El pleito de divorcio de Arantxa Sánchez Vicario se traslada a Cataluña
Josep Santacana, su todavía marido, retira la demanda presentada en Florida e interpone una nueva en un juzgado de Esplugues de Llobregat. La madre de la tenista acude en su ayuda
La polémica que ha estallado en torno a la separación y demanda de divorcio de la tenista Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana desde que saltó la noticia el pasado 17 de febrero ha hecho que cambien muchas cosas.
En un primer momento Santacana había interpuesto la demanda de divorcio en Florida, después la retiró y ahora ha procedido a interponer una nueva demanda pero esta vez en España, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat. El motivo de esta elección es que en esta población tenía el matrimonio su último domicilio antes de irse a vivir a Miami. Al menos este es el argumento que han utilizado los abogados del empresario: “Este Juzgado, por ser el de la nacionalidad común de las partes, tiene competencia judicial internacional para el divorcio y para el régimen económico matrimonial y está en mejor posición para valorar todas las circunstancias que rodean este caso y aplicar los capítulos matrimoniales sujetos al derecho catalán y declarar su validez, dado que el entorno de la señora Sánchez los está poniendo en tela de juicio en su feroz campaña contra el honor del señor Santacana a través de la prensa”.
La delicada situación económica de la pareja, que se ha convertido en la parte más controvertida de esta separación, podría estar detrás de este cambio. El letrado de Arantxa Sánchez Vicario, Jay Kutner, ha afirmado que la tenista no tiene ningún activo a su nombre: “Hasta donde yo sé no he visto ningún documento ni conozco ninguna propiedad que esté a su nombre, aunque no hemos acabado de investigar todos los hechos”. Por otro lado, los abogados de Santacana, argumentan en su demanda que la pareja “otorgó ante notario escritura de capítulos matrimoniales, donde consta que están sujetos en su matrimonio al régimen de separación de bienes vigente en Cataluña, y pactaron además expresamente para el caso de separación o divorcio la renuncia expresa, libre, espontánea y voluntaria a los derechos que pudieran corresponderles por razón de pensión compensatoria o compensación económica".
Las contradicciones no acaban aquí. Josep Santacana afirma que la relación conyugal había acabado hace dos años y que desde ese momento vivían en domicilios diferentes. Arantxa Sánchez Vicario ha dicho al respecto que están separados desde hace seis meses, cuando “él se fue de casa, después del verano”. Él también ha hecho públicas distintas versiones sobre la relación que mantiene con los hijos del matrimonio, Arantxa (9 años) y Leo (6). Por un lado dice que durante los dos años que llevan separados, según su versión, “los niños han estado conviviendo con os dos padres en un régimen compartido”; y por otro ha declarado que su todavía esposa no le dejaba ver a sus hijos y que su primera demanda de divorció se debió precisamente a que ella se marchó de casa con los niños sin informarle.
En paralelo, la tenista española está recuperando poco a poco las relaciones rotas con su familia. Se ha sabido que durante las pasadas Navidades pasó una temporada acompañada de sus hijos en casa de su hermano Emilio, quien vive junto a su familia en Naples a solo dos horas de Miami, y también que hace ya tiempo que se habla con su madre, Marisa, quien ha volado desde España a casa de su hijo mayor para estar allí una temporada y encontrarse también más cerca de la pequeña de la familia que ahora se encuentra en apuros.
Porque además de su proceso de divorcio, el matrimonio se enfrenta a una petición de prisión preventiva pedida por el Banco de Luxemburgo que reclama a la pareja 7,5 millones de euros que sirvieron de aval para pagar la deuda que tenían con la Hacienda española.
En una entrevista exclusiva concedida a la revista ¡Hola!, Arantxa Sánchez Vicario admitió: "El tiempo ha demostrado que me equivoqué en mi matrimonio. No me arrepiento de haber dado todo por amor, me arrepiento de haberle dado todo el control de lo que tenía. Tenía que haber separado el amor del resto de mi vida", dijo en referencia a que Santacana figura como apoderado de todas las empresas de la tenista que tras su exitosa carrera profesional acumuló un patrimonio que algunas fuentes estiman en 40 millones de euros.
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