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El arte del doblaje llega a las aulas

El colegio Kolbe incentiva desde su centro un taller de esta disciplina que se cierra con la participación de actores profesionales

Una de las clases del taller de doblaje.
Una de las clases del taller de doblaje.

Algo especial se está cociendo en las aulas del colegio Kolbe en Madrid. Solo hay que ver las caras de algunos pequeños como Vera Santos que confiesa entusiasmada: “¡Quiero ser actriz de doblaje!” Todo ello es fruto del trabajo de dos profesores del centro escolar: Manuel Folgado y Jesús Ángel Pindado que un día decidieron llevar el doblaje a sus alumnos de 3º de Primaria de Lengua. Para ellos: “En España, a diferencia de otros países europeos, siempre se ha dado más importancia al trabajo escrito que a la expresión oral en el área de la Lengua”. Es por eso por lo que a través de la lectura de James y el melocotón gigante de Roald Dahl y posterior doblaje de su versión cinematográfica apostaron por “herramientas audiovisuales que favorecen el desarrollo cognitivo de los alumnos”.

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Con este innovador taller de doblaje han conseguido mejorar aspectos tan fundamentales en los escolares como “la atención, la concentración, el trabajo en equipo, la expresividad, el silencio o la coordinación”. Da fe de ello uno de los pequeños participantes, Adolfo Becerril, que comenta: “En este taller he sentido que todo dependía de ti y he disfrutado mucho practicando con mi grupo”. A lo que añade Blanca Payán: “He aprendido a ser más paciente y a mejorar mi atención”. Y si algo ha acompañado a todos ellos es el nervio que se siente cuando se empieza algo nuevo: “Al principio estaba muy nerviosa, pero poco a poco fui calmándome”, comenta Kiara Titiro. Vera Santos vuelve a tomar la palabra para contarnos que ha sentido “cariño, alegría, emoción, nerviosismo...”. Y para Alonso García ha despertado en él las ganas por hacer más cosas en grupo. Por último, Sergio Gil de Arana nos comenta: “He aprendido a trabajar junto a otros niños y niñas, a respetar los turnos de palabra y a prestar mucha atención para saber cuando me tocaba hablar en la escena”. Sin duda, buenas lecciones las que han aprendido con esta iniciativa cuyo fin de fiesta contó con algunos profesionales del doblaje.

Las voces tras el atril.

Algún niño avispado seguro que se ha preguntado más de una vez ¿Quién vive realmente en una piña debajo del mar? Y es que tras el animado personaje se esconde en España la voz de Álex Saudinós, uno de los actores que ha participado en una actividad pionera en nuestro país. Junto a él Triana Zárate y Vicenç Miralles, este último protagonista de la obra Un tonto en una caja que ha triunfado en la cartelera madrileña de la mano de la productora murciana Bonjourmonamour. Este fin de fiesta al taller de doblaje ha contado con charla de estos tres profesionales, doblaje en directo e incluso con momento musical protagonizado por la famosa esponja amarilla en la forma 'humanizada' de Audinós.

El intérprete protagonista de la famosa serie animada de Fondo de Bikini ha querido insistir durante la charla en la importancia de la formación para los futuros actores de doblaje: “primero que se formen como actores y estudien interpretación (…) y luego que se especialicen en la rama del doblaje, que es otra de las disciplinas derivada de la interpretación, y que tengan mucha paciencia que esto es un oficio lento en el que hay que formarse mucho”.

Por otra parte, Triana Zárate ha querido acabar con un falso tópico asociado al doblaje: “Hoy en día existe una controversia sobre la teoría de que en España no sabemos inglés por culpa del doblaje, y yo creo que en España, cada vez sabemos menos español, y eso una cuestión educacional, al igual que aprender otros idiomas. El doblaje hace un servicio fundamental para niños y ancianos, e incluso convierte el arte audiovisual en algo accesible para discapacitados visuales. El doblaje cuida del lenguaje, del castellano en nuestro caso, e intenta que su riqueza no se pierda, además de adaptarse y aglutinar las nuevas expresiones y lenguajes propios de cada época, así como los anglicismos, y las expresiones adoptadas de otros países”. Además, apunta al doblaje como una ventana abierta al mundo. Y es que para ella: “Es cultura, porque nos permite ver proyectos de otros países del mundo, y entenderlos de forma completa sin perder información. Evoluciona con la sociedad y la idiosincrasia del país”.

Sin duda, la experiencia ha sido muy satisfactoria para los alumnos y para el centro que ya avanza que en el próximo curso escolar repetirán esta iniciativa. Eso sí, ahora será una parte de la asignatura de inglés.

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