¿A quién pertenece? A Laurene Powell, la viuda de Steve Jobs.
¿Cuál es la historia del yate? Aunque Jobs nunca llegó a disfrutar de él, lo encargó en 2007 y no estuvo acabado antes de su muerte en 2011, todo el diseño exterior es cosa suya. Como no podía ser de otro modo, su imagen es minimalista, inspirado en los productos de Apple, y el millonario supervisó hasta el más mínimo detalle. Está hecho de acero y aluminio, con cubiertas de teca, y elementos de vidrio. Su interior corrió a cargo de Philippe Starck e incluye seis habitaciones, un sistema de comunicación que conecta todo el barco y, en lugar de una cabina de control, todo se dirige a través de ordenadores iMac de 27 pulgadas. En la actualidad es propiedad de su viuda que, tras un pequeño litigio con Starck, se calcula que pagó por él unos 100 millones de euros.