La visita de Kim Jong-un blinda Pekín, en imágenes
La presencia de un tren norcoreano en la estación central, un fuerte —fortísimo— dispositivo de seguridad en torno a la residencia para huéspedes oficiales del Gobierno chino, y un vídeo de una larga caravana de vehículos oficiales por las calles de la ciudad han desatado los rumores
Un hombre mira un reportaje televisivo sobre una presunta visita a China del líder norcoreano Kim Jong Un, en una estación de tren en Seúl (Corea del Sur).JUNG YEON-JE (AFP)Policía y los agentes de seguridad montan guardia mientras una caravana de automóviles circula a lo largo de una carretera cercana a la residencia de para huéspedes oficiales del Gobierno chino.Mark Schiefelbein (AP)Vehículos de policía bloquea una carretera que conduce a la residencia de los huéspedes del Gobierno chino, en Pekín.Mark Schiefelbein (AP)Varios agentes custodian el tren procedente de Corea del Norte que ha llegado esta mañana a Pekín.JASON LEE (REUTERS)Dos policías paramilitares y un policía toman guardia frente a la Plaza de Tiananmen en Pekín.WANG ZHAO (AFP)Una limusina que se cree que transporta una delegación norcoreana recorre la avenida Changan de Pekín.Ng Han Guan (AP)Policías chinos montan guardia frente a la residencia de huéspedes del estado Diaoyutai en Pekín.WU HONG (EFE)Despliegue de seguridad en la avenida Changan de Pekín.DAMIR SAGOLJ (REUTERS)Despliegue de seguridad en la avenida Changan de Pekín.DAMIR SAGOLJ (REUTERS)Ciudadanos esperan que la policía china abra el paso frente a la residencia de huéspedes del estado Diaoyutai en Pekín, (China).WU HONG (EFE)Una limusina que se cree que transporta una delegación norcoreana recorre la avenida Changan de Pekín.DAMIR SAGOLJ (REUTERS)El personal de seguridad montan guardia en la avenida Changan de Pekín.DAMIR SAGOLJ (REUTERS)Un policía patrulla con su motocicleta cerca de la Plaza Tiananmen de Pekín.WANG ZHAO (AFP)Dos policías paramilitares montan guardia en el exterior de la residencia para huéspedes en Pekín.JASON LEE (REUTERS)Policías y oficiales de seguridad chinos vigilan una calle cerca a la residencia para huéspedes en Pekín.Mark Schiefelbein (AP)