_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Voto reptiliano

En estas elecciones, como en el mundo de los reptiles, no se trata de ganar, sino de sobrevivir

Víctor Lapuente
El líder de Ciudadanos Albert Rivera en un mitin en Sevilla.
El líder de Ciudadanos Albert Rivera en un mitin en Sevilla. PACO PUENTES

Como en una Final Four, las formaciones veteranas (PSOE y PP) afrontan esta campaña con más calma que las nuevas (Ciudadanos y Podemos). Capítulo aparte merece Vox, que no sabemos si será el Leicester o el Alcoyano. Pero el 28 de abril, las cuatro grandes marcas políticas se juegan la temporada. Y sus líderes, el puesto de entrenador en unos banquillos explosivos, llenos de rebeldes sustitutos.

Podemos y Ciudadanos ya no tienen la inocencia de los novatos. Han jugado unas temporadas en la máxima división y se espera que actúen con solvencia. Sufren mucha presión mediática, pero siguen teniendo poca experiencia. Una combinación que hace que les tiemblen las manos en momentos críticos.

Renqueantes en las encuestas, ni Podemos ni Ciudadanos aspiran a ganar sus correspondientes semifinales por la hegemonía de la izquierda y la derecha. Han renunciado a hacer el sorpasso al PSOE y PP. Descartada la victoria, su objetivo es ahora perder por la mínima. En lugar de maximizar el número de votos, tratando de pescar electores tanto en el centro como en los extremos, ahora prefieren minimizar pérdidas. Podemos y Ciudadanos no buscan convencer a los indecisos, sino retener a los convencidos, a quienes ya votaron a Iglesias y Rivera.

Es ahí donde entra la psicología. Para persuadir a alguien de hacer lo que nunca ha hecho, como tomar una carretera nueva o votarte en unas elecciones, debes activar lo que Daniel Kahneman llama el Sistema 2: la parte del cerebro que piensa despacio. Debes elaborar un discurso que dialogue con la parte lógica y consciente del elector, presentando los costes y beneficios de votarte a ti y no a tus rivales.

Pero, para recorrer un camino que hemos transitado muchas veces o votar al mismo partido, a nuestro cerebro, que es vago por naturaleza, le basta con encender el Sistema 1: el mecanismo que piensa de forma rápida y automática. Es el instinto reptiliano, que no demanda un mensaje racional y original, sino emocional y estereotipado.

Lo vemos en esta campaña, sobre todo, aunque no exclusivamente, en Podemos y Ciudadanos. Fuera las sutilezas que intenten seducir al neocórtex y adentro las ideas simples que exciten el sistema límbico: ¡levantaos, víctimas! (ya sea de los poderes fácticos o del traidor Sánchez).

En estas elecciones, como en el mundo de los reptiles, no se trata de ganar, sino de sobrevivir. @VictorLapuente

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_