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40 años del atentado de EL PAÍS El 30 de octubre de 1978 la explosión de un paquete bomba en la sede del diario en Madrid, enviado por activistas de extrema derecha, dejaba un joven trabajador muerto y otros dos heridos, uno de ellos grave A las 10.25 del 30 de octubre de 1978, una bomba explotaba en el diario EL PAÍS causando tres heridos, dos de ellos de gravedad -uno de ellos murió dos días más tarde- y otro de menor consideración. Un comando de terroristas de extrema derecha enviaron un paquete con el logotipo de la empresa IBM a la sede del periódico, en la madrileña calle de Miguel Yuste, lugar en el que sigue estando la redacción del diario. En la imagen, los trabajadores delante del edificio, tras ser desalojados por el atentado. EL PAÍS Los conserjes Andrés Fraguas (a la derecha), de 19 años, y Carlos Barranco (izquierda), de 18, y el jefe de servicios generales, Juan Antonio Sampedro (en el centro) de 34, llevaban media hora en la cuarta planta del edificio, dedicada entonces a tareas administrativas, clasificando el correo procedente de la estafeta postal para repartirlo. En un momento dado, Barranco, se quedó solo realizando la tarea. Él fue quien sacó el paquete de la saca de Correos. EL PAÍS El paquete medía unos 10 por 15 centímetros y cuatro o cinco de grosor con el logotipo de la empresa IBM y estaba dirigido a Julián García Candau, redactor jefe de la mañana. El conserje Carlos Barranco quitó las cuerdas rojas y retiró el envoltorio amarillo. Se trataba de una caja de madera. En un lateral, a través de un pequeño orificio se veían unos cables. Dejó el paquete sobre la mesa y avisó a Juan Antonio Sampedro de sus sospechas. En la imagen, el despacho donde se produjo la explosión. EL PAÍS Juan Antonio Sampedro, de pie, acostumbrado a falsas alarmas y amenazas comenzó a abrir la caja. Junto a él, sentado, Andrés Fraguas. Carlos Barranco, mitad en serio y mitad en broma, repitió lo que había hecho en otras ocasiones y dijo que por si acaso se metía debajo de la mesa. Se estaba agachando cuando la bomba estalló. La fuerte explosión arrancó a Sampedro la mano izquierda y parte de la derecha y le reventó el paquete intestinal. A Fraguas, le destrozó los pulmones (murió dos días después); Barranco, sufrió heridas en ambos ojos. En la imagen, uno de los heridos es evacuado por personal sanitario. EL PAÍS Junto a la sala donde explotó la bomba, se encontraba la de Administración, donde trabajan a esa hora unas 40 personas. La onda expansiva encontró salida por el falso techo de planchas de plástico lo que evitó que hubiera más heridos. En la imagen, los servicios de emergencias trasladan a uno de los heridos. EL PAÍS Desde el comienzo de la Transición, la libertad de expresión ha sido objetivo de terroristas y extremistas. En septiembre de 1977, un atentado con bomba contra el semanario de humor satírico 'El Papus' había dejado un muerto, Juan Peñavel, y 16 heridos. En junio de 1978 había sido asesinado por ETA el periodista José María Portell, director de 'La Hoja del Lunes' de Bilbao. Los GRAPO causaron daños muy graves en las rotativas del 'Diario 16' y habían mandado una carta bomba a 'Cambio 16' que no llegó a explotar. También se habían producido lanzamientos de cócteles molotov contra 'El Ideal Gallego', 'El Ideal' de Granada o Radio España, entre otros actos de intimidación. En la imagen, los investigadores de la Policía inspeccionan los restos del artefacto explosivo. EL PAÍS El atentado puso en marcha un movimiento de solidaridad: medios de comunicación, periodistas, partidos políticos, sindicatos, empresarios y el mundo de la cultura expresaron de manera unánime su rechazo a la violencia y su solidaridad con las víctimas. La noticia recibió amplia atención en las agencias de comunicación y los medios extranjeros, que no dejaron de llamar la atención sobre la coincidencia del atentado contra EL PAÍS y la aprobación del texto de la Constitución por ambas Cámaras el 31 de octubre. EL PAÍS Emoción y silencio en el entierro de Andrés Fraguas en el cementerio de La Almudena de Madrid, el 2 de noviembre de 1978, al que acudieron cientos de personas. Una impresionante comitiva acompañó el féretro desde el hospital hasta el cementerio. Familiares, amigos y compañeros de trabajo transportaron a hombros el ataúd desde el furgón hasta el nicho. Además de decenas de coronas de flores, que cubrieron literalmente el lugar, un compañero depositó un ejemplar del diario. EL PAÍS Andrés Fraguas Fernández había nacido en Castillo de Bayuela (Toledo) el 30 de noviembre de 1958. Entró a trabajar en EL PAÍS el 16 de febrero de 1976, meses antes de que el diario viera la luz el 4 de mayo de ese año. De carácter reflexivo y tranquilo, era muy apreciado por sus compañeros. Soltero e hijo de viuda, había trabajado mucho para ayudar económicamente a su familia. EL PAÍS EL PAÍS salió al día siguiente. En su portada los trabajadores firmaban 'El precio más alto' . En este texto se mostraba el espíritu de la Transición. Frente a los terroristas que alimentaban el miedo de la sociedad y trataban de impedir la consolidación de la democracia, la valentía de aquellos que defendían las libertades recobradas tras años de dictadura. A otro nivel, Francisco Umbral publicaba: “La muerte en casa , la muerte en el periódico, me deja hueco por dentro, como deja siempre la muerte”. En la imagen, Carlos Barranco es atendido de sus heridas. Antonio Gabriel Desde su nacimiento, EL PAÍS había sufrido numerosas amenazas y avisos de bomba procedentes de distintos grupos terroristas como la ETA, GRAPO, el Grupo de Acción Sindical o la Triple A. Dos días después del atentado, el edificio del periódico tuvo que ser desalojado por las llamadas telefónicas en las que se anunciaban la colocación de varias bombas. En la imagen, Carlos Barranco, a pesar de sus heridas, es trasladado desde el hospital a la Dirección General de Seguridad para relatar lo sucedido. Antonio Gabriel Miles de personas participaron en las manifestaciones de Madrid y Barcelona en protesta por el atentado contra EL PAÍS. En la imagen, la manifestación de la capital encabezada por dos pancartas con los textos “Aislar, combatir y derrotar el terrorismo” y “Contra el atentado terrorista a EL PAIS. Trabajadores de prensa”. Marisa Flórez Durante la manifestación en Madrid, que discurrió por las calles de Alfonso XII y Claudio Moyano hasta la glorieta de Atocha, se produjeron momentos de tensión cuando varias personas con emblemas de Fuerza Nueva intentaron boicotear la protesta insultando a los participantes y haciendo el saludo fascista. Con los ánimos más que caldeados, algunos manifestantes se enfrentaron a los ultras. La Policía tuvo que intervenir en varias ocasiones para separarles. En la imagen, trabajadores del EL PAÍS durante la manifestación. Chema Conesa La Audiencia Nacional condenó a Pedro Bel-Fernández, Rafael Gómez-Álvarez y Ramiro Rodríguez-Borlado, a 30 años de cárcel como autores del atentado contra EL PAÍS. Estos mismos individuos fueron también responsables de algunos de los episodios más sangrientos de la extrema derecha, y sentenciados por estos hechos a 81, 103 y 80 años, respectivamente, aunque con el antiguo Código Penal, el máximo a cumplir era de 30. Joaquín Amestoy En julio de 1979, los autores del atentado contra EL PAÍS colocaron una bomba junto al bar El Parnasillo, en Malasaña (Madrid), donde murió Salomé Alonso, de 28 años; en junio de 1981 secuestraron y asesinaron a Carlos Javier Idígoras, un joven de 22 años, que se encontraba celebrando el aprobado de unas oposiciones, y un mes más tarde, Rafael Gómez mató de un disparo en la cabeza a un mendigo, Luis Arribas, porque le molestaba su presencia. También fueron responsables del atentado con bomba en una verbena en la plaza de Olavide de Madrid en la que hubo varios heridos. Félix Sanz Arroyo, un camarero de 23 años, tuvo la mala suerte de cruzarse con ellos. Necesitó 281 días para curarse de un tiro en la mandíbula. En la imagen, algunos trabajadores del diario EL PAÍS durante la manifestación por el centro de Madrid. Chema Conesa Pedro Bel Fernández huyó a Venezuela tras la captura de sus compinches en 1981. Detenido en noviembre de 1984, fue extraditado en 1987. Sumando el tiempo que estuvo detenido en Venezuela y España, Bel Fernández cumplió 12 años y 16 días en prisión debido a distintas redenciones que redujeron su tiempo en la cárcel. En 2004 se presentó y aprobó unas oposiciones al Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitencias, en las que no se exigía ni certificado de antecedentes penales ni examen psicológico para entrar. José de las Heras Hurtado, considerado el cerebro e inspirador de estos atentados, fue localizado por EL PAÍS en junio de 2016 en Brasil , donde vivía desde hacía 30 años. Su última orden de busca y captura por asesinato prescribió el 21 de junio de 2013. En la imagen, trabajadores del diario durante la manifestación en Madrid. Chema Conesa