La suegra del príncipe Guillermo habla por primera vez de su vida en familia
"A lo largo de los años se ha demostrado que es prudente no decir nada. Todo es bastante normal", ha asegurado Carole Middleton
Carole Middleton, madre de Kate, Pippa y James, ha concedido su primera entrevista al periódico británico The Telegraph en la que ha hablado sobre su vida, sus nietos y ha dado los motivos por los que no ha querido hablar de su famosa familia con la prensa.
Carole, de 63 años vive con su esposo Michael en una casa señorial valorada en cinco millones de euros en Bucklebury, a una hora al oeste de Londres. Hasta allí acuden los duques de Cambridge con sus hijos cuando quieren pasar inadvertidos. "A lo largo de los años, se ha demostrado que es prudente no decir nada", ha admitido la suegra del príncipe Guillermo cuando se le pregunta el motivo de su silencio. También asegura que tras ser víctima de un intenso escrutinio por parte de los medios de comunicación a lo largo de los últimos años, desde el año pasado ya no lee ninguna historia escrita sobre ella. "Al principio pensé que era mejor saber lo que pensaba la gente. Ahora no estoy muy segura de cómo me perciben", comentó. "Pero nuestra vida es realmente normal, así es la mayoría del tiempo".
Mientras Carole participaba en una sesión de fotos para la entrevista, recibió un mensaje de texto de su hija Kate, deseándole buena suerte. La empresaria es una abuela entregada que confiesa que cuando llega la Navidad llena su casa de árboles. "Cada uno de mis nietos tiene uno en su habitación para que pueda decorarlo como quiera"
La madre de Kate Middleton es una mujer emprendedora y de fuerte carácter. Ella fue quien fundó el exitoso negocio de Party Pieces con su esposo Michael en 1987, el mismo año en que nació su hijo James. "Gestionar un negocio es muy sencillo: compras cosas y las vendes con un margen de beneficio", explica la madre de Kate, que reconoce que Party Pieces no le ha quitado el sueño una sola noche desde que la fundó en 1988. "Nunca hemos asumido grandes riesgos. Financiamos nuestro crecimiento con lo que teníamos".
En la entrevista habla de cuando Kate y Pippa trabajaron para la compañía. "Hicieron de modelos", dijo Carole. “Catherine estuvo en la portada de uno de los catálogos, soplando las velas. Más tarde, hizo un poco de estilo y posó en el primer cumpleaños del negocio. Pippa hizo el blog ”.
Aunque sus hijas ahora tienen otras ocupaciones la madre añadió: "Todavía valoro sus ideas y opiniones". Incluso después de más de 30 años en el negocio, Carole no se ve a sí misma retirándose pronto y en gran parte tiene que ver con sus nietos.
"No me veo parando [el trabajo]", remarcó. "Si lo hiciera, tendría que tener tantos proyectos... Tendría que redecorar la casa. Me encantaría viajar, pero luego echaría de menos a mis nietos". Y añade: "Tengo mil millones de ideas que todavía quiero realizar".
Desde que han entroncado con los Windsor, los negocios familiares de los Middleton también han prosperado. No es que fueran pobres, aunque los orígenes de Carole se remontan a una familia minera de Durham, en el noreste de Inglaterra. Azafata de profesión, Carole se casó con Michael, empleado entonces de British Airways en el aeropuerto de Heathrow, en 1980.
Lo que empezó casi como una afición en la cocina de su casa para ayudar a los amigos a preparar sus fiestas se convirtió pronto en un lucrativo negocio que permitió a los Middleton enviar a sus hijos a estudiar a las mejores escuelas privadas del país y que pudieran relacionarse con los miembros de la familias más poderosas y adineradas.
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