El año pasado sorprendió con un auditorio homenaje al artista Fortuny, en esta edición, la arquitecta ha colaborado con la firma de telas Sunbrella para imaginar un vestíbulo y unas escaleras inspiradas en la naturaleza. Para ello, una corriente de lámparas con forma de flores XL crecen por el hueco del edificio hasta subir a la azotea. Entre tanto, las paredes aparecen más detalles vegetales entelados como si fueran insectos o pequeñas plantas trepaderas.Un gran jardín de cactus aparece en la cubierta de Casa Decor. Este vivero biotecnológico ha creado un pequeño jardín urbano donde los senderos de piedras guían al visitante entre diferentes invernaderos donde relajarse. “Elevamos hasta una azotea de Madrid la naturaleza y buscamos que, incluso, la vegetación crezca en las paredes con ayuda de plantas xerófitas –adaptadas a vivir en un ambiente seco y de fácil mantenimiento–”, cuenta García. El escenario se completa con una gran serigrafía de un cactus sobre una de las paredes.Una gran instalación de luz, entre el diseño y el arte, invade el espacio de Simon, la firma de material eléctrico. El artista y diseñador multidisciplinar Guillermo Santomá ha creado una sala con moqueta y paredes azules (sin enchufes) y un único artefacto o mueble transportable que actúa como eje conceptual de una vivienda dinámica. Así, el usuario interacciona con el espacio a través de los interfaces de Simon 100, escogiendo si quiere encender la luz o hinchar unos pufs, por ejemplo. Una pieza poética “entre lo artificial y la naturaleza, donde se pierden todas las fronteras”, comenta Santomá.“Quería crear un bar clandestino, muy del rollo de los locales de Nueva York de principios del siglo XX”, cuenta el decorador Guille García-Hoz, el encargado de idear este club para la firma Samsung. Para ello, a este especie de speakeasy se accede a través de una lavandería, para llegar así hasta este bar que tiene guiños al movimiento arts&crafts, con mármol y tapizados vintage. Sobre las paredes aparecen televisores The Frame que simulan cuadros con bestiarios de insectos y, sobre la barra, irrumpe casi oculta en tipografía griega una leyenda: Love is all I got (el amor es todo lo que tengo).“Mi idea consiste en crear un espacio que sea como una hoja de papel desplegada”, explica el interiorista Pepe Leal, que ha creado el único espacio de libre acceso de Casa Decor en el local situado en el bajo. Concebido como una gruta barroca en la que descubrir la nueva fragancia de Perfumes Loewe, es un fiel reflejo del talento de Leal, un decorador cuyos espacios en Casa Decor siempre se han caracterizado por su sensibilidad escenográfica.Cada año, el espacio de la Embajada de Portugal es garantía de materiales sorprendentes, artesanía novedosa y sensibilidad atlántica. Del apartamento que ha creado Beatriz Silveira nos quedamos con los muebles de tapicerías audaces, las piezas de cerámica, los toques metálicos de lámparas y apliques y especialmente la pieza en piedra que une mesa y encimera de cocina.El interiorista mexicano Jean Porsche ha forjado en la última década un estilo propio basado en la renovación de los códigos del lujo. Siempre hay un componente de emoción, de barroquismo y de melancolía en sus espacios, y el salón que firma para la compañía de venta de mobiliario Westwing, presidido por una fotografía de Slim Aarons, introduce una dosis extra de color pop.Suele haber humor, ironía y espíritu lúdico en los proyectos del estudio barcelonés Lagranja Design, y la estancia que han ideado para la tienda de mobiliario online Kave Home es una de las más sorprendentes de Casa Decor 2018. En esta sala de paso, la iluminación cae sobre muebles pintados de blanco que flotan en el espacio como escapando en estampida y proporcionan un respiro surrealista entre habitación y habitación.Sacar el máximo partido a un material interesante siempre es una buena forma de generar espacios sorprendentes, y FiPro Studio (apócope de Firenze Progetti) ha creado algunos de los objetos más memorables de Casa Decor en colaboración con la firma de mármol Budri y el artista Stefano Reolon. El resultado, un espacio de transición, conviven lo suntuario y el grupo Memphis, el lujo y la diversión y, según sus responsables, también la experiencia de usuario y la rentabilidad.
