Texxcoco: "Hemos pasado de la brillantez a la robustez, nos gusta más el grito"
El cuarteto canario acaba de publicar su segundo largo 'Disorder' (Subterfuge) que presentan este viernes en Moby Dick (Madrid), mientras preparan el asalto a festivales como el Tomavistas
"Si no hubiésemos empezado esta banda estaríamos en una casa okupa seguramente". Texxcoco ha sido la liberación artística de este cuarteto canario que desde 2016 ha irrumpido en el panorama nacional, haciendo muchísimo ruido y sin identificarse con ninguna etiqueta. De la escena de garaje, comulgan con las latas de cerveza. Frente a las bandas tributo típicas de su isla, ellos rinden homenaje a Joy Division o The Velvet Underground. Tampoco han pisado nunca la ciudad mexicana que les da nombre pero les gustan los tacos o Jorge Negrete, y aunque suponemos que pagan su alquiler, mantienen intacta su actitud punki, con la brincan en descampados o desafían las políticas de YouTube.
El lanzamiento de su segundo largo, esta vez bajo el sello Subterfuge, ha estado marcado por la censura del videoclip Velvet Love. Parece que la plataforma es más benévola con los contenidos violentos que con la liberación del cuerpo femenino que encabezaba su cantante en la pieza. Pero al margen de la polémica, Disorder es un diario personal que habla sobre las preocupaciones de estos veinteañeros -las noches sin dormir, las decepciones, la rabia, la nostalgia- y que podría ser la banda sonora de esas pelis con las que crecieron, protagonizadas por universitarios estadounidenses o por ellos mismos: Adriana (voz), Joshua (bajo), Cristian (batería) y Héctor (guitarra). Trece himnos noventeros, con ecos tropicales de sus anteriores trabajos, melodías noise de los ochentas y muchos gritos.
Según vuestra biografía de Facebook, vuestros intereses personales se resumen en: Tropical, latas y litronas. ¿Cuánto hay de esto en vuestro disco Disorder?
Chacho es que no sabemos cambiar eso, creíamos que lo habíamos cambiado ya (risas). Tropical poco, porque no se vende aquí (Tropical es una marca de cerveza de Gran Canaria), pero latas y litronas... mucho, mucho.
En teoría hacéis Alt rock, ¿pero cómo lo explicaríais más allá de las etiquetas?
Somos un desorden, una mezcla de todo tipo de influencias y de intensidades. Como ver emociones desde distintos ángulos.
La mezcla de estilos precisamente es lo que más llama la atención del disco. ¿Cómo ha sido el proceso de creación y grabación?
Nuestro proceso de creación es siempre el mismo, por lo general partimos de un boceto de Adriana y entre todos a base de jammear lo completamos. Luego la ajustamos a base de repetir y experimentar. La mezcla de estilos es consecuencia directa de que, aunque confluimos en algunas movidas, por lo general escuchamos música muy distinta desde siempre.
La grabación fue en directo analógico, en Estudios Brazil, con Javier Ortiz a los mandos. En general todo el proceso de creación fue muy duro porque solo sabemos hacer las cosas muy intensamente. Fueron meses encerrados muchas horas todos los días para prepararlo (Edu, Julia y Dani de Pandora’s Vox se cansaron de vernos las caras) y cuatro días sin descanso de grabación y mezcla. Además de que nos perdíamos mucho las primeras veces que íbamos al estudio. ¡Una vez casi acabamos en Paracuellos y teníamos que ir a Rivas!
"Nuestras vivencias dan contenido a las canciones. Se trata de algo necesario y terapéutico para nosotros"
¿Discutís mucho a la hora de montar un tema o soléis estar de acuerdo?
No, por lo general funciona todo muy rápido y con mucha facilidad. Tenemos una gran compenetración y muchos de los temas se crean en apenas cinco minutos. Otros requieren algún ajuste más y darle alguna vuelta, pero lo habitual es que salga todo rodado.
El lanzamiento del disco ha estado marcado por la censura de Velvet Love. ¿Se os ha pasado ya el cabreo?
No estamos cabreados, al menos ahora. Les diríamos que tienen cosas más importantes que censurar, nada más. Ayer mismo vimos en una red social que un vídeo con violencia explícita salía con un control de seguridad: "Este vídeo posee violencia gráfica, pulsa si quieres verlo". Es increíble que hayan creado un código para administrar y categorizar los vídeos de violencia extrema y regular su acceso, mientras que unas tetas conllevan veto instantáneo, banneos de cuenta… No se entiende.
En el disco también hay homenajes a Joy Division o la Velvet Underground, ¿Se debe a que en Canarias lo que más triunfa son las bandas tributo?
Ojalá hubiera bandas tributos de esos grupos (ríen). No se debe a eso, sino a que son nuestras influencias directas, nuestras y de todos los que hacemos este rollo.
Ahora en serio, ¿cómo creéis que ha evolucionado vuestro sonido desde la publicación?
En el disco anterior empezábamos a dejar ver que lo que se venía sería esto. Hemos pasado de la brillantez a la robustez. Nos gusta más el grito. Ahora hay más ruido en general. No renunciamos a nuestro sonido anterior, pero lo hemos transformado en algo totalmente distinto. En parte la contradicción es el concepto central del disco a nivel ideológico y sonoro.
No Control, Disorder, Crazy Mama, Depressure… ¿Estáis bien? ¿A qué se deben tantas canciones a estados mentales?
No mucho (risas), aunque no es algo buscado. Fueron saliendo así y elegimos esos títulos porque era de lo que trataban las letras: de noches largas, de semanas sin dormir, de estar perdido. Es un disco que en parte podemos decir que se ha compuesto solo.
"Es increíble que hayan creado un código para categorizar vídeos de violencia extrema, mientras que unas tetas conllevan veto instantáneo"
¿Qué es lo que más os inspira a la hora de componer?
Nuestras vivencias dan contenido a las canciones. Se trata de algo necesario y terapéutico para nosotros. Podemos estar meses sin hacer algo nuevo que nos convenza, y de repente en una hora sacar tres temas. Todo depende mucho de cuánto lo necesitemos.
¿Cuánto hay de vuestra mudanza a Madrid en No beach?
Bastante. Si cada tema del disco hace alusión a una emoción, No Beach se identificaría indudablemente con la nostalgia. Además, ya que mencionáis los homenajes existentes, No Beach es, en parte, un homenaje visual y sonoro a los Beach Fossils.
¿A quién le cantáis Thank you for being a whore?
No es a alguien en concreto. Nosotros somos por lo general gente muy sincera y a la que le gusta la honestidad. Y por desgracia la mayor parte de la gente que nos encontramos no entiende las relaciones de la misma manera, y eso nos acaba decepcionando tarde o temprano, llenándonos de rabia. Gracias a esa rabia pudimos hacer esta canción, por eso el título.
Llegasteis a Clifford Records enviando emails las 24h del día. ¿Cómo ha sido y qué supone el fichaje por Subterfuge?
Pues ha sido algo se ha cocinado muy a fuego lento. Para nosotros fue un gran ejercicio de autocontrol y de paciencia, porque teníamos muchísimas ganas de dar el salto a un sello de primer nivel, y no podríamos estar más contentos en nuestro nuevo día a día trabajando con Subterfuge. Bendito Laureano Navarra de Clifford Records por ser el único que apostó por nosotros cuando apenas llevábamos dos meses como banda, sin él no estaríamos aquí ahora.
¿Con qué momento os quedaríais de todos los que habéis vivido como banda?
Son muchos, pero si tuviéramos que elegir uno... el momento antes de salir a tocar ante el Ochoymedio lleno. Supuso nuestro debut con Subterfuge, y era un momento muy buscado y preciado para nosotros.
Estáis ya en el cartel del Tomavistas, Primavera Sound, Festival Gigante, Ebrovisión… ¿Cómo lleváis el salto de salas a festivales?
Bien, tenemos un fleje de ganas de pisar todos esos escenarios desde que empezamos a tocar. Aunque también creemos que siempre seremos un grupo de salas. Nos gusta el calor del público cerca, que la gente se suba al escenario.
Texxcoco actúan este viernes 16 en la sala Moby Dick (Madrid) y el 23 de marzo en Fun Club (Sevilla). También forman parte del cartel del festival Tomavistas (25 y 26 de mayo, Madrid).
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