11 fotosLas mujeres mexicanas muestran determinación tras el terremotoLas mujeres están trabajando en las labores de rescate y recolectando alimentos y medicinas 27 sept 2017 - 09:43CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMyrna Mogul se ajusta sus guantes durante la búsqueda y rescate en un edificio que colapsó durante el terremoto en Ciudad de México. A raíz del terremoto esta actriz de teatro independiente abandonó el escenario para una escena completamente distinta. Se puso un casco y comenzó a cavar entre los escombros para ayudar a encontrar a aquellos que estaban atrapados. "Ya seas un hombre o una mujer debes ayudar, como ser humano. Encontrar gente viva o muerta pero encontrarles para que la gente pueda seguir con sus vidas. No tiene nada que ver con tu género, tu edad, clase o profesión, tiene que ver con tu capacidad de ayudar a otros como ser humano".Natacha Pisarenko (AP)Ilya Monforte, una maquilladora de 40 años, lleva naranjas para los rescatistas que trabajan en un edificio colapsado tras el terremoto en Ciudad de México. Ilya es voluntaria a cargo de alimentar al equipo de búsqueda y rescate y a la policia militar. "Durante los últimos tres días no necesitábamos dinero, era como vivir en el socialismo, el objetivo global de estos días era ayudar a los demas, cuidarlos, quererlos. En cada esquina puedes encontrar gente dando".Natacha Pisarenko (AP)Abigail Carino Marin cocina para aquellos que se han quedado sin casa por el terremoto en Atzala (México).Natacha Pisarenko (AP)Frida Islas Rueda, estudiante de 22 años, posa para una foto cerca de los escombros de un edificio colapsado por el terremoto 19 de septiembre en Ciudad de México. Frida no recuerda el devastador terremoto de 1985 que dejó miles de muertos en la ciudad. Ella estaba estudiando cuando se produjo el terremoto el pasado día 19 de septiembre que dejó sin electricidad su colegio. Anduvo durante seis horas hasta casa y empezó a ayudar en los rescates inmediatamente. "Ayudo porque la gente necesita apoyo. No los conozco. Quito escombros, traigo provisiones y alimento a animales asustados. Es triste ver la ciudad así, pero la unión entre los ciudadanos me reconforta. No podría quedarme en casa sabiendo cómo está la ciudad ahora mismo". Natacha Pisarenko (AP)Luna Zetina posa para un retrato fuera de un edificio colapsado tras el terremoto mientras espera noticias de su primo en Ciudad de México. Zetina está trabajando para compartir información de primera mano con miembros de su familia de Angel Javier Saucedo, de 27 años, que se encontraba en las oficinas de la esquina de Álvaro Obregon y Yucatán cuando el terremotó golpeó la ciudad. Natacha Pisarenko (AP)Mariana Mancera, una maquilladora de 35 años, posa para un retrato frente a un coche aplastado durante el terremoto en Ciudad de México. Mancera, cuya familia tiene un restaurante, es voluntaria proporcionando comida a aquellos que buscan supervivientes entre los escombros. "Si no puedo trabajar quitando piedras y escombros entonces haré otra cosa para darles la energía para que ellos hagan su trabajo"Natacha Pisarenko (AP)Lizabeth Yazmin Lopez es una voluntaria del equipo de rescate. Con su casco y su chaleco reflectante se unió a la tarea de desescombro para buscar supervivientes en Ciudad de México. "Tenía 14 años durante el terremoto del año 85, era una Girl Scout. Fui voluntaria en el centro de donaciones pero tenía miedo. Ahora en 2017 tengo mucha fuerza y esperanza. La tragedia te hace valorar tu vida y como sociedad, unidos, podemos llenar este país de amor y esperanza".Natacha Pisarenko (AP)Juana Villanueva, 41, sujeta la foto de su madre, Carmela Meresis, que murió en una inglesia que colapsó durante el terremoto en Atzala (México). Juana perdió a sus dos hermanas, a su cuñazo, a dos sobrinos en el terremoto que ocurrió durante un bautizo al que asistían. "Debemos tener voluntad porque Dios nos dejó vivir. Estamos vivos por una razón, tenemos que elevarnos por encima de todo y ayudarnos los unos a los otros. Esto es muy duro pero si no damos todo lo que tenemos y buscamos fuerza y valentía de donde podamos, ¿quién lo hará? Si no nos ayudamos espiritual y emocionalmente, caeremos. Tenemos que tener voluntad porque la vida sigue".Natacha Pisarenko (AP)Veronica Aguilar Naranjo abraza a su hija, Veronica Villanueva, de 11 años mientras miran hacia un edificio derruido dónde se están llevando a cabo labores de rescate tras el terremoto en Ciudad de México. Verónica Aguilar dijo que trajo a su hija para mostrarla la importancia de ayudar de cualquier manera posible para afrontar una tragedia. Cuando ocurrió el terremoto se encontraba en un supermercado y corrió a casa a por su hija, "los primeros días no salí de casa por el miedo. Pero he decidido salir para que mi hija pueda ver lo que está ocurriendo, para quea consciente. Para que vea que cuando puedes ayudar, debes ayudar. Entre los mexicanos hay mucho amor. Cuando algo malo ocurre sabemos que todo el mundo se implica".Natacha Pisarenko (AP)Nadia Rosas en la casa de su tía marcada con spray para marcar que la casa ha sido declarada en ruinas por el terremoto en Atzala (México). Nadia se mudó con su tía, de 68 años, depués de que el terremoto destrozara todo. "En esta catástrofe nos unimos como hermanos, como gente, como mujeres"Natacha Pisarenko (AP)La doctora Karen Pina Fragoso posa para un retrato en una casa que se está utilizando como casa segura para guardar objetos personales recuperados de entre los escombros en un edificio de apartamentos que colapsó durante el terremoto en el barrio de Condesa, en Ciudad de México. Karen ha coordinado las tareas de cuidado médico de quienes eran rescatados de la estructura, entre rescatadores, doctores y ambulancias. "No tener nada que decir a los familiares de aquellos que están atrapados me hace sentir inútil. He sacado a tres personas con vida, lo que ha merecido cada gota de esfuerzo de estos días. Lloré cada vez que encontramos a alguien".Natacha Pisarenko (AP)