Mireya Ramírez López, habitante de Juchitán, perdió su casa y ahora duerme en la calle. "En el terremoto se dañó la casa y se partió. Luego, el sábado, terminó de caerse. Ahora vivimos aquí, en la calle, y con las lluvias necesitamos que nos apoyen", menciona la damnificada.Daniel Villa (El País)En el Estado de Oaxaca hay más de 70.000 viviendas dañadas, de las cuáles 35.084 presentan daños parciales, 21.041 han sido declaradas como no habitables y más de 14.000 son pérdida total, según un informe del Gobierno estatal.Daniel Villa (El País)La casa de Amelia Luis Luna, habitante de Juchitán, tuvo que ser derrumbada después del sismo.Daniel Villa (El País)María Lourdes Núñez y su padre duermen frente a los escombros de su casa en unos catres junto con otras 10 familias. "Aquí estamos más seguros", menciona Núñez.Daniel Villa (El País)Mayra Sánchez, cuya casa quedó inhabitable tras el sismo en Juchitán, es la encargada de un comedor comunitario que se instaló en la calle de su vivienda, en la colonia Guadalupe.Daniel Villa (El País)Algunos vecinos de Juchitán con una situación más favorable que los damnificados han instalado centros en los que comparten alimentos para los más afectados, como es el caso del comedor comunitario que atiende Mayra Sánchez.Daniel Villa (El País)Justo Pineda Chávez aún vive en su casa con su esposa, sus dos hijos, su madre, su hermana y sus dos sobrinos. Su vivienda sufrió daños considerables tras el sismo y será demolida en enero.Daniel Villa (El País)Juan Carlos Oceguera y su esposa quedaron atrapados por unos minutos, después del sismo, cuando les cayó encima una barda de su casa. Su esposa está en la capital y ha sido operada de la rodilla, el fémur y la cadera.Daniel Villa (El País)Alrededor de 450 personas pasan la noche en la Unidad Deportiva Che Gómez, donde se improvisó un albergue con lonas y catres.Daniel Villa (El País)Algunos de los damnificados en Juchitán recorren los centros de acopio a los que llegan ropa y víveres de diferentes partes de México.Daniel Villa (El País)Tras el terremoto, Expedito Álvarez Guzmán tiene que someterse a una diálisis a la intemperie. Su vivienda está cuarteada y las nueve horas diarias de tratamiento las tiene que pasar en la calle.Daniel Villa (El País)El día a día de muchas familias de Juchitán es el de las familias Aquino y Matus, quienes tienen que dormir en carpas improvisadas, en las zonas donde se encontraban sus viviendas.Daniel Villa (El País)
