Un recorrido por las calles del West Baltimore, la zona más afectada por la violencia de armas en la ciudad puertaria. La segregación, la adicción a las drogas y la deserción escolar son algunas de las lacras que arrastra la localidad número 21 más peligrosa del mundo
La Avenida W Norte, una de las arterias principales del West Baltimore.Xavier DussaqJerome Adams, 15 años, juega con una pelota de baloncestol un lunes por la tarde.Xavier DussaqLienzos morados por cada víctima de homicidio de este año, junto a los nombres, afuera de la Iglesia First and Franklin.Xavier DussaqActivistas participan de un acto para detener los tiroteos en Baltimore.Xavier DussaqUn policía y una activista se toman de la mano durante la manfiestación.Xavier DussaqKevin y su hijo Kemontae Spears posan con un balón de fútbol.Xavier DussaqRecuerdos en honor a Taylor Davis, una chica de 18 años a la que le llegó una bala perdida en marzo.Xavier DussaqLa candidata Tori Rose abraza a vecinos del Distrito 7, donde compite por un puesto en el Ayuntamiento.Xavier Dussaq"Debemos dejar de matarnos unos a otros", reza una pancarta en una protesta contra la violencia de armas.Xavier DussaqLa policía habla con unos vecinos en el West Baltimore.Xavier DussaqUn vecino del West Baltimore juega con la pelota de fútbol americano de un niño.Activistas de la ONG Baltimore Ceasefire piden abrazos en vez de disparos.Xavier DussaqErricka Bridgeford, una de las fundadoras de Baltimore Ceasefire, ONG que se dedica a realizar actividades en contra de la violencia de armas.Xavier DussaqMadres de hijos asesinados se manifiestan en contra de la violencia.Xavier DussaqUna "cadena humana" en contra de la violencia de armas en el West Baltimore.Xavier DussaqFachada de la Iglesia Fisrt and Franklin. Un letrero gigante dice "Reza por la Paz".Xavier Dussaq