11 fotosLas mujeres detrás de la mitad de los partos de GuatemalaLas comadronas mayas atienden buena parte de los alumbramientos del país, pero no tienen medios suficientes ni reconocimiento por elloEl PaísGuatemala - 15 nov 2017 - 13:46CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceGraciela Vásquez, coordinadora de comadronas de Totonicapán, y representante legal en el amparo presentado contra el Ministerio de Salud, lleva atendiendo partos desde que tenía 15 años. El problema más importante, a su juicio, es la discriminación y el racismo hacia las parteras. Marta Calel, de 23 años, un día después de haber dado a luz a su segundo hijo, está acompañada de su comadrona, Estela. Marta explica que en el hospital le recomendaron hacerse una ecografía y tener a su hijo por cesárea, pero no tenía recursos para hacerlo.Una adolescente de 14 años, en su quinto mes de embarazo, es atendida por una comadrona en Tamahú, el área maya pocomchi’ de Alta Verapaz. Una media de 2.000 niñas entre 10 y 14 dan a luz en Guatemala cada año. Las comadronas reciben capacitaciones mensuales en el Ministerio de Salud de Guatemala; es un requisito para que obtengan un carnet que les permitirá atender partos e inscribir niños en el Registro Nacional de Personas.Algunas de las comadronas asistentes esta capacitación, que tuvo lugar en Raxruhá, Alta Verapaz, salieron de sus comunidades a la una de la mañana para caminar seis horas antes de llegar al centro donde se imparten los conocimientos.Una enfermera ofrece una clase a las diferentes comadronas sobre los primeros momentos de vida de un niño en Raxruhá. Con la ayuda de un muñeco les habla sobre diferentes signos de alerta que pueden percibir en un recién nacido. Aunque la mayor parte de comadronas son mujeres, también algunos hombres realizan este trabajo que implica conocimientos ancestrales mayas. En el hospital de Santa Catalina la Tinta, Alta Verapaz, su director, Douglas Ovalle, ha prohibido que las comadronas de este municipio atiendan partos. Ahora, denunciado ante la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA), argumenta que estas mujeres no cuentan con los conocimientos necesarios para atender partos. María Celedonia, comadrona de San Juan Comalapa, Chimaltenango, está aprendiendo a escribir a sus 68 años como una de las formas de poder inscribir a los recién nacidos que atiende en el Registro Nacional de Personas.En algunos departamentos, las comadronas han recibido a lo largo de los años kits de instrumentos para poder atender en los partos. Con el amparo presentado ante el Ministerio de Salud, las comadronas piden que el estado les entregue insumos.María Celedonia atiende a una paciente de 40 años que ha llegado a su consulta con la sospecha de estar embarazada. Esta cuenta que fue al centro de salud, pero al no saber español, no logró hacerse entender por el personal del hospital.