13 fotosDiez basureros que ‘resucitaron’ como parquesParajes contaminados que han vuelto a nacer como zonas verdesJaime Ripa19 abr 2017 - 13:27CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceFresh Kills (Nueva York, EE UU) tuvo el dudoso honor de ser, durante varios años, el basurero más grande del mundo. Ubicado en Staten Island, isla famosa por su cinematográfica playa y sus asentadas comunidades de irlandeses e italianos, esta explanada de unas 900 hectáreas fue hasta su cierre en 2001 el mayor vertedero estadounidense. A raíz de la bonanza que inundó Estados Unidos tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el paraje de Fresh Kills, compuesto en su mayoría de humedales y vegetación ribereña, se erigió como el lugar idóneo donde acumular los excesos de basura generados en la ciudad de Nueva York. A él, en la década de los 90, llegaban unas 33.000 toneladas de residuos diarias. Desperdicios que formaban montículos de más de 60 metros de altura.FOTO: WIKIMEDIAEste enclave neoyorquino, tres veces más grande que Central Park, apunta en la actualidad a ser la zona verde urbana más importante de Nueva York de aquí a 2035. El plan, puesto en marcha en 2008 por el estudio de arquitectura James Corner Field Operations (en la imagen, una recreación del proyecto finalizado), ambiciona devolver al paraje sus tradicionales humedales, su topografía original y su fauna autóctona. Dividido en tres fases, el rebautizado Freshkills Park contará con cinco áreas diferenciadas que albergarán actividades educativas, culturales y deportivas. Además, el parque velará por la sostenibilidad energética: dispondrá de un área de paneles solares de 18 hectáreas y de un sistema de conversión de residuos en gas natural que para abastecer a más de 2.000 viviendas de la zona. Todo ello con el 'skyline' más famoso del mundo en el horizonte.FOTO: DEPT. OF PARKS AND RECREATIONEl cinturón Krupp condensó durante gran parte de los siglos XIX y XX la esencia del paisaje industrial alemán. Situado en Essen, ciudad donde la familia Krupp forjó su imperio, las siderurgias se extendían en un área de 230 hectáreas y flanqueaban la ribera del Ruhr. Las emisiones y los residuos derivados de aquel periodo fabril intensivo, protagonizado por las fundiciones de metales, dañaron gran parte de los terrenos de la comarca.FOTO: ESSENSTADTImpracticable durante más de 200 años, las autoridades locales y el propio consorcio Krupp (ThyssenKrupp AG desde 1999) pusieron en marcha un plan para revertir el deterioro del área industrial de Essen. Desde el cierre en 1986 de su última mina de carbón, Essen se ha ido convirtiendo en una urbe verde. Su espíritu lo encarna la rehabilitación del cinturón Krupp, en el que se han construido canales (basándose en las corrientes subterráneas naturales del lugar) y corredores verdes. La guinda la pone el Krupp Park, un espacio público aún en expansión cuyas 23 hectáreas se asientan donde se alzaba una fábrica de acero fundido inutilizada tras la Segunda Guerra Mundial. Por sus acciones sostenibles, Essen ha sido nombrada en 2017 Capital Verde Europea.FOTO: ESSENSTADTEn Tel Aviv (Israel), una capa de más de 25 millones de toneladas de basura cubría por completo la montaña Hiriya (en la imagen) y entorpecía la vista. Para detener su expansión y recuperar los terrenos adyacentes, un estudio de arquitectura se propuso crear una zona verde de 800 hectáreas que se integraría en el ya existente parque Ayalon (nombre del río que surca la ciudad israelí). El nuevo espacio se bautizó como Parque Ariel Sharon. Inaugurado en 2014, alberga un anfiteatro con capacidad para 50.000 personas, rutas para practicar senderismo y ciclismo, campos de atletismo y humedales que, mediante una capa de bioplástico, están protegidos del contacto con el suelo contaminado. El proyecto, que se dará por finalizado en 2020, fue premiado por el Centro Europeo de Arquitectura en la categoría arquitectura del paisaje.FOTO: STATEOFISRAEL (FLICKR)El único vertedero de Singapur se ubica en la isla de Pulau Semakau. A este recinto de 350 hectáreas, aislado por una barrera de arcilla y rocas, llegan unas 200.000 toneladas de residuos sólidos y cenizas al año. Inmerso desde 2005 en un proceso de desmantelación y con 2045 como fecha límite, este vertedero es una mancha controlada y menguante dentro de Semakau, un paraíso natural en el que viven más de 700 especies de animales y plantas, algunas amenazadas. Por norma, los visitantes de la isla son acompañados por vigilantes para salvaguardar la biodiversidad. Aquí, además, se llevan a cabo acciones medioambientales: existe una 'guardería' donde se vela por el crecimiento de los corales y se hacen censos periódicos de la vegetación y de las esponjas marinas de la región.FOTO: ROLAND TAGRA (FLICKR)El béisbol, un deporte de cada vez más popular en Hong Kong, tiene ahora sus campos oficiales de entrenamiento en el antiguo basurero de Sai Tso Wan. Antes de su resurrección en 2014, Sai Tso Wan albergaba 1,6 millones de toneladas de residuos y un poso perenne de gases tóxicos. Ahora, con sus áreas de ocio cubiertas de moqueta plástica reciclada, el complejo se erige como parque de atracciones de la sostenibilidad: mientras paseamos podremos ver paneles solares, sistemas para el aprovechamiento del agua de lluvia y turbinas eólicas.FOTO: ENVIRONMENTAL PROTECTION DEPARTMENT HONG KONGA principios del siglo XX, el constructor Michael Degnon, artífice del puente de Williamsburg, se propuso edificar un gran puerto industrial en la bahía de Flushing (Nueva York, EE UU). Para ello comenzó a rellenar los terrenos (en su mayoría marismas) de la obra con cenizas de carbón y basura proveniente del distrito de Brooklyn. Durante más de 30 años, en las praderas de Flushing se llegaron a acumular unos 38 millones de metros cúbicos de desechos. Una montaña de ceniza de 27 metros de altura que se llegó a bautizar como Monte Corona.FOTO: ARCHIVO HISTÓRICOPor el ahora cuarto parque público más grande de Nueva York, el Flushing Meadows-Corona Park (363 hectáreas), pasan miles neoyorquinos al año. También extranjeros: desde 1978 el parque acoge anualmente el Abierto de los Estados Unidos de tenis, un torneo que atrae a aficionados de todo el mundo y que es uno de los cuatro principales de este deporte. Ha sido, además, el lugar de celebración de dos Ferias Mundiales. En las diferentes etapas de su rehabilitación, impulsada a raíz de la designación de Nueva York como anfitriona de la Feria de 1939, el terreno ha sido nivelado y se ha extraído gran parte de las cenizas vertidas a comienzos de siglo. La fauna lacustre y la vegetación que puebla el parque están protegidas. Las instalaciones se han multiplicado: las deportivas (campos de béisbol y fútbol, 'skateparks') se cuentan por decenas y una de ellas, el Flushing Meadows Natatorium, dedicada a la natación, es el mayor centro recreacional de cualquier parque de Nueva York.FOTO: JENNIVERE KENLON (FLICKR)Eucaliptos, ruinas y majestuosos árboles pueblan el Cleland Park, una de las subáreas de la Chambers Gully Reserve de Adelaida (Australia). Este antiguo vertedero local fue reconvertido en zona verde durante la última década gracias al trabajo constante de cuadrillas de voluntarios y vecinos, que poco a poco limpiaron el lugar, despejaron los senderos y replantaron vegetación en los espacios que dejaban libres las vías de tren que circundan el parque. El Cleland Park, espacio protegido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, organiza visitas guiadas en las que se puede contemplar su fauna más icónica: serpientes, lagartos y las estrellas del parque, los famosísimos koalas.FOTO: WIKIMEDIAEl parque natural del Red Rock Canyon fue tierra de canteras y gravas. También de basuras: en este imponente enclave natural del estado de Colorado (EE UU), John S. Bock impulsó en 1970 la construcción de un vertedero de unas 53 hectáreas. Allí se abandonaban desperdicios industriales y residuos de la actividad minera. En 2003, las autoridades de la ciudad de Colorado Springs compraron los terrenos del cañón con el objetivo de transformarlo en un parque público y poblarlo de senderos transitables y áreas verdes para acampar.FOTO: WIKIMEDIAEn el vertedero de Jinkou, ubicado en la ciudad de Wuhan (China), se acumulaban unos tres millones de metros cúbicos de basura. Después de un proyecto medioambiental de tres años de duración, este basurero es ahora un lugar destinado a alojar exposiciones y eventos de ocio. Su revitalización, que siguió tres líneas maestras (reciclaje, reutilización y protección ambiental) ha mejorado la vida de más de 200.000 habitantes y ha recuperado más de 50 hectáreas de terreno en las que se han plantado especies autóctonas. Se han minimizado, además, los riesgos de explosiones y escapes de metano provocados por la acumulación de tóxicos. La resurrección de Jinkou, premiada en 2015 por el C40 Cities Climate Leadership Group, se inauguró con la celebración de la décima exposición internacional de flores y jardinería.FOTO: C40Antes conocido como el vertedero de Gardner Street, el Millennium Park de West Roxbury, ubicado en pleno Boston (EE UU), es el resultado de un programa político impulsado por el fallecido exalcalde Thomas Menino. La iniciativa, considerada el primer paso en la conversión de Boston en una de las ciudades más verdes de Estados Unidos, ambicionaba limpiar y reverdecer las principales estructuras urbanas de la ciudad. El Millennium Park, un zona de unas 40 hectáreas con vistas al 'downtown' bostoniano, dispone de campos deportivos, aulas al aire libre, anfiteatros y un camino de diez kilómetros para bicicletas, además de un embarcadero donde montarse en una canoa y navegar por el río Charles.FOTO: ASLA