_
_
_
_
PORQUE LO DIGO YO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Disney cruel

Javier Bardem no es el único que prefiere no poner a sus hijos las películas clásicas de la factoría de animación

Lucía González
Úrsula le quería robar la voz a Ariel y le dio estas razones: "Hablando mucho enfadas a los hombres / Se aburren y no dejas buen sabor (...) / ¿No crees que estar callada es lo mejor?".
Úrsula le quería robar la voz a Ariel y le dio estas razones: "Hablando mucho enfadas a los hombres / Se aburren y no dejas buen sabor (...) / ¿No crees que estar callada es lo mejor?".

La congoja por ver a la madre de Bambi entre llamas es un clásico de la infancia. Tú esperabas las aventuras de un cervatillo y toma, primer bofetón de Disney. No sería el único: la crueldad hacia Dumbo o Cenicienta, la impotencia de Simba para salvar a su padre… Todo bien cargado de drama, nada de muertes poéticas como la de David El Gnomo convirtiéndose en árbol.

Un productor de Disney indicó hace años dos razones por las que tantas cintas tenían protagonistas huérfanos: la muerte de un progenitor era un recurso para acelerar la madurez del personaje y, además, el propio Walt Disney había perdido a su madre en un accidente.

Intuyo que la familia de Javier Bardem y la mía no son las únicas que evitaban la parte del incendio. El actor ha contado en estas páginas que no les pone a sus hijos las películas clásicas de Disney porque le parecen “muy crueles”.

A mí me puede la nostalgia y me las trago las veces que haga falta. Pero alucino al darme cuenta de que las protagonistas de mis cintas favoritas siempre tenían que ser salvadas por algún tipo o que Úrsula le aconsejaba a Ariel (La Sirenita) que siendo una chica mona estás mejor calladita. ¡Solo me acordaba de la canción del cangrejo Sebastián!

No solo cambiamos nosotros, también lo hacen algunos dibujos. En casa estamos viendo, en parones interrumpidos por Peppa Pig, la versión del siglo XXI de Heidi, con dibujos más modernos y el imperdonable sacrilegio de haber modificado la sintonía de la cabecera. Y ahí tengo yo otro drama.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lucía González
Jefa de Desarrollo de Audiencias de El PAÍS, ha sido coordinadora en 'Verne' y en la sección de local de Madrid. Antes trabajó en 'El Huffpost' y elmundo.es y se formó en las agencias EFE y Fax Press. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Analítica Digital por la escuela Kschool.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_