Más pelo, más abdominales, más pecho: cómo los efectos especiales transforman los cuerpos de las estrellas

"Hubo algunas ocasiones en las que tuvieron que eliminar digitalmente mis huevos de la película". La frase la pronunció el actor Armie Hammer (California, 1986), posible superestrella del 2018, serio aspirante al Oscar por 'Call me by your name' (se estrena en España en febrero de 2018), en el programa de radio estadounidense de Andy Cohen. La película, situada en los ochenta y que relata el romance entre un universitario y un adolescente, se desarrolla durante un cálido verano italiano y Hammer (en la imagen a la izquierda) lleva unos pantalones muy cortitos. "No es solo eso", añadió el director Luca Guadagnino con sorna. "¿Entonces Armie Hammer tiene los huevos grandes? ¿Eso estás diciendo?", pregunta jocoso el presentador Andy Cohen. Bien, si muchos espectadores ya tenían ganas de ver esta película que ha conquistado a la crítica, aquí va una nueva excusa: la posibilidad de escrutar cada escena pensando si esa en concreto sería la que dejaba a la vista las partes pudendas de Hammer. En todo caso, esta no es la primera vez que una parte del cuerpo de un actor es eliminada o añadida en postproducción por necesidades de guion, de compostura o, sencillamente, de vanidad. Vamos a repasarlas.

<p>Esta historia ya la contamos con pelos (ja) y señales <a href="https://elpais.com/elpais/2017/11/22/icon/1511362013_752393.html" target="_blank">en este otro artículo</a>, pero vamos a resumir: cuando el director Zack Snyder quiso rodar escenas adicionales para 'La liga de la justicia', que se estrenó el pasado noviembre en cines, el actor Henry Cavill (Reino Unido, 1983), que da vida a Superman, estaba rodando la sexta entrega de 'Mission: Impossible', en la que su personaje lleva bigote. Y Paramount, productora y distribuidora de esta última, le impidió por contrato afeitarse. Pues bien, esta parte de su rostro tuvo que ser eliminada digitalmente de todas esas escenas rodadas adicionalmente. Se gastaron mucho dinero (en total, esas escenas costaron 25 millones adicionales) y mucho tiempo. Y lo peor: el resultado no fue el más afortunado y provocó chistes en Twitter.</p>

Esta historia ya la contamos con pelos (ja) y señales en este otro artículo, pero vamos a resumir: cuando el director Zack Snyder quiso rodar escenas adicionales para 'La liga de la justicia', que se estrenó el pasado noviembre en cines, el actor Henry Cavill (Reino Unido, 1983), que da vida a Superman, estaba rodando la sexta entrega de 'Mission: Impossible', en la que su personaje lleva bigote. Y Paramount, productora y distribuidora de esta última, le impidió por contrato afeitarse. Pues bien, esta parte de su rostro tuvo que ser eliminada digitalmente de todas esas escenas rodadas adicionalmente. Se gastaron mucho dinero (en total, esas escenas costaron 25 millones adicionales) y mucho tiempo. Y lo peor: el resultado no fue el más afortunado y provocó chistes en Twitter.

<p>Para prepararse para su papel en 'Ghost Rider' (2007), Nicolas Cage (California, 1964), ya en la cuarentena, se pasó de cuatro a cinco horas diarias en el gimnasio y días enteros en fin de semana y se sometió a una dieta estricta. Es una pena que todo ese esfuerzo se quedase empañado por una escena de apenas dos segundos en los que su personaje, sin camiseta, se mira al espejo y el espectador puede ver unos abdominales… raros. Los especialistas que tenían que eliminar digitalmente los tatuajes de los brazos del actor en esa escena decidieron dar también vida a sus abdominales, hacerlos más exagerados y, sobre todo, otorgarles un extraño movimiento. Se diría que los abdominales de Cage buscaba con desesperación llamar la atención en la escena. Un Oscar a mejor actor secundario para ellos y un Razzie para los encargados de efectos especiales. La escena, de solo dos segundos, <a href="https://www.youtube.com/watch?v=WYEjbpZRJfo" target="_blank">está aquí</a>. </p>

Para prepararse para su papel en 'Ghost Rider' (2007), Nicolas Cage (California, 1964), ya en la cuarentena, se pasó de cuatro a cinco horas diarias en el gimnasio y días enteros en fin de semana y se sometió a una dieta estricta. Es una pena que todo ese esfuerzo se quedase empañado por una escena de apenas dos segundos en los que su personaje, sin camiseta, se mira al espejo y el espectador puede ver unos abdominales… raros. Los especialistas que tenían que eliminar digitalmente los tatuajes de los brazos del actor en esa escena decidieron dar también vida a sus abdominales, hacerlos más exagerados y, sobre todo, otorgarles un extraño movimiento. Se diría que los abdominales de Cage buscaba con desesperación llamar la atención en la escena. Un Oscar a mejor actor secundario para ellos y un Razzie para los encargados de efectos especiales. La escena, de solo dos segundos, está aquí.

'Waterworld' (1995), una de las producciones más costosas y con uno de los rodajes más caóticos de la historia del cine, no necesita precisamente engrandecer su anecdotario. Pero el ejemplo es llamativo por ser uno de los primeros ejemplos de retoque digital cuando el retoque digital ni siquiera estaba tan evolucionado como hoy. Según informó en su día la revista 'Newsweek', una de los semanarios más influyentes del mundo, Kevin Costner (California, 1955) exigió que sus entradas fuesen retocadas digitalmente. El actor negó esta noticia durante una entrevista con la CNN.

$La noticia la dio otro semanario, 'Time', en mayo de 1991, y esto sí que tenía mérito: dado que hace 26 años ('El gran halcón' es de 1991) el retoque digital no era ni tan siquiera un sueño, en este caso de Bruce Willis (Alemania, 1955) el truco se hizo pintando cabello fotograma a fotograma por un equipo de expertos. La película, que costó 45 millones de dólares, fue uno de los mayores fracasos de los noventa.$

La noticia la dio otro semanario, 'Time', en mayo de 1991, y esto sí que tenía mérito: dado que hace 26 años ('El gran halcón' es de 1991) el retoque digital no era ni tan siquiera un sueño, en este caso de Bruce Willis (Alemania, 1955) el truco se hizo pintando cabello fotograma a fotograma por un equipo de expertos. La película, que costó 45 millones de dólares, fue uno de los mayores fracasos de los noventa.

Según la web especializada Hollywood.com, los gerifaltes de Disney, que produjo el que fue el último gran éxito de Lindsay Lohan (Nueva York, 1986) en el cine ('Herbie: a tope' es de 2005), consideraron que los pechos de la actriz eran demasiado llamativos para una película dirigida a un público infantil y juvenil. Los técnicos de Disney tuvieron especial cuidado con las escenas en las que la actriz saltaba de un coche a otro.

Hasta ahora hemos visto como los efectos son utilizados para destacar (u ocultar) atributos físicos de los intérpretes, pero en este curioso caso fue utilizado para mejorar una interpretación, lo cual abre un interesante debate. En una escena de 'Diamantes de sangre' (2006) en la que el personaje de Jennifer Connelly (Nueva York, 1970) tiene una charla telefónica con el que interpreta Leonardo DiCaprio, el director Edward Zwick consideró, ya en la fase de montaje, que no había suficiente drama en la escena. Así que pidió al equipo de efectos especiales que se añadiese una lágrima en el rostro de la actriz. Una medida un tanto extraña (especialmente en una actriz de talento que podría haber llorado si eso exigiese la escena inicialmente), pero que cobra sentido si tenemos en cuenta que ese efecto especial, aunque costoso, no era tan caro como volver a rodar la escena.

Sí, como si fuera necesario. El reparto de '300' (2007), la película de Zack Snyder que hizo más por los gimnasios que cien años de marketing (ha creado su propio entrenamiento, "la tabla 300"), consistía en actores con unos físicos privilegiados y espectaculares. Empezando por su protagonista, Gerard Butler (Escocia, 1969), que se sometió a un régimen brutal y a un entrenamiento que en ocasiones superaba al de profesionales. Sin embargo, el director, Zack Snyder (que ya apareció en esta lista por eliminar el bigote de Superman), consideró que no era suficiente y recurrió a la postproducción para marcar aún más los abdominales en algunas escenas. Eso sí, según él mismo aclaró en una entrevista, "el 99 % de los que veis es gracias al sudor y el trabajo".

No es que Angelina Jolie (California, 1975) no tenga un cuerpo espectacular que mostrar, y lo ha hecho a menudo en el cine. Pero el caso de 'Beowulf' (Robert Zemeckis, 2007) fue diferente. La película siguió la técnica que el director ya había usado en 'Polar Express' (2004): se llama captura de movimiento y graba a actores reales para luego trasladar sus movimientos a un modelo digital. Dado que hay un desnudo de Angelina Jolie en la película, la oportunidad era perfecta para usar el de otra mujer y después añadirlo digitalmente. Y así lo hicieron. La elegida fue la modelo Rachel Bernstein. ¿El motivo más plausible por el que Angelina no enseñó el suyo, que no necesita doble alguno? Estaba embarazada de su hija Shiloh Nouvel.