Miles de personas han recibido apoyo y alojamiento en la iglesia desde que en 2015 el padre Ángel tomó la gestión de San Antón y abrió sus puertas como centro de acogida las 24 horas del día. “Al principio llenábamos la iglesia todas las noches, pero por consejo sanitario del Samur Social hemos puesto límite a 15 personas por noche, el resto se lo derivamos a ellos”, comenta Willy Ziba, encargado del turno de noche.
Para las consultas médicas disponen de lo que denominan la Camilla de la Misericordia, un dispensario médico de orientación, primera asistencia y derivación a los servicios públicos sanitarios. Para ello cuentan con un grupo de médicos y enfermeras voluntarios que realizan esta atención primaria. Muchas de estas personas en situación de calle no tienen tarjeta sanitaria; otros, aunque la tienen, no hacen medicina preventiva; algunos tampoco hacen un seguimiento de sus dolencias. Además, pretenden inculcar la importancia de los seguimientos médicos ya que, la mayoría, al vivir en la calle, tiene importantes problemas de salud.