Xenofobia y fútbol
Tarde-noche en un bar de toda la vida. Las amargas y cansinas quejas de siempre del xenófobo tradicional. Que si los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, que si no hacen más que chupar del Estado... Lamentaciones falaces, cuando no contradictorias, del autóctono que ve cómo el forastero se adapta, no sin problemas, al país que le acoge. Pero llega la hora del fútbol y toda la xenofobia se muta en halago a la estrella extranjera que corre por la banda. Y entonces preguntas: ¿por qué en el terreno de juego no funciona también lo de “los españoles primero”? Quizás porque no compiten en la misma Liga.
Gonzalo de Miguel Renedo. La Rioja
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