalización de la carrera. La creencia de que esta titulación está desfasada y de que solo sirve para formar en un sector herido de muerte, el del carbón, provoca que no se completen las 30 plazas que se ofertan pese a que la formación incluye conocimientos demandados como el de las prospecciones petrolíferas.

La Universidad de Burgos sabe que la industria gira alrededor de la palabra "robot" y por eso para el próximo curso escolar también estrenará un título experto en colaboración con la compañía de robótica Asti. Gracias al convenio, los profesionales de la industria podrán actualizarse y adaptarse a las nuevas necesidades del mercado laboral. La certificación Experto Universitario en Industria 4.0 y Robótica Móvil será similar al máster, pero conllevará menos horas de formación.

Además, el Grupo Siro, en colaboración con la universidad burgalesa, oferta a titulados en Químicas o en Ciencia y Tecnología de los Alimentos el máster Innovación, Gestión y Aplicación en Cereales y Derivados, que incluye prácticas desde el primer día. Y como se suele decir: no hay dos sin tres, así que también se pondrá en marcha el próximo curso un tercer máster, que contará con el respaldo del Grupo Antolín, compañía dedicada a la fabricación de componentes del automóvil.

La guinda es el EMBS, unas siglas que esconden el único máster que hay de este tipo en España, que oferta la Universidad de León en colaboración con la Universidad de Trento (Italia), la de Kassel (Alemania) y la de Savoie (Francia), y que, según la propia universidad leonesa, "garantiza que ningún alumno que pase por él esté en el paro". Se cursan seis meses en cada una de las cuatro universidades y cada una de ellas oferta solo cinco plazas, que no se suelen completar debido al exigente nivel de inglés requerido para este Máster Europeo en Dirección de Empresas.

No es más inteligente el que más sabe, sino el que mejor sabe adaptarse, y parece que las universidades de Castilla y León están por la labor.