Reforzar la protección de los MENA
Los menores extranjeros no acompañados (MENA) se encuentran entre las víctimas más vulnerables de los flujos migratorios. Aunque el interés superior del niño debería ser una consideración de primer orden, los Estados de la Unión Europea siguen ignorando sus derechos. Es increíble que puedan ser considerados como adultos y tratados como tales. Es increíble que sus condiciones de vida puedan depender de políticas que varían de un país de la UE a otro. La UE tiene que adoptar normas uniformes y no dejar ningún poder discrecional a los Estados sobre el cuidado de los MENA. Las prioridades se refieren a los procedimientos para determinar la edad (poner fin a los exámenes óseos y respetar la presunción de minoría), a las condiciones de acogida y de detención (prohibir los campamentos o centros cerrados), al reconocimiento del derecho de residencia (que debería ser sistemático), a la representación legal (la falta de acceso a un tutor impide que los menores disfruten de ciertas garantías) y a las expulsiones. Los MENA deben ser tratados como nuestros propios hijos, independientemente de su nacionalidad o de su estatus migratorio.
Elena Campario. París (Francia)
