14 fotosPor qué estos 14 tesoros están desaparecidos y cuál es su valorEn algún rincón del mundo se encuentran joyas clásicas de un enorme valor. Estas son algunasICON11 abr 2018 - 07:31CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace De qué tesoro hablamos. A mitad del siglo XX, los artistas británicos vivos más importantes eran Francis Bacon y Lucian Freud. Entonces aún eran amigos y se veían cada día –después la cosa cambiaría–, y gustaban de retratarse mutuamente. Los 'Tres estudios de Lucian Freud', pintados por Bacon, se vendieron hace cinco años por 142 millones de dólares (114 millones de euros), el precio más alto pagado hasta entonces en una subasta de arte. Y este tenso y perspicaz retrato de Bacon realizado por Freud fue comprado por la Tate británica el mismo año de su realización, 1952, y después prestado para diversas exposiciones por su extraordinaria calidad. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. En 1988, durante una de esas exposiciones en la ciudad de Berlín, el cuadro fue sustraído sin que nadie pudiera impedirlo. La responsable de artes visuales del British Council, que organizaba la muestra, declaró (es normal) que aquel fue “el peor día de su vida”. Nadie fue detenido por el robo. Nadie solicitó ningún rescate. Y la obra nunca volvió a aparecer. En 2001, Freud empapeló la capital alemana con carteles que ofrecían una recompensa de 300.000 marcos (unos 250.000 euros) a quien lo entregara. Sin ningún éxito. Cuál es su valor. En 2015, Christie’s colocó un desnudo femenino en gran formato pintado por Freud por la bonita cantidad de 56 millones de dólares (45 millones de euros). Unos 5 millones de dólares (unos 4 millones de euros) había alcanzado antes un pequeño retrato suyo de un muchacho, pintado el mismo año en que retrató a Bacon. Podríamos ubicar el precio de 'Retrato de Francis Bacon' entre ambas. De qué tesoro hablamos. El Templo de Salomón, en el monte Moriah (Jerusalén), allí donde según la Biblia Abraham subió para sacrificar a su hijo Isaac por orden divina, el rey Salomón habría ordenado en el siglo X antes de Cristo construir un imponente templo basado en los modelos arquitectónicos sirios y fenicios. De forma rectangular, con orientación este-oeste, en su construcción se utilizó piedra dorada de Judea y cedros libaneses y estaba ricamente decorado con relieves. En su interior se guardaba el Arca de la Alianza, símbolo del pacto del Pueblo elegido con su dios Yahveh. También debía contener, entre otras reliquias, la Menorah original, el candelabro de siete brazos citado en el Éxodo. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Tan fabulosa construcción fue saqueada varias veces, y en dos ocasiones destruida por completo durante el curso de las guerras que en la Antigüedad asolaron el Medio Oriente. La última y definitiva fue en el siglo I de nuestra era, cuando los emperadores romanos Tito y Adriano arrasaron Jerusalén. Nada quedó del edificio que, sin embargo, ha sido imaginado por numerosos artistas a lo largo de la historia. Hoy se cree que el Muro de las lamentaciones es un vestigio del segundo templo de Salomón y la buena noticia para los creyentes del judaísmo es que, según la profecía, con el advenimiento del Mesías el templo será restaurado una vez más. Nosotros no podemos esperar. Cuál es su valor. Un templo mítico edificado hace tres mil años ni se compra ni se vende: como mucho, lo reconstruye un buen Mesías. En la imagen, una reconstrucción del Templo de Salomón. De qué tesoro hablamos. En 1933, el pintor mexicano Diego Rivera recibió del magnate estadounidense Nelson Rockefeller el encargo de realizar un gran mural para el vestíbulo del Rockefeller Center en Nueva York. Rivera era uno de los pintores favoritos de Abby Rockefeller, madre de Nelson, pero también un comunista reconocido. Por eso a nadie debió sorprenderle que el resultado de su labor estuviera cargado de crítica sociopolítica, y que para colmo en él figurara expresamente el rostro de Lenin. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. La prensa se mostró escandalizada con la obra, y Rockefeller se lo tomó como un insulto personal, convencido de que el perro al que había dado de comer acababa de morderle la mano (mucho no se equivocaba). Así que en un acto de rabia y chulería propia de quien dispone de medios económicos ilimitados, hizo destruir el mural por el que había pagado 21.000 dólares (unos 17.000 euros). Pero Rivera había tomado fotografías de la obra, y se basó en ellas para reproducirla en el Palacio de Bellas Artes de México, donde aún puede admirarse. Cuál es su valor. Diego Rivera es hoy uno de los artistas latinoamericanos que alcanzan precios más elevados en el mercado del arte. Hace un par de años, su obra 'Baile en Tehuantepec', un lienzo de dos metros de alto, se vendió por el precio récord 15,7 millones de dólares (12,7 millones de euros). Si el gigantesco mural del Rockefeller Center hubiera sobrevivido y se pusiera en venta, ese importe bien podría triplicarse. De qué tesoro hablamos. Aunque la fama del 'Guernica', de Picasso, tiende a eclipsar todo lo que queda a su alrededor (incluido el museo que actualmente lo custodia, el Reina Sofía), es bueno recordar que el pabellón de la República Española en la Exposición Universal de París de 1937 contenía otras obras de arte a cargo de autores como Alexander Calder, Julio González, Alberto Sánchez o Joan Miró. Este último presentaba un mural de más de cinco metros de altura llamado 'El campesino catalán en rebeldía' o 'El segador', pintado sobre unos paneles que formaban parte de la propia estructura del edificio. El motivo se inspiraba en la revuelta de los segadores catalanes en el siglo XVII durante la Guerra de los Treinta Años. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Al terminar la exposición de París, el mural fue desmontado junto con el resto del pabellón. Miró donó al gobierno legítimo español la obra, que fue transportada a Valencia, entonces aún fiel a la República. Y allí se pierde su pista: se cree que fue destruida en algún momento durante o después de la contienda. Existen fotografías en blanco y negro que la documentan, como la que muestra a su autor mientras la realizaba desde lo alto de una escalera. Cuál es su valor. La pintura de Miró 'Estrella azul', de 1927, se vendió hace seis años por 29 millones de euros, lo que supuso un récord en una obra del catalán. Dado el enorme tamaño de 'El segador', además de sus implicaciones históricas, su precio debería ser muy superior. Claro que, no lo olvidemos, de existir pertenecería al gobierno español, con lo que quedaría fuera del alcance del mercado. De qué tesoro hablamos. Sobre el mismo solar en el que ahora se encuentra el Palacio Real de Madrid se alzaba antes otro antiquísimo palacio de origen militar que distintas dinastías reales fueron transformando, pero al que los Habsburgo dieron su configuración definitiva como una de sus típicas construcciones: presencia maciza, regia fachada e imponentes chapiteles de pizarra eran su sello distintivo. Su interior contenía toda clase de tesoros acumulados por la Casa Real a lo largo de los años. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Cuando los Borbones obtuvieron la corona española en 1700 tras la Guerra de Sucesión, necesitaban un palacio real a su imagen y semejanza. El Alcázar fue redecorado al gusto francés, pero aquel 'Frankenstein histórico' seguía sin parecerle una casa-casa a quien tenía el salón de los espejos de Versalles como referencia. En la Nochebuena de 1734, el mamotreto de los Austrias se incendió –hubo una sola víctima mortal, y nunca se aclaró del todo el origen del fuego-, y rápidamente se llamó al arquitecto italiano Juvarra para que diseñara, según la moda del momento, el mayor palacio de Europa, que es el que hoy conocemos. Aunque joyas como 'Las Meninas' pudieron ser rescatadas, más de 500 obras de arte fueron pasto de las llamas, lo que incluía cuadros de Tiziano (una Magdalena penitente o un retrato de Carlos V e Isabel de Portugal), Rubens (retrato ecuestre de Felipe IV), Artemisia Gentileschi (Hércules y Ónfale) o el mismo Velázquez (Venus y Adonis). Cuál es su valor. ¿Cuánto cuesta reconstruir un palacio real de mil años de historia? ¿Cuánto cuesta reemplazar quinientas pinturas de grandes maestros que hoy colgarían en el Museo del Prado? ¿A qué huelen las nubes? En la imagen, el Real Alcázar de Madrid hacia 1710. De qué tesoro hablamos. Una de las Siete Maravillas del mundo antiguo y quizá la más conocida de todas las que se perdieron. Se trataba de una estatua de 32 metros de altura del dios solar Helios, realizada en bronce por el escultor helenístico Cares de Lindos –discípulo del gran Lisipo- a principios del siglo III a.C.. Posaba sus pies sobre sendos podios con forma de torre de quince metros, que siempre se habían creído erigidos a ambos lados del muelle de Rodas, aunque parece que por motivos técnicos la localización debió de ser otra. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Curiosamente, tuvo una existencia muy breve. En el año 226 a.C., apenas tres cuartos de siglo después de su ejecución, fue destruida en un terremoto. Se cree que los abundantes restos fueron vendidos a un comerciante que les dio salida como placas de bronce para fundir. Cuál es su valor. Construir algo parecido a esto costaría hoy varios millones de euros, como bien sabe Damien Hirst, autor del último coloso moderno para su exposición 'Treasures From the Wreck of the Unbelievable'. Pero si por un milagro se hallara el original, su precio sería literalmente incalculable. En la imagen, la recreación del Coloso de Rodas que hizo la serie 'Juego de tronos' en la temporada 5. De qué tesoro hablamos. El pintor expresionista alemán Franz Marc tuvo el dudoso honor de ser uno de los elegidos por los nazis para formar parte de la exposición 'Arte degenerado', de 1937, con la que se pretendía ridiculizar las principales vanguardias artísticas y predisponer ideológicamente a la población en contra de las corrientes plásticas e intelectuales progresistas. “Las obras fueron confiscadas de las colecciones públicas de los museos estatales, ¡tremendo!”, subraya la historiadora Ruth Pérez-Chaves. “Y esta pieza en concreto es crucial”, añade. Su composición geométrica, no reñida con el dinamismo, y el uso emocional del color, la convierten en una gran obra típica de su autor, quizá una de las mejores. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Curiosamente, la obra fue retirada a última hora de la exposición 'Arte degenerado', porque Franz Marc había dado su vida por Alemania en la I Guerra Mundial, lo que a ojos de los nazis le otorgaba un estatus más digno que el resto de artistas “degenerados”. Fue puesta bajo la custodia del gerifalte hitleriano Hermann Göring, que la gestionó a su antojo. Una vez finalizada la guerra sencillamente se esfumó. Göring, por cierto, fue condenado a muerte en los juicios de Nuremberg, pero antes de que pudiera aplicarse la pena se suicidó. Otra obra perdida que formó parte de la exposición de arte degenerado fue una escultura de Cristo crucificado por Ludwig Gies, en paradero desconocido desde 1941. Cuál es su valor. Por una obra original de Marc se han obtenido en subasta precios cercanos a los 25 millones de dólares (unos 20,4 millones de euros). Esta podría encontrarse en un caso similar. De qué tesoro hablamos. Majestuosa estatua de unos 12 metros de altura esculpida por Fidias en oro y marfil y colocada sobre un enorme pedestal en la cella oeste del Partenón ateniense. Destacaba en ella el yelmo coronado por grifos y una esfinge, y la cabeza de la Medusa que colgaba de su pecho. Se trata de una de las obras maestras de la escultura griega clásica y, teniendo en cuenta la consideración que en la época se tenía de este tipo de monumentos, lo más parecido que hoy podamos concebir a una estrella mundial del cine o el pop. Pero tampoco: para nosotros resulta difícil entender la impresión de sobrecogimiento que sentía un griego cualquiera del siglo V a.C. al entrar en el templo y encontrase frente a frente con la diosa de la civilización y la sabiduría, la Señora de Atenas, deslumbrante en tonos blancos y dorados. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Aunque existen algunas copias de mármol en menor tamaño que han sobrevivido a los siglos y las catástrofes (la más fiel es la Atenea Varvakeion del Museo Arqueológico de Atenas, aunque hay otra versión romana en el Museo del Prado), la original desapareció por causas que todavía se estudian. Una teoría es que fue llevada a Constantinopla, y allí quedó destruida durante el asalto de los cruzados cristianos en 1204. Cuál es su valor. Como el Coloso de Rodas: incalculable. En la imagen, la Atenea Varvakeion del Museo Arqueológico de Atenas. De qué tesoro hablamos. El Monasterio de Sijena (en Villanueva de Sijena, Monegros, Huesca) es un edificio románico mandado construir en el siglo XII por Sancha de Castilla, esposa del rey Alfonso II de Aragón. No era un edificio monástico cualquiera: las religiosas procedían de las mejores familias de la zona, incluida la real. Siendo priora doña Blanca de Aragón, ya en el siglo XIV, la decoración se complementó con todo tipo de otras de arte y objetos suntuarios. Muchos de ellos ya fueron vendidos como consecuencia de las desamortizaciones del XIX, lo que paradójicamente permitió su salvación. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Durante la Guerra Civil española, el monasterio fue incendiado por las tropas republicanas. Como nos explica el historiador José María Lanzarote, “del incendio se pudo rescatar tan solo una parte del patrimonio mueble y las pinturas murales de la sala capitular, que hoy están, mutiladas y ennegrecidas, en el MNAC de Barcelona” (y son objeto de aireada disputa entre las administraciones catalana y aragonesa). Partes del edificio son en realidad reconstrucciones posteriores, como por ejemplo el claustro, que rehízo el arquitecto Chueca Goitia. Lanzarote nos recuerda que “el bando nacional también destruyó: por ejemplo, está la iglesia de San Sebastián de Madrid, que fue alcanzada por las bombas de la aviación franquista”. Cuál es su valor. Entre el edificio, los muebles, tapices, cuadros y demás elementos estamos hablando de cantidades incalculables. De muchos miles de millones, sin duda. En la imagen, el monasterio de Sijena con partes reconstruidas. De qué tesoro hablamos. Rafael Sanzio, uno de los titanes del Renacimiento, pintó este óleo sobre tabla hacia 1514, posiblemente después de su soberbia –y extenuante– labor con los frescos de las estancias vaticanas. Se ha dicho que podría tratarse de un autorretrato, pero también que el joven representado es el 'condottiero' Francesco Maria della Rovere. El príncipe polaco Adam Jerzy Czartoryski lo adquirió durante uno de sus viajes a finales del siglo XVIII y lo llevó a su país, siendo su último destino público el museo que lleva el nombre de la familia en Cracovia. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Tras la invasión de Polonia por la Alemania de Hitler en 1939, la obra fue requisada por la Gestapo y llevada a las estancias del gobernador nazi Hans Frank. Liberada Polonia, Hans huyó a Baviera con esta y otras pinturas del expolio. Muchas de ellas fueron localizadas y devueltas tras su arresto por las tropas americanas acusado de terribles crímenes de guerra. Otras –entre ellas esta obra maestra de Rafael– jamás aparecieron. Cuál es su valor. La escritora Lynn H. Nicholas dijo en su libro 'El saqueo de Europa' que si el cuadro se encontrara podría venderse por unos 100 millones de dólares (81,5 millones de euros). De qué tesoro hablamos. El padre del tenebrismo, Caravaggio, llevó siempre una vida tumultuosa, pero sus problemas aumentaron cuando en 1606 mató a un hombre en el curso de una riña y tuvo que huir de Roma. Uno de sus destinos fue la ciudad siciliana de Palermo, donde en 1609 pintó esta hermosa Natividad para el Oratorio de San Lorenzo. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Pocas desapariciones se han registrado más rocambolescas que la de esta pintura, que fue robada por la mafia siciliana en 1969 a lo bestia: cortando el lienzo con una cuchilla de afeitar. A día de hoy sigue siendo una de las obras de arte más buscadas por el FBI y los Carabinieri. Por Sicilia circulan toda clase de rumores que hablan de su destrucción como consecuencia de un terremoto o del ataque de una piara de cerdos (y no es broma). Para añadir confusión a la confusión, un mafioso arrepentido declaró recientemente que la pieza fue sacada del país por un anticuario suizo ya fallecido, y después vendida por trocitos en el mercado negro. Lo que es seguro es que lo que los visitantes pueden admirar actualmente en el Oratorio de San Lorenzo es una versión digitalizada del original. Cuál es su valor. Podría fácilmente ascender a los 20 millones de dólares (16,2 millones de euros), dado el limitado número de obras que existen de Caravaggio, sin duda uno de los mejores y más originales pintores de la historia. De qué tesoro hablamos. El autor de 'La Gioconda', Leonardo da Vinci, también lo es de esta pintura con tema mitológico de 1508 que ilustraba una de las transformaciones del dios Zeus en animal con el fin de seducir a algún ser humano, en este caso a la hermosa reina Leda. Tiene como peculiaridad la de ser la única pintura finalizada por Da Vinci con un desnudo femenino integral de la que se tiene noticia. En la actualidad se conservan bocetos previos del mismo autor, y también algunas copias posteriores de otros artistas (incluyendo un temple pintado por uno de los discípulos de Leonardo y un dibujo de Rafael). Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Esta maravilla desapareció misteriosamente del palacio francés de Fontainebleau después de 1625, última vez que se documentó su existencia en un registro del estudioso Cassiano dal Pozzo. Se cree que pudo destruirse accidentalmente. Un hecho curioso: existió otro cuadro del mismo tema de Miguel Ángel (artista muy poco prolífico en pintura), que también se perdió por causas desconocidas. Cuál es su valor. La última obra de Da Vinci que ha sido objeto de intercambio en el mercado es 'Salvator Mundi', vendido el pasado noviembre por el precio récord de 450 millones de dólares (364 millones de euros). Así que de ahí para arriba. De qué tesoro hablamos. ¿A que no sabían que el colosal efebo de mármol que puede admirarse en la Galleria de la Academia de Florencia no es el único David esculpido por Miguel Ángel? Por la misma época hizo otro, en bronce y con la cabeza de Goliath en la mano, atendiendo el encargo del francés Pierre de Rohan, mariscal de Gié. En 1508 la obra viajó a Francia, y tras otros destinos provisionales fue ubicada en el castillo de Villeroy. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. La pieza desapareció durante la Revolución Francesa, como muchas otras, por otra parte. Está también el caso de las esculturas de reyes de la Antigüedad de Nôtre Dame, destruidas por la turba furiosa que pensaba que se trataba de monarcas franceses actuales (las que pueden admirarse allí hoy se realizaron en el siglo XIX, como gran parte de la propia catedral). O el de una estatua ecuestre en bronce del rey Enrique IV por Juan de Bolonia, fundida para transformarla en un cañón. Cuál es su valor. Resulta difícil calcularlo. Hoy por hoy, la aparición de un nuevo 'David' de Miguel Ángel supondría una conmoción en el mundo del arte que, como las mejores cosas del mundo, no tendría precio. En la imagen, el 'David', de Miguel Ángel, que se puede ver en la Galería de la Academia, en Florencia.Cordon De qué tesoro hablamos. La Autoridad Portuaria de Nueva York solicitó en 1969 la realización de una gran escultura al norteamericano Alexander Calder, conocido sobre todo por sus móviles de piezas metálicas. Las tres planchas de acero inoxidable pintadas de rojo y unidas en una forma que recordaba a una hélice fueron colocadas en la plaza frente al World Trade Center, que aún estaba en construcción cuando se realizó el encargo. La obra medía casi ocho metros de altura. Cómo desapareció y por qué nadie lo ha encontrado. Durante los ataques terroristas del 11-S no solo murieron casi 3.000 personas, sino que entre las pérdidas materiales hubo también un centenar obras de arte. Esta es la más conocida, y acaso la más valiosa, pero entre ellas había también un tapiz de Miró, por ejemplo. Cuál es su valor. El total se estimó en unos 100 millones de dólares (81,5 millones de euros), pero sospechamos que podría ascender a bastante más. En la imagen, Alexander Calder junto a algunas de sus esculturas.Getty