Rose McGowan puede ir a la cárcel mientras que Harvey Weinstein sigue en libertad
La primera actriz, que denunció al productor, está pendiente de una condena por posesión de marihuana
Rose McGowan no pierde la ironía. La actriz, que está en el centro de ese tsunami solidario que bajo el nombre de #Metoo ha sacado a la luz los abusos sexuales y de poder de Hollywood, podría ir a la cárcel por posesión de drogas. Sin embargo, en una entrevista exclusiva con la revista The Hollywood Reporter la intérprete de películas como Grindhouse o Scream subraya su pesar ante una improbable condena de Harvey Weinstein, acusado en repetidas ocasiones de violación, incluida la suya. “Espero estar equivocada”, indicó la intérprete de 44 años. Sabe que los procesos llevan su tiempo. Pero como dice, si dos mujeres dicen que alguien les ha robado el bolso, el culpable ya estaría arrestado. “Entonces ¿cuántas mujeres necesitan decir que nos robó? Nos robó nuestras carreras, nuestras vidas, nuestras reputaciones”, insiste la actriz durante la entrevista en la que se refiere al productor caído en desgracia como “el monstruo”.
McGowan, junto con otras estrellas como Asia Argento o Ashely Judd, han acusado públicamente a Weinstein de abusos sexuales y violación. Gracias a los artículos publicados en la revista The New Yorker y The New York Times destaparon un continuado comportamiento de supuestos abusos y violaciones que han dejado en evidencia tanto a estrellas como Kevin Spacey como al fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman. McGowan asegura que Weinstein la violó en hotel cuando tenía 23 años y su carrera profesional sufrió las consecuencias de sus repetidos abusos desde entonces.
Sin embargo, es ella ahora la que está acusada de llevar droga en su bolso, por lo que la semana pasada se presentó ante un tribunal asegurando que la cocaína le fue colocada en un momento de descuido. De ser encontrada culpable, la condena puede llegar a ser de hasta diez años de prisión. “En todo esto soy la única que me he visto esposada”, subrayó. “No es justo”.
Aún así McGowan no se amilana. “Si yo fuera Reese Witherspoon ¿me tratarían como me tratan?”, aseguró en la misma entrevista refiriéndose a una actriz siempre considerada la novia de América. “La respuesta es no. La prensa se piensa que conmigo vale todo, supongo que porque (Weinstein) les pagó durante 20 años para que me pusieran verde”, agregó.
McGowan, apartada de Hollywood, ha aprendido a contar su propia historia en las redes sociales sin depender de los medios. En Twitter cuenta con 915,000 seguidores a los que llama su ejército (RoseArmy), en enero publicó sus memorias bajo el título de Brave y cuenta con su propia serie documental para la cadena E!.
La actriz también se atacó durante la entrevista contra Barack Obama. “Me desilusionó”, señaló sobr el encuentro que mantuvo con el exmandatario durante una gala benéfica en la que coincidieron hace unos meses, después de que saltara a la luz el escándalo Weinstein. “Estaba sentada enfrente y no fue capaz de mirarme a los ojos. Y para la foto le pidió a Naomi Campbell en el último minuto que posara con nosotros”, recordó sin haber escuchado el “lo siento” o “dale duro, Rose” que esperaba de él. La hija de Obama, Malia, trabajó como becaria a las órdenes de Weinstein antes de que el escándalo que ha llevado a pique su compañía saliera a la luz. “Esperaba más de él”, insistió McGowan.
A lo largo de la entrevista McGowan no puso pegas a hablar de nada aunque estuvo flanqueada en todo momento por sus abogadas y su representante, recuerda la publicación. El único detalle que prefirió dejar fuera de la conversación fue el nombre de su actual acompañante sentimental que también estaba junto a ella. “Es activista, alguien muy alerta”, describió. “Soy mucho más feliz desde hace un mes que lo que he sido hace mucho tiempo. Se necesita tener valor para estar conmigo”, añadió.
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