14 fotosQuinto aniversario del accidente del tren Alvia de Santiago80 personas perdieron la vida en la mayor tragedia ferroviaria de los últimos 40 años en EspañaAnabel SerranoGema García24 jul 2018 - 00:19CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl 24 de julio de 2013, a las 20.41 un tren Alvia que procedía de Madrid con destino a Ferrol descarrilaba en la curva A Grandeira, en Agrois, a unos tres kilómetros de la estación de Santiago de Compostela. El accidente causaba 80 muertos y 140 heridos. Cinco años después, los familiares de las víctimas siguen exigiendo justicia.Óscar CorralEl tren, en el que viajaban 218 pasajeros, descarriló al tomar la peligrosa curva a 179 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima era de 80. Los ocho últimos kilómetros de llegada a Santiago, los más peligrosos por las curvas, carecían del sistema de frenado automático ERTMS (sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario), como ha denunciado Jesús Domínguez, portavoz de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, en la comisión de investigación del accidente en el Congreso de los Diputados. También se decidió desconectar este dispositivo dentro del tren para evitar los retrasos que provocaban ciertos problemas técnicos. Según Domínguez: "Nuestra seguridad dependía de que el maquinista se acordara de frenar".Óscar CorralEl maquinista Francisco José Garzón, junto a un policía nacional poco después del accidente. Según declaró el maquinista en la comisión de investigación del Congreso: “Tres señales y tres balizas habrían evitado el accidente”. Garzón, que llegó a ser el único imputado y responsable penal de la tragedia, insistió en que “era un accidente anunciado”. Dos minutos antes del descarrilamiento, el conductor del tren se encontraba atendiendo una llamada telefónica del interventor, colgando unos segundos antes del accidente.Óscar CorralLa causa acumula más de 70 tomos y 32.000 páginas. El primer juez, Luis Aláez, imputaba a 27 técnicos y directivos de Adif considerando que no había sistemas de seguridad que paliasen el despiste del conductor. En octubre de 2013 la Audiencia Provincial de Coruña levantaba las imputaciones por considerarlas prematuras. El juez Aláez volvía a imputar en mayo de 2014 a 11 exdirectivos de Adif y de nuevo la Audiencia levantaba las imputaciones. En octubre de 2015, un nuevo juez, Lago Louro, y el fiscal dieron por cerrada la instrucción con el maquinista como único culpable. La Audiencia Provincial volvía a reabrir la instrucción con un auto en el que concluía que el juzgado debía seguir investigando la existencia de riesgo en la curva. En julio de 2017, la Audiencia imputaba por primera vez a un cargo público.Cristóbal ManuelAgentes de la Policía Nacional examinan las pertenencias de las víctimas en el lugar del accidente para poder facilitar su identificación. En dichas tareas participaron 50 miembros de la Policía Científica que pidieron muestras de ADN a los familiares de las víctimas. Se hizo un llamamiento a los viajeros que salieron por su propio pie para que facilitaran su identidad lo antes posible y agilizar el proceso de poner nombre a las víctimas mortales y heridos atendidos en los centros sanitarios.Cristóbal ManuelEl sistema ERTMS, que hubiera frenado el Alvia cuando se acercó a la curva de Angrois a gran velocidad, había sido desactivado un año antes porque provocaba problemas técnicos que retrasaban los trenes. Adif no evaluó la situación de riesgo en que quedaba este trayecto en caso de fallo humano. Así lo consideró la Audiencia Provincial de Coruña al imputar a Andrés Cortabitarte, responsable de Seguridad en la Circulación de Adif cuando se puso en funcionamiento la línea.El presidente del Gobierno en 2013, Mariano Rajoy, y el de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, visitan el lugar del accidente. En septiembre de 2017 la Mesa del Congreso de los Diputados aprobaba la creación de una comisión de investigación sobre el accidente de Angrois. La demanda de las víctimas de depurar responsabilidades políticas no pudo realizarse en el Parlamento gallego, donde la petición fue rechazada hasta en seis ocasiones.Lalo R. VillarUn año y medio antes del accidente, José Ramón Iglesias Mazaira, jefe de maquinistas, había advertido del “riesgo” de Angrois por su señalización insuficiente. La advertencia llegó al menos a 10 cargos intermedios de Renfe. Alguno ni la leyó. Renfe acusó a Iglesias de no haber tramitado la advertencia ante el órgano adecuado. El juez instructor del caso, Luis Aláez, se enteró por medio del abogado del maquinista del Alvia de que Renfe había realizado una investigación interna para aclararlo, pero no se lo comunicó al juez. Tras un plazo de tres días, Renfe envío un informe de 150 páginas.Lalo R. VillarMariano Rajoy, y la ministra de Fomento en 2013, Ana Pastor, junto a uno de los vagones del tren siniestrado de Angrois. Tres años después del accidente la Plataforma Víctimas Alvia 04155, el colectivo que agrupa a la mayor parte de los afectados, solicitaba por carta a Rajoy una reunión como la que tuvo con los familiares de los fallecidos en el Yak-42. En esta carta, las víctimas acusaban a Pastor de haberles engañado al decirles que la investigación del accidente era independiente.Cristóbal ManuelSegún un informe de la Agencia Ferroviaria Europea, la investigación del accidente no había sido independiente, cuestionando la actuación del organismo español que lo llevó a cabo, la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), y abría la puerta a repetirla. Bruselas estimaba que la investigación se había centrado en el error humano del conductor y había obviado “cuestiones esenciales sobre el origen del accidente”, olvidando detalles como la colisión posterior tras el descarrilamiento, el incendio tras el impacto sin aportar suficiente luz sobre qué vagón fue el primero en salir de la vía. La propia agencia europea ofrecía a España sus expertos.Lalo R. VillarEn el pabellón deportivo del Instituto Rosalía de Castro, situado en la parte vieja de Santiago, cientos de maletas y objetos personales se exponen para ser identificados. A un lado, lo poco que ha podido ser reconocido. Al otro, los bultos que no tienen dueño. Bicicletas, carritos de bebé e innumerables maletas, algunas totalmente destrozadas. El último recuerdo de un ser querido al que han perdido de manera precipitada.Cristóbal ManuelLos vecinos de Angrois recibieron la Medalla de Oro de la ciudad de Santiago de Compostela con "el deseo" de que la víctimas "no sean olvidadas nunca". La distinción fue concedida por la Corporación Municipal por unanimidad como "reconocimiento público de la actuación solidaria" de este barrio durante "la mayor tragedia" en la historia de ciudad.Cristóbal ManuelCientos de personas llenaban la plaza de la Quintana durante el funeral en la catedral de Santiago el 29 de julio de 2013. El accidente tenía lugar en la víspera del Día del Apóstol, la fiesta grande gallega. Muchos de los actos festivos, como los tradicionales fuegos artificiales en la plaza del Obradoiro, fueron suspendidos. El presidente de la Xunta de Galicia decretaba siete días de luto oficial por la tragedia.Cristóbal ManuelLa asistencia al funeral por las víctimas en la catedral de Santiago de Compostela fue tan masiva que se colocaron unas pantallas gigantes en la plaza del Obradoiro para que el público que se quedó fuera pudiera seguir la ceremonia.Cristóbal Manuel