¿Se nos está yendo la pinza?

Oigo que condenan a una madre a dos meses de cárcel por darle dos bofetadas a su hijo que insistía en no querer ducharse. ¿Desde cuándo esa acción es un maltrato? Hay mucha diferencia entre dar dos cachetes y pegar una paliza. El cachete es, por lo general, el recurso último. Algo está fallando cuando los padres, como antes los maestros y profesores, no pueden ejercer su autoridad como educadores. Y las palabras muchas veces no bastan. Estoy muy lejos de justificar el maltrato hacia los niños; pero cuando tenemos un problema serio con nuestros hijos, ¿qué hacemos? ¿Vamos al juez? ¿Acudimos a la policía? Este castigo a una madre por la acción que se le imputa me parece completamente fuera de lugar.

Ángeles Ezama Gil. Zaragoza