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Nathalie Emmanuel y su ‘spin off’ feminista

La actriz de Juego de Tronos convierte uno de los 'challenges' del año en un alegato contra la misoginia

Isabel Valdés

¿Qué harías tú por sexo? era la pregunta que lanzaba (de manera bastante más explícita) en un videoclip el pasado abril GameOva Reedy, una rapera de Nueva Orleans. Aquello se convirtió en uno de los challenges que han llenado los timelines de las redes sociales este 2017 y que se ha ido viralizando de forma intermitente. #ForTheDickChallenge fue el original de Reedy, que cambió a #ForThePussyChallenge si era un hombre quien aceptaba el reto.

La cuestión era colgar en redes sociales un freestyle de rap contando qué haría cada cuál para conseguir tener sexo con un hombre o una mujer en concreto y que acabó derivando en versiones tan machistas como misóginas por parte de artistas de ambos sexos; raperos como Cardi B, 21 Savage o Erykah Badu —esta última más soul que rap—  improvisando letras que aluden a la "propiedad" de los cuerpos, la sumisión o la violencia verbal y física.

Entre todos esos mensajes catastróficos en la batalla de la igualdad, en su Instagram, Nathalie Emmanuel (sí, Missandei en Juego de Tronos) cuelga unos versos que convierten el reto en un alegato contra la misoginia y el machismo: "No he rapeado en mi vida, así que lo siento por adelantado, pero decidí hacer mi propio spin off para las mujeres del #forthepussychallenge".

Las cifras de ONU Mujeres sobre cualquier ámbito o hecho relacionado con los problemas de la mujer, siguen revelando el largo trecho que queda para conseguir una igualdad real y la eliminación de la violencia.
Las cifras de ONU Mujeres sobre cualquier ámbito o hecho relacionado con los problemas de la mujer, siguen revelando el largo trecho que queda para conseguir una igualdad real y la eliminación de la violencia.ONU Mujeres

Emmanuel, uno de los personajes feministas más claros de la serie de HBO —sobre la que pende el debate continuo de si es o no machista—, creó una letra en la que cada verso era una declaración de intenciones o una crítica contra estereotipos y patriarcado. Entona sobre empoderamiento, lucha, libertad, igualdad, respeto, poder de decisión sobre el propio cuerpo, derecho a decir no y que sea respetado; y añade una petición final: "Queremos un mundo seguro".

Estamos, sin embargo, lejos de conseguirlo; el último informe anual de ONU Mujeres habla de la violencia contra la mujer como la violación a los derechos humanos más extendida en el mundo. Las cifras publicadas por el organismo internacional y la OMS coinciden: indican que alrededor de una de cada tres (35%) mujeres en todo el planeta han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

En un mundo como este, en el que la violencia se repite a distintos niveles en distintas partes del mundo aparentemente sin fin, mutando y colándose en cualquier rincón, los mensajes contra ella son esenciales. Challenges, hilos de Twitter, cuentas de Instagram y hashtags... No importa el formato ni el canal, la vida online ya no es un apéndice de la rutina, sino que forma parte de ella.

En ella, intangible pero real, nació la viralidad, un concepto para definir la propagación rápida de la información que está cada vez más asociado a la cantidad (cuánto tráfico genere en Internet) y no a la calidad. Sin embargo, si de repente sirve para propagar un mensaje a favor de la igualdad, bienvenida sea la viralidad.

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Sobre la firma

Isabel Valdés
Corresponsal de género de EL PAÍS, antes pasó por Sanidad en Madrid, donde cubrió la pandemia. Está especializada en feminismo y violencia sexual y escribió 'Violadas o muertas', sobre el caso de La Manada y el movimiento feminista. Es licenciada en Periodismo por la Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Su segundo apellido es Aragonés.

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