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Tentaciones
SIN FILTRO

Gente que llora por el cierre de la sala Arena pero nunca va a conciertos

Ya sucedió con el Café Comercial, el Mercado de Fuencarral o el Nasti. La gente lamenta la desaparición de locales míticos a los que no prestaba atención cuando estaban abiertos

Por supuesto que alguna vez fui a la sala Arena. Allí vi por ejemplo a Built to Spill, Against Me, Gnarls Barkley, Entombed, Herman Dune, Los Nikis o -este mismo verano- C. Tangana con Agorazein. Estaba en pleno centro y programaba algún concierto interesante pero, como tantas otras salas de Madrid, el sonido era pésimo y había una zona desde la que ni se veía el escenario. El precio de la bebida y el trato de los seguratas, pues eso, como el de tantas otras salas de Madrid. ¿Por qué entonces, ahora que cierra, todo el mundo lamenta su desaparición? ¿Qué sentido tiene idealizar un lugar mediocre al que no prestabas atención cuando estaba abierto?

Nadie a quien le guste la música pone en duda que es una pena que los directos de tamaño medio se vean desplazados por los macrofestivales y conciertos de estadio. Es un gustazo deglutir un bolo, muchas veces entre semana, acompañado de la poca gente de tu ciudad a la que también le gusta esa banda que está de gira. Pero la realidad es que, por poner solo un ejemplo reciente, parte el corazón ver que un grupazo como Ho99o9 (suele vender todo en EEUU y Europa) estuvo tocando para cuatro gatos este mes en la sala Caracol.

“El café Comercial, el Mercado de Fuencarral, el Chamizo, el Nasti, los cines Luchana… lugares emblemáticos que, al anunciar su cierre, despiertan una nostalgia exacerbada en redes sociales”

Es algo que ya sucedió antes con otros locales míticos como el café Comercial, el Mercado de Fuencarral, la librería Fuentetaja, el Chamizo, El Nasti, los cines Luchana... lugares emblemáticos que, en el momento de anunciar su cierre, despiertan una nostalgia exacerbada en redes sociales. Como si a quienes lloran su fin en Facebook les hubiesen extirpado un órgano vital, a pesar de que nunca hicieron nada por su viabilidad. No sería mala idea pararse a pensar que negocios echaríamos de menos si se esfumaran y desde ya apoyarlos con nuestra presencia y peniques.

Situada en el número 1 de la calle Princesa, al lado de la Plaza de España, la sala Arena cierra sus puertas tras 19 años de actividad y un total de 1.655 conciertos de artistas de todos los géneros. Su director, Pepo Perandones, confirma que “el mismo Hotel que llevaban montando encima de la sala 3 años (con grave perjuicio para la logística de los conciertos, por cierto) ha ganado la partida” y da las gracias “por todo a todos”, especialmente a la "gran disposición que ha habido siempre, tanto por parte de técnicos locales como promotores y sus respectivas crews".

“Acudamos a las salas que siguen en pie. Quizá de ese modo no echen la persiana o, si lo hacen, sentiremos que hemos puesto nuestro granito de arena para evitarlo.”

DEP Marco Aldany, Heineken, Arena, como la quieras llamar… pero por suerte siguen en pie Trashcan, Wurlitzer Ballroom, Siroco, Delia Records, Wharf 73, Ochoymedio, La Faena, Moby Dick… Consultemos qué artistas van a desfilar próximamente por los numerosos sitios que todavía sobreviven y acudamos todos en masa. Quizá de ese modo no echen nunca la persiana o al menos, cuando lo hagan, sentiremos que hemos puesto nuestro granito de arena para tratar de evitarlo. Venga, nos vemos en Swans, Girlporrl, OMNI, Dirty Fences, Princess Nokia, The Gories, Abel Ferrara…

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