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El desconocido bailarín español que triunfa en el Reino Unido

El bilbaíno Gorka Márquez se ha hecho famoso por su participación en el programa 'Strictly Come Dancing' y su relación con la actriz Gemma Atkinson

Gorka Márquez, en Londres.
Gorka Márquez, en Londres.GTRES
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A Gorka Márquez (Bilbao, 1990) la popularidad le ha pillado bailando. Concretamente, el tango, el vals, el pasodoble, y el resto de disciplinas que se practican en Strictly Come Dancing, el concurso de BBC One en el que varias parejas formadas por una celebrity (en muchos casos, necesitada de un empujón que reactive su carrera) y un bailarín profesional interpretan historiadas coreografías que son juzgadas por un panel de expertos y por el público (el formato, exportado a más de 40 países, en España se adaptó como ¡Mira quien baila!). “En realidad, yo no me considero famoso; por ejemplo, en España nadie me conoce" admite en conversación telefónica desde Manchester, donde vive. "Solo soy un bailarín que tiene la suerte de trabajar en televisión, y quizá por eso se me reconoce más que a alguien que trabaja en un teatro”.

Para Márquez, la edición 2019 de Strictly, que se estrenará en septiembre, será su cuarta participación en un reality que se ha hecho un hueco en la cultura popular británica, y que reúne cada sábado frente al televisor a más de diez millones de espectadores de media. “Es el programa de bailes de salón más importante en Reino Unido y en el mundo. Cuando hicimos la primera alfombra roja con todos los fotógrafos, me dije: 'No me creo estar aquí ahora mismo'”. Lo llamativo es que ni siquiera tuvo que hacer una audición; fue la cadena quien lo buscó a él. “En el 2016 trabajaba con una compañía de baile y mis productores recibieron un email de la BBC donde decían que les interesaba hablar conmigo porque me habían seguido por Internet, habían visto vídeos míos y daba el perfil de la persona que estaban buscando”, recuerda.

El concurso le ha cambiado la vida. Por un lado, en lo profesional, donde ha multiplicado sus opciones: por ejemplo, en unas horas tiene una grabación con Gloria Estefan, y en junio empezará una gira de mes y medio por Reino Unido con el espectáculo Here Come The Boys junto a dos compañeros del programa. Pero, sobre todo, en lo personal. Porque durante la edición de 2017 de Strictly el bailarín conoció a la actriz y modelo Gemma Atkinson (que ha aparecido en series como Emmerdale o Hollyoaks) y, el pasado febrero, justo un año después de confirmar su relación en Instagram (donde él tiene más de 344.000 seguidores y ella llega casi al millón), anunciaron a través del mismo medio que esperan un hijo juntos. “He encontrado a la que espero sea la pareja con la que pase el resto de mi vida. Estamos muy felices, todo va muy bien”, comenta él.

Ambos acostumbran a documentar su historia de amor en la red social favorita de los famosos, y muchos de esos posts acaban convertidos en noticia de tabloide. “Instagram lo uso para compartir cosas con la gente, no por una estrategia. Y así mi madre, que vive en España, me puede seguir"dice. "Lo que no me gusta mucho es que algunos medios publican la foto y parece que la hubieras hecho para ellos. Forma parte del mundo en el que trabajamos, pero a veces resulta un poco intrusivo”.

Márquez y Atkinson no fueron pareja de baile, pero ha habido tantos casos de rupturas sentimentales provocadas por líos entre los famosos y los bailarines del concurso que la prensa inglesa habla incluso de “la maldición de Strictly”. El bilbaíno se lo toma a broma: “No creo que haya ninguna maldición, eso te puede pasar en el programa, en una oficina o en un supermercado. Gemma y yo no éramos pareja, sucedió después, cuando nos fuimos de tour”. Él ha bailado hasta ahora con la actriz Tameka Epsom (del culebrón EastEnders); la cantante Alexandra Burke, una de las ganadoras de The X Factor (“llegamos a la final y fuimos la pareja con más dieces de esa edición”, señala), y con la presentadora y activista Katie Piper, que en 2008 fue atacada con ácido por un exnovio, y a la que describe como “luchadora, fuerte y super inspiradora”.

Aunque nunca se formó en ballet clásico, Márquez está más que acostumbrado a lidiar con la presión: empezó a bailar con 12 años y ha participado en numerosos concursos nacionales e internacionales. “Con mi última pareja, Irene, conseguí los mejores resultados. Bailamos juntos cuatro o cinco años, estuvimos en cuatro finales del Campeonato de España, representamos a España en el Campeonato del Mundo de 2010 en Nueva York, y llegamos a las semifinales de la Copa del Mundo y de Europa. En los bailes de salón hay un ranking mundial –como el de la ATP en el tenis–, y alcanzamos la posición 38 de 6.000 o 7.000 parejas”, explica. En el futuro, aspira a salir de gira con su propio show, y presentarlo también en teatros de España: “Me gustaría que en mi país también me reconocieran por mi trabajo”. 

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