10 fotosSanidad públicaHelicópteros que salvan vidasAsí es una jornada con en la base de Las Rozas del Servicio de Urgencia Médica de MadridMiguel Ángel MedinaKike ParaLas Rozas de Madrid - 12 mar 2019 - 10:03CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl Summa 112 tiene dos helicópteros que acuden a cualquier emergencia sanitaria en 20 minutos. El año pasado lo hicieron 601 veces y trasladaron a 367 pacientes. En la imagen, de izquierda a derecha, Nicolás Riera, médico; Lorena Alonso, enfermera; José Manuel Benedicto, técnico de emergencias; Óscar Pérez, tripulante, y Antonio Padilla, piloto, en la base de Las Rozas.Kike Para“Solemos trabajar en lugares remotos donde una ambulancia tardaría demasiado en llegar, sobre todo en montañas, caminos y zonas rurales”, explica Nicolás Riera, médico del equipo. “Nos suelen llamar en casos de ictus, infartos agudos, paradas cardiorrespiratorias y enfermedades traumáticas, sobre todo accidentes de tráfico o laborales. Todas ellas son patologías tiempodependientes, es decir, es tiempo es muy importante a la hora de tratar al paciente”, continúa. En la imagen, tres sanitarios se dirigen al aparato.Kike Para"Un helicóptero me salvó la vida”, explica Joao Luis Veiga, de 55 años. “Me dio un infarto cuando vivía en Gargantilla de Lozoya (en la Sierra Norte), mi mujer llamó al 112 y me trasladaron en pocos minutos a La Paz. Si me hubieran mandado una ambulancia no habría llegado a tiempo”, rememora. En la foto, tres sanitarios en la cabina del helicóptero.Kike Para“Cuando se atiende a un paciente crítico, cuanto menos necesites hablar, mejor”, cuenta por su parte Benedicto. El trabajo de un técnico de emergencias es apoyar a los dos sanitarios, inmovilizar al paciente, hablar con el centro coordinador de emergencias y pedir apoyo de bomberos o policías. “En el aire, quien manda siempre es el piloto, pero en tierra lo hace el técnico de emergencias”, añade.Kike Para“Cuando nos activan nos vamos inmediatamente hacia el aparato y lo vamos preparando y haciendo consultas de navegación y climatología. Podemos estar preparados en cinco minutos y entonces entra el equipo médico”, explica Antonio Padilla, piloto en la base de Las Rozas. “Lo más difícil es volar en un día con mal clima y viento fuerte en un área de montaña. Eso requiere una concentración extra. Pero es un trabajo que me gusta y disfruto mucho”, añade. En la imagen, el otro tripulante, Óscar Pérez, consulta un mapa.Kike ParaPadilla y el otro tripulante, Óscar Pérez, se sitúan a los mandos del vehículo. La turbina se calienta y el ruido del motor se hace más potente. Las aspas comienzan a girar mientras la puerta de la cabina sigue abierta. Los tres sanitarios que les acompañarán se acercan con la cabeza agachada y entran acompasados. Se abrochan los cinturones y se ponen los cascos para no escuchar el ruido, que ya es atronador. “Cabina estéril”, dice Padilla a través de los auriculares. Es la señal de que todo el mundo debe estar en silencio para que nada moleste a los pilotos. En la foto, Óscar Pérez y los sanitarios preparan el despegue del aparato.Kike ParaUna vez estabilizado el enfermo, se decide si hay que llevarlo a un hospital. No todos tienen helipuerto. Los que cuentan con una de estas instalaciones son el 12 de Octubre (Madrid), el Puerta de Hierro (Majadahonda), el Rey Juan Carlos (Móstoles), el de Alcorcón, el Infanta Leonor (Madrid), el Infanta Cristina (Parla), el Infanta Elena (Valdemoro) y el Hospital del Tajo (Aranjuez). Además, en el Gregorio Marañón (Madrid) se utiliza el cercano helipuerto de Televisión Española, en La Paz (Madrid) se aterriza cerca de la facultad de Medicina, mientras que en el de Getafe se usa el del cercano parque de bomberos. En la foto, el panel de control del helicóptero.Kike Para“Pasamos muchas horas juntos y hay mucha compenetración. Por eso se intenta mantener los mismos equipos, para que haya una mayor coordinación. Muchas veces no necesitamos ni hablar, nos entendemos perfectamente, son muchas horas juntos y mucha tensión acumulada”, explica la enfermera, Lorena Alonso.Kike ParaLos helicópteros están preparados para posarse prácticamente en cualquier sitio. “Si hay un accidente de tráfico aterrizamos en la misma carretera o en algún llano cercano, bajamos con el helicóptero en marcha y vamos directamente a valorar el estado de las víctimas”, confirma el médico de emergencias Nicolás Riera.Kike ParaEl equipo de emergencias de la base de Las Rozas vive cada día situaciones en las que el tiempo es crucial. “No sé cuánto tardaron en venir a rescatarme, porque perdí el conocimiento. Me contó luego mi mujer que aterrizaron en el campo”, rememora Joao Luis Veiga. “Lo único que sé es que sin ellos no estaría vivo”.Kike Para