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Tentaciones

Estas son las estrellas de rap coreano que arrasan en YouTube y querrás abrazar

Dean, Hoody o Sik-K. Músicos de Corea del Sur que tienen más en común con One Direction que con los miembros de A$AP Mob

La sombra del hip hop es más alargada de lo que creemos y, mientras soñamos con hacer tambalear nuestra paupérrima industria, no está de más una mirada a panoramas menos desoladores lejos de la gigantomaquia estadounidense. En Corea del Sur y concretamente Seúl la escena de club se encuentra curiosamente algo más atrasada que aquella deudora del rap. El género comenzó a extenderse tras la caída del gobierno militar a finales de la década de 1980, cuando el colapso de la censura y la colisión cultural de los Juegos Olímpicos de 1988 crearon el clima adecuado para un cambio gradual. En los últimos diez años, una prolífica mezcla de hip-hop y r&b nacional avanza de forma inversamente proporcional a la que andamos acostumbrados por aquí; es decir, apoyada por una industria de dos tipos, tanto mainstream como underground.

Pocos artistas de hip hop español logran colarse por la puerta de atrás de alguna major para acabar dulcificando himnos moldeados en estructuras pop pero, en el caso coreano, sucede más bien al revés. Hoy cientos de jóvenes abandonan sus grupos de k-pop para probar suerte en solitario, ligada a estos nuevos sonidos y estéticas entendidos como signos de rebeldía, subjetividad, individualismo y carácter. Como resultado, una nueva generación de raperos coreanos que exhibe una mezcla intrigante de k-pop y hip-hop, fagocitando, gracias a Internet, pedazos de la cultura estadounidense sin apenas preocuparse por la copia o marca de agua.

En 2010 nació Illionaire Records, una discográfica que a pesar de contar tan solo con tres fichajes (Dok2, Epik High y MYK), maneja una gira anual con más de 8.000 espectadores por concierto y amenudo la relacionan con el nacimiento del conglomerado mediático YG Entertainment. A partir de 2012, algunos de los MC consolidados del país empezaron a colaborar y aparecer en el panorama estadounidense. Epik High, en una versión suavecita de A Tribe Called Quest, se suben al escenario de Coachella, mientras la rapera CL es declarada la versión asiática de Nicki Minaj, acompañando a Diplo, RiFF RAFF y OG Maco en sus temas.

Al mismo tiempo, se estrenaba por primera vez y en horario de máxima audiencia un talent show exclusivamente para raperos; algo así como un Operación Triunfo de gente mejor vestida. Show me the money cuenta ya con seis temporadas de altísima audiencia. Para esta última emisión del verano de 2017 se han llevado a cabo audiciones tanto en Seúl como en New York o Los Angeles, a las que acudieron más de 12.000 personas. Los grupos de aspirantes son capitaneados por productores involucrados en la industria musical como Sik-K, Jay Park o Dean, que paradójicamente tienen la misma edad que los aspirantes.

Jay Park hizo el camino inverso, desde Seattle a Seul, como miembro del colectivo de breakdance Art of movement. Este actor, bailarín y cantante cambió la máscara de ídolo de K-pop en 2009 por la de ídolo de hip hop coreano sin ningún prejuicio, consiguiendo fichar hace unos meses por Roc Nation, discográfica de Jay-Z. En 2012 se hace viral -dos millones de visitas en menos de 24 horas- una cover de BoB con la que consiguió un contrato para un primer álbum que alcanza un multiplatino en menos de una semana. Meses antes de sacar su primer trabajo había fundado Above Ordinary Music, una discográfica indie que en menos de tres años sería absorbida como línea de contenidos por otra discográfica mayor.

Emprendedor de startups musicales, negándose a la exclusividad y sin abandonar sus responsabilidades contractuales con los señores ejecutivos presenta este mismo Mayo lo que es el primer sello transnacional. H1GHR MUSIC RECORDS aparece en el mapa con artistas tanto coreanos como estadounidenses (Groovy Room, Woogie, Yultron, Avatar Darko, Raz Simone, Jarv Dee, Phe R.E.D.S). Sik-K abanderando la marca da el salto al mainstream con Boycold, mientras se rescatan joyas desde los fangos de soundcloud como el primer trabajo de pH1 The Island Kid.

Pese a las constantes colaboraciones de los miembros de estos colectivos con artistas femeninas del k-pop, apenas ninguna mujer conseguían hueco en el panorama. Hoody, cantante de soul r&b y urban, debutó en solitario un par de años antes de ser fichada por AOMG, siendo la primera mujer artista en el sello y teloneando a Kelela durante su gira Japonesa.

Como contrapunto a esta situación, en 2015 se propuso visibilizar a las MC con una versión femenina de Show Me the Money. Se le llamó Unpretty Rapstar y en su tercera edición encumbraría mediáticamente Nada, una artista que tras presentar varias demanda al programa y perder todas sus ganancias, comienza a sumar adeptos por no claudicar ante el sistema.

Algo más alejada del star-system, la cantante Sura, en colaboración con DEAN, da visibilidad a varios de los problemas más importantes entre la población coreana; tabúes en la música hasta hace bien poco: la depresión y la meritocracia.

Del propio DEAN, productor, cantante y máximo representante del colectivo Club Eskimo, conocíamos más colaboraciones con artistas coreanos que temas propios. Este año consiguió entrar en las listas americanas con su tema Love junto a Syd de Odd Future. Del propio Club Eskimo, Offonoff sacaron en julio uno de los LPs más vendidos del verano.

Algunos raperos de Corea del Sur tienen más en común con One Direction que con los miembros de A$AP Mob. Sin embargo, muchos podrían encajar en esta segunda generación, más próxima a los Travis Scott y los Lil Yachty del mundo.

En un colorido y experimentación cercanos al último disco de DRAM nos encontramos con un jovencísimo OLNL, del que es difícil encontrar nada más que alguna frase random traducida directamente del coreano: “Me gustaría hacer música como las animaciones de Winter Kingdom, Toy Story o las películas hechas por Walt Disney, que hacen lloran incluso a bebés que no conocen la pena y a la vez se ríen de los adultos que ya han olvidado las cosas emocionantes. Eso es lo que estoy persiguiendo. Quiero hacer música que pueda hacer bailar a mi abuelo y llorar a un bebé durante una hora y 40 minutos”.

Por el margen más hipster, los editoriales de moda como Dazed o Nylon apuestan por el talento emergente de Kathy Yaeji Lee, más conocida como Yaeji, que construye desde un enfoque house y nu disco, más ligado al lado electrónico y a las voces del trap, mezclando coreano e inglés, rapeando sobre los temas antiheróicos del rap: la ansiedad, la falta de autoestima y las inseguridades bajo las sirenas raveras.

Como habréis podido observar, en esta breve pero exigente introducción a la escena coreana, toda factura estética viene resumida en clichés visuales promocionados por gigantes mediáticos en canales de YouTube, los cauces no dejan de ser estrictamente profesionales. Si no tienes pasta para rodar un videoclip decente a la mayoría de MC coreanos no se les pasa por la cabeza subir más que la cover del tema. Sin embargo, siempre hay algún rebelde en la sala y este videoclip neorrealista de George es lo más cercano a un DIY falseado que se puede encontrar. Una delicia.

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