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Porno educativo

La accesibilidad al porno obliga a educar sexualmente

Basta un clic para acceder a contenidos pornográficos, lo que obliga a educar sexualmente a las generaciones más jóvenes. Si no puedes con tu enemigo, únete a él, ¿puede la pornografía educar sexualmente?

España ocupa el decimotercer puesto en el mundo como consumidor de pornografía
España ocupa el decimotercer puesto en el mundo como consumidor de pornografíaYuri Mok (Images via Getty Images)

Debíamos de tener unos quince años. Aprovechamos que sus padres se habían ido todo el día, para encerrarnos las tres amigas en casa de Bea. Eva y yo estábamos en el salón cuando la dueña de la casa apareció con la cinta de VHS en la mano. "¡Mirad lo que he encontrado en la habitación de mis padres!". El título ya provocó las primeras carcajadas: Anal Annie and the willing husbands. Que apareciera la palabra anal nos estremeció. Allí estábamos las tres amigas a punto de ver una película con hombres con bigote y mujeres con pubis sin depilar. Las tres éramos vírgenes, las tres teníamos las hormonas disparadas y las tres nos moríamos por saber qué era eso del sexo que tanto parecía espantar a nuestros padres a tenor de que ninguna habíamos recibido la más mínima referencia sobre educación sexual.

En aquellos años para acceder a las imágenes de contenido sexual nuestros padres debían tener cintas de aquel porno porque era impensable que nosotros las alquiláramos en el videoclub. Ahora, cualquier chaval accede a los principales servidores de escenas pornográficas a través de internet y ni siquiera capando los ordenadores podemos estar seguros de que nuestros hijos no van a llegar a un portal de contenido sexual en el que normalmente la mujer lleva todas las de perder. Y ahí es donde está el peligro.

En Reino Unido quisieron cortar por lo sano. Hubo un intento por parte de David Cameron de hacer desaparecer la pornografía de todos los ordenadores, lo cual se interpretó como una intromisión en la vida privada de los ciudadanos. Este verano, se optó por pedir la tarjeta de crédito para acceder a contenidos, pero tampoco fue muy efectivo. Luis Rodríguez vive a caballo entre Reino Unido y Japón y asegura poder acceder a muchos portales pornográficos desde su móvil: "En casa como tengas WiFi, entras sin más problema en casi todos los portales de porno. Otra cosa es si lo haces desde la calle, ahí puede que te quedes con las ganas. Muchos operadores capan el contenido pornográfico directamente por si eres menor de edad".

Trailer de un documental sobre la vida de Candida Royalle, pionera directora de porno

La pornografía dirigida y producida por mujeres es la que ha cogido las riendas de mejorar la calidad pornográfica. Candida Royalle fue la pionera allá por la década de los ochenta. Mostró la parte emocional del sexo, el punto de vista femenino y se negó a que el pene del hombre y su eyaculación supusieran el culmen del éxito de las películas que producía desde su propio sello pornográfico, Femme Productions. Si no hubiera fallecido víctima de un cáncer en 2015, seguiría educando sexualmente a través del porno. Ella fue una de las primeras en atreverse con el cine hecho y pensado por mujeres, un porno absolutamente feminista que jamás humilla ni somete a la mujer.

En España, Erika Lust es nuestro máximo referente. Ella no considera que haga un porno específico para mujeres, sino un porno diferente tanto para hombres como para mujeres. Su público, de hecho, se sitúa en ambos sexos. "Muchos se ponen en contacto conmigo para darme las gracias por hacer un porno que los hombres pueden compartir con sus mujeres", dice la cineasta. "Mis películas sirven para empezar una charla, un discurso una conversación sobre sexo". Erika Lust ha iniciado toda una campaña educativa en la que el porno es el aliado de los progenitores: "Creo que tenemos que comenzar temprano a hablar con nuestros hijos de sexo. Cuando llegan a la adolescencia les da vergüenza, así que hay que incorporar la sexualidad como algo normal a nuestras charlas. Tienen que saber cómo funciona el cuerpo humano tanto el de los hombres como el de las mujeres. También tienen que aprender que ver imágenes pornográficas no es malo, está en nuestra propia naturaleza querer ver cómo es el sexo.". Lust educa con el feminismo como bandera para que el porno que entiendan, busquen y disfruten no sea el porno vejatorio y humillante típico del mainstream.

Eso mismo intentó la sexóloga Iratxe Gil con la Porno Eskola, educar sexualmente a través del porno feminista. La Federación Alavesa de Asociaciones de Padres de Alumnos de Centros Concertados (FAPACNE) lo ha impedido. Amenazaron con denunciar a los creadores de la Porno Eskola y al Ayuntamiento de Álava por haber financiado el proyecto. El motivo: los desnudos que aparecían en el folleto y en la página web de la Porno Eskola, desde la que cualquiera podía descargar la guía para educar a sus hijos a través de la pornografía feminista. 

FAPACNE es una federación de las AMPA de centros concertados de Gasteiz de corte católico y con vinculación con el Opus. Todo está dicho.

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