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Tentaciones

Esto es lo que pasa cuando te obsesionas con gustar a todo el mundo

La bloguera Chessie King decidió obedecer a sus 'trolls' y modificó con Photoshop su cuerpo según los insultos de los comentarios

Captura del Instagram de Chessie King.
Captura del Instagram de Chessie King.IG

Menos cintura, más cadera, menos nariz, más labios, menos cejas, menos pantorrillas, menos brazos, más pecho, más culo, más pelo. Menos, menos, menos. Más, más, más. A la bloguera británica Chessie King la bombardearon a comentarios e insultos en uno de sus post —en lencería— en Instagram. Mostrarse en la red en sujetador puede parecerse a un circo romano: jaleo y abucheo, nunca a partes iguales y eso sí, en una arena muy pública y muy exponencial con casi 340.000 seguidores.

Ni acomplejada, ni sometida, ni pendiente de dietas, clichés y comentarios —al menos, según sus publicaciones, eso es lo que parece— King convirtió la sinceridad o la crueldad o la falta de respeto, según se mire, en una campaña contra el acoso el Internet. Y le salió muy bien. Creó un vídeo en el que, según los insultos, iba modificando con ayuda de Photoshop las partes del cuerpo con las que se metían sus trolls. El resultado es una mujer deforme e imposible y un mensaje tajante: no se puede gustar a todo el mundo (ni hay por qué querer gustarle a todo el mundo).

Junto al vídeo, la bloguera escribió este mensaje: "Si cambiamos nuestro cuerpo por cada troll, escuchamos a cada cibermatón, seríamos monstruos. Ya se tengan 23 seguidores o tres millones, NADIE debería tener que lidiar con el habitual odio online. Mirad mis stories destacadas para ver cómo acabó mi cuerpo así. #TrollingIsUgly No lo hagas". El vídeo termina avisando sobre el peligro para la salud mental y física de quien sufre ciberacoso.

En España, los casos de bullying en Internet a menores ha aumentado un 65% en los últimos cinco años, suman ya más de 6.500. De los 824 casos en 2012 se pasó a 1.364 registrados entre enero y octubre del pasado, según los últimos datos que facilitó el Ministerio del Interior y recogidos en el Sistema Estadístico de Criminalidad. Estrés y depresión son las principales consecuencias del ciberacoso, de forma extrema, pueden llegar al suicidio, sobre todo en la adolescencia, cuando todavía la personalidad no ha terminado de formarse y las críticas afectan especialmente. 

Chessie King lo tuvo claro: frente al acoso solo cabe la respuesta constructiva. Y nada con más potencia que una imagen: la del monstruo en el que nos convertiríamos si intentásemos agradar a cada una de las personas que nos critican. King condensó en poco más de un minuto la confianza en sí misma que deja ver en cada uno de sus posts. Y eso, para sus seguidores, se ha convertido en un regalo.

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