Un día de perros en la oficina
EL PAÍS invita a las mascotas de los periodistas a la redacción para fomentar la adopción de los animales
Es obvio para la mayoría de personas, pero la ley también lo acaba de reconocer: los animales son seres vivos “sintientes” y no cosas. Sin embargo, seguirán considerándose propiedades, es decir, que todavía se pueden comprar y vender. Con la navidad apremiando la adquisición de regalos, muchos animales pasan a ser un objeto más en la lista, sin tener en cuenta que son compañeros para toda la vida y que millones de ellos esperan en las protectoras. Los redactores de EL PAÍS, concienciados con esta realidad, han celebrado un día de perros en la oficina en el que compartieron sus historias de amistad.
Un grupo de unos diez canes ha escudriñado los rincones de la redacción de EL PAÍS. En un primer momento la estampa generó sorpresa en los periodistas que se encontraban trabajando, aunque acto seguido se han acercado entusiasmados a recibir a los animales. Pablo León, redactor, llegó acompañado de Martina una galga adoptada que no se separa en ningún momento de él. “Es emocionalmente dependiente”, cuenta. Su pareja la adoptó hace tres años, cuando se encontraba de acogida en casa de un vecino. “Este tipo de perros se emplea para correr y cuando no sirven los abandonan, aunque creemos que esta no debió correr mucho tiempo porque está poco maltratada, así que se deshicieron de ella pronto”, explica.
Mientras Martina persigue a León por la redacción, Miko, que pesa 50 kilos, juega feliz con el resto de perros ajeno a su gran tamaño. Maite Morate, su dueña, le vigila y relata cómo llegó a su vida dentro de una caja de zapatos. Apareció hace dos años y medio, a las puertas de una protectora, con sus hermanos, pero “por suerte los cuatro tuvieron padres adoptivos”.
Las galletas que los dueños han traído para controlar hábilmente el comportamiento de sus perros atraen la atención de todos. Es el único momento en el que se sientan de manera disciplinada para esperar su recompensa. Los periodistas de EL PAÍS aprovechan el momento para brindarles cariño. Concepción Blanco, invitada como responsable de la protectora Rincón de Tecla, llegó acompañada de Saltimbanqui, una perrita que tras ser atropellada y una mala operación cojea de una pata, y que necesita una casa de acogida para que la protectora pueda operarla. Aunque parece no importarle por la vitalidad con la juega con el resto. Blanco recuerda que España “es el peor país en Europa” en cuanto a abandono de animales.
Aunque los gatos y otras mascotas también estaban invitados a esta jornada, la convivencia podía resultar complicada y los redactores optaron por traer solo a sus perros. Sin embargo, quienes conviven con un gato también compartieron su experiencia de cariño y amistad, incluso cuando creían que “nunca” vivirían con uno. Como declara Blanco, “solo hay que buscar el animal adecuado para cada familia”.
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