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Dentro del Muro de la Fama del WiZink Center: 23 estrellas que dejaron su firma, y una que no Uno de los locales imprescindibles de la música en directo en España (situado en Madrid) tiene en marcha una iniciativa por la que pasa todo el que actúa allí... salvo uno La directora del WiKinz Center destaca la profesionalidad de Malú. "Realiza unas pruebas de sonido largas y muy detalladas", señala. Malú ha actuado varias veces en este pabellón madrileño. Empezó en su formato pequeño (The Ring, para unos 5.000 espectadores), pero ya lleva varios llenos de todo el recinto: unos 15.000. "Se siente aquí súper bien, pero se pone nerviosísima", informa Aparicio. El sexteto de Tres Cantos (Madrid) despidió su 2018 triunfal llenando el WiZink Center el 30 de diciembre con un espectáculo de celebración de su veinte aniversario y los diez años de su debut con el disco 'Un día en el mundo'. Era ya su cuarta visita al palacio madrileño, en algo que de alguna manera es un logro compartido por la dirección del recinto. "Estuvimos mucho tiempo achuchándoles para que se atrevieran a tocar aquí. Recuerdo sentarme con su mánager y decirle que era el momento. Son una gente estupenda, de los grupos que sentimos que tenemos apadrinados, un poco como otros tipo IZAL, Kase.O o Leiva. Son familia y Vetusta Morla ha crecido claramente con el recinto". La banda de Robert Smith pasó por el WiZink Center en noviembre de 2016, cuando esta colección de firmas estaba apenas comenzando. El inglés firmó, pero hubo que esperar un rato porque tiene una costumbre de lo más peculiar, tal y como nos confiesan desde la dirección del recinto madrileño: "Habla siempre treinta minutos con su mujer tanto antes como después de los conciertos. Lleva casado toda la vida. Cuando tocó aquí tuvimos que esperar a que colgara para que nos firmara en el Muro de la Fama. Es de las personas más elegantes y educadas que hay en el mundo de la música". La longeva banda germana de rock duro tuvo el honor de iniciar este Muro de la Fama el 3 de julio de 2016, cuando el pabellón aún respondía al nombre de BarclayCard Center. Todas las firmas están enmarcadas con su correspondiente entrada y expuestas en un amplio pasillo que hay antes de la entrada a los camerinos. Los músicos que actúan pasan por allí varias veces y ven todas las firmas expuestas. "Scorpions son unos tipos muy simpáticos y se tomaron lo de las firmas con mucha profesionalidad", apunta Aparicio, quien remarca que "entendieron perfectamente y apoyaron" la iniciativa. Teniendo en cuenta que, aunque hicieron una interminable gira de despedida en realidad parece que no se van a retirar jamás, van a alucinar con la dimensión que ha tomado este proyecto si regresan alguna vez al coso madrileño. La firma de Joaquín Sabina es del 21 de junio de 2017, un año en el que llegó a pisar hasta en cuatro ocasiones el escenario del pabellón de deportes madrileño. "Se sentó a firmarlo en el sofá del camerino. Cuando vi que estaba como concentrado me salí de allí", recuerda Paz, quien explica que, tras tratar con tantos artistas, se ha dado cuenta de que "hay algunos que te piden cinco minutos de soledad para pensar qué van a poner". El músico aprovecha su firma para pintar un rostro de mujer. El rockero de Carabanchel estampó su firma el pasado 20 de diciembre, minutos antes de despedirse de 15.000 fans en el (que se supone) fue su último concierto en su ciudad. "Es muy tímido y se puso un poco nervioso", rememora Paz. Y añade: "A Rosendo le pasa una cosa curiosa. Cuando entra, que además lo hace andando por control de acceso con su mánager, llega con su coletilla, muy tímido y cariñoso. Tan normal... Pero cuando entra al camerino pasa algo: se suelta el pelo, coge la guitarra y ya es Rosendo. El día 20 le pillé en ese momento de transformación. Me preguntó si quería hacerle una foto mientras firmaba y le dije que por mí no, que no era necesario porque eso no lo hacemos nunca. Y me respondió: 'Pues por mi tampoco'. Yo creo que Rosendo sí que no volverá: es muy feliz con sus cosas en su pueblo, tan tranquilo". La firma acaba con un "Agradecido", el mismo título de uno de los temas más populares del músico. El que fuera líder de Pink Floyd pasó dos noches por el recinto madrileño en mayo de 2018 y estampó su firma "sin problemas" en su cuadro para el Muro de la Fama del WiZink. "Lo único que nos pidió a través del promotor fue que le consiguiéramos una reserva en el mejor restaurante japonés de Madrid. Llamamos desde por la mañana y conseguimos finalmente la mesa", rememora Aparicio, quien asegura que "eso de que te pidan cosas extrañas se ha acabado salvo los que son muy divos". Waters firmó con un "love". Nada menos que un miembro de los Beatles estuvo en el WiZink Center. Fue en junio de 2018. Había dudas sobre si alguien tan importante iba a dejar su firma para el Muro de la Fama. Y lo hizo sin problemas, con un mensaje: Paz y Amor. "Un tipo muy normal, sin ninguna rareza", apunta la directora del recinto. Diez años después de aquella primera actuación en el palacio en la que instalaron su propia mesa de ping pong, la banda californiana regresó en septiembre de 2016 para un doblete de conciertos. Tan risueños y afables como se muestran sobre las tablas, los cuatro estamparon su autógrafo en su lámina, dejando de paso una cara desdentada (debajo de la firma de Flea, el bajista) como propina. "Son los únicos artistas internacionales, junto a The Cat Empire, que, además de la firma, nos han dejado un pequeño dibujo entre sus aportaciones", señalan desde el WiZink Center. Los Queen del siglo XXI con Brian May y Roger Taylor en unión con el vocalista Adam Lambert pasaron por el WiZink Center el 9 de junio de 2018. "Nos hubiera gustado tener a Freddie, obviamente", plantea Paz Aparicio dejando volar la imaginación ante un imposible de semejante calibre, para luego añadir: "Fue una noche muy bonita. Eso sí, eché de menos algún recuerdo a David Bowie cuando tocaron 'Under pressure'. Hubiera estado bien". También se animó a hacer una firma con dibujo Miguel Bosé, como relata Aparicio: "Me pidió un rotulador, pero no teníamos ninguno a mano. Al final, apareció alguien del equipo y Miguel nos dibujó este gatito como recuerdo de su gira 'Estaré'". "No pudimos entrar a verlos, pero firmaron y me hizo mucha ilusión porque con este tipo de grupos tan grandes siempre tienes dudas. Estábamos preocupados porque obviamente queríamos tener su firma", cuenta Paz Aparicio, quien sí coincidió con el grupo al término de uno de sus conciertos del pasado febrero en Madrid "porque tenían un tema solidario para donar dinero de las entradas". "Son absolutamente encantadores y cercanos, nada divos. Muy profesionales", apunta. El apocalipsis navideño de Mariah Carey, espectáculo ideado a mayor gloria de su gran éxito 'All I want for Christmas is you', impregnó de Navidad el recinto el pasado 17 de diciembre. Y con ese espíritu, lejos de la imagen de diva caprichosa que tiene, firmó sin problema en su cuadro dejando, eso sí, una divertida anécdota relacionada con la altura de los tacones. Así lo rememora la directora del recinto: "Lo único que nos dijo Mariah Carey fue que no podía bajar escaleras, así que el tramito de peldaños que hay de camino desde la zona de camerinos hasta la de la pista y el escenario hubo que hacerlo en ascensor. Pero nada más raro que eso, de verdad. Bueno, nos pidió globos, pero tampoco eso es tan extraño, ¿no?". Explica Paz Aparicio que ella es la encargada de entrar a saludar y a pedir la firma, algo que siempre hace con los artistas nacionales. Cuando se trata de internacionales por lo general se lo da a alguien de su equipo y ella se queda fuera. Hay una excepción, Loquillo, que llenó el WiZink Center en diciembre de 2017. "Decidí no entrar a pedirle que firmara. Es un tío para el que el 'backstage' es su zona privada y personal, así que se lo dimos a su mánager para que lo firmara. Lo hizo encantado", nos cuenta Paz. "Memorable noche, ha sido una de esas. Gracias por tanto". Esta es la dedicatoria de Leiva sobre el recital que ofreció en diciembre de 2016. Demuestra cariño, pero también que el madrileño estaba aún atenazado por la tensión, algo que la directora del WiZink Center achaca a su propio carácter: "Es algo tímido, y antes de los conciertos está muy concentrado". La director del WiZink Center estaba muy nerviosa antes de conocer a Iron Maiden, seguramente las estrellas más grandes que ha dado el heavy metal. Y se quedó muy sorprendida: "Estuve un rato con ellos. Son simpatiquísimos. No sé si están muy locos o es una pose, pero es verdad que son muy 'happy". Fito Cabrales firmó el 2 de junio de 2018, en el primero de los tres conciertos que ese mes protagonizó en el WiZink Center. "Además de ser un tipo fantástico, es buen amigo de la casa", explica a ICON la directora del WiZink Center, Paz Aparicio, quien prosigue recordando: "Nos dedicó unas palabras y un dibujillo y nos pidió que por favor lo colgáramos en el baño del camerino donde estuvo él. Al lado del WC, en concreto. Obviamente, no lo podemos dejar ahí, porque desaparecía, pero cada vez que viene, y viene mucho para tocar o colaborar con quien sea, lo ponemos en su camerino al lado del WC". "Raphael es nuestro DJ residente", bromea la responsable del WiZink Center por aquello de que toca casi cada año. Paz Aparicio recuerda que la última vez que el de Linares cantó en el WiZink Center, el pasado mes de septiembre, hubo un instante en el que sintió un leve nerviosismo: "Me dijo: 'Oye Paz, no veo mi firma por aquí, ¿dónde está?'. Estuvimos un rato buscando en la pared del Muro de la Fama y hasta que no se localizó él mismo no quedó satisfecho". Paz bromea al decir que tendrán que dejar una pared libre solo para él, ya que viene todos los años -ya tiene dos fechas en diciembre de 2019-. "Yo no sé si alguna vez va a descansar, pero no pinta que le apetezca", señala antes de desvelar la rutina del artista jienense: "Se pasa el día entero aquí. Viene muy pronto, prueba mucho y dos horas antes ya está vestido para salir. Es como si le tuvieran que sujetar hasta que llegue la hora". "El cantante de Depeche Mode, Dave Gahan, es muy estricto con la temperatura y siempre pide unos grados centígrados determinados en el recinto. Bastante calor. Y en el camerino quiere aún más calor", revela Paz, quien recuerda que justo por eso la firma tuvo que ser después de su actuación en diciembre de 2017: "Con el vaho que se crea, tuvimos que esperar al final del concierto para que firmara, porque antes estaban muy concentrados". El mito de la canción francesa actuó en el WiZink Center en enero de 2017. En octubre del año siguiente fallecía a los 94 años. "Estaba muy bien, sorprendentemente bien para los años que tenía", nos cuenta la responsable del pabellón describiendo su encuentro con Aznavour que dio como fruto esta firma. "De todo corazón con el administrador y el público de esta sala", dice en el autógrafo. En abril de 2018, Arcade Fire montaron el fiestón de la primavera con su propio cuadrilátero en el centro del pabellón. Y debieron llegar con buenas sensaciones, pues firmaron (con rotuladores de diferentes colores) antes de empezar a tocar y terminaron la velada dejándose llevar: "La vorágine y el ambiente que crearon durante el concierto les llevó a salir a la calle tocando. Y acabaron la noche en un bar de detrás de la Gran Vía". "Correctísimo como siempre", responde Paz Aparicio mientras contempla la firma que estampó Alejandro Sanz con motivo de su doblete de actuaciones en diciembre de 2016. Y tras un breve instante recordando aquel momento, alza la mirada para rematar: "Nos escribió una de las dedicatorias más bonitas que conservamos. Dijo que nuestro recinto era 'Donde la magia se hace música'. Esperamos que vuelva muy pronto". El año anterior a esta actuación, Justin Bieber dejó una entrevista a medias en los 40 Principales: dijo que iba a baño y ya no volvió. Eso fue en octubre de 2015. En noviembre de 2016 actuó en el WiZink Center (aunque todavía se llamaba Barclaycard Center). Por qué no firmó en su Muro de la Fama. Lo cuenta la directora del recinto, Paz Aparicio: "A Justin Bieber no le pusimos toda la fuerza que quizás debiéramos haberle puesto. Porque tanto él como todo lo que le rodeaba no daba lugar a que te apeteciera pedir que lo firmara. Lo dimos un poco por perdido desde el principio. Preguntamos y no nos dieron ninguna respuesta... Y nada, lo dejamos".