Jota (Los Planetas): "Si un artista pierde la credibilidad no tiene nada"
Tras un cuarto de siglo de vida, Los Planetas se resisten a dejarse llevar. En Zona temporalmente autónoma siguen indagando en el flamenco, pero añaden los textos más políticos de su carrera
Conseguir que J descuelgue el teléfono no es tarea fácil: la renuencia (¿o desconfianza?) del líder de Los Planetas hacia los medios de comunicación es ya legendaria. Pero una vez que está al otro lado de la línea, el granadino comienza a hablar sin filtro sobre Zona temporalmente autónoma, el disco con el que su banda rompe siete años de espera desde su álbum anterior, solo rota por el EP Dobles fatigas. Precedido por una Islamabad que ha recibido elogios y despertado sorpresa —por lo explícito de su posicionamiento político y la inclusión de letras de Yung Beef— conversamos con él de política, religión, indie, trap y el peso de la tradición.
Zona temporalmente autónoma toma su nombre de una obra del ensayista Hakim Bey (alias de Peter Lamborn Wilson). En él, se habla de "liberar la propia mente de los mecanismos que han sido impuestos sobre ella". ¿Cómo haces tú para liberarte de esos mecanismos?
"El indie y el trap tienen en común que usan las grietas del sistema para comunicar sus ideas"
Manteniendo una visión crítica sobre la realidad. Tienes que ser consciente de lo que está pasando y saber distinguir lo que es verdad de lo que no, lo que es manipulación, separar la información real de la falsa. Hay que tener los ojos abiertos. También hay otras cosas que ayudan a despertar esa conciencia, como la meditación trascendental o las drogas psicodélicas.
En los 90 publicasteis una canción irónica como Vuelve la canción protesta y, aunque ha habido temas de Los Planetas con un trasfondo social, nunca habíais publicado nada tan político como Islamabad. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Vuelve la canción protesta es una canción muy concreta, una cara B de un single, y estaba dedicada a un tipo de artistas de esa época como Ismael Serrano, que eran una recuperación de los cantautores de la transición que yo creo que no aportaban mucho en ese momento. Y todas las canciones de Los Planetas creo que tienen un trasfondo político, todas intentan transmitir una idea crítica de lo que está pasando. A veces no son muy explícitas, o se centran más en cómo es imposible que funcionen las relaciones personales dentro de un sistema capitalista. Otras, como Ciencia ficción, son más explícitas. Islamabad también lo es porque ahora el poder se ha quitado la máscara: estamos viendo el robo masivo delante de todo el mundo.
¿Cómo afecta el capitalismo a nuestras relaciones personales?
Las hace imposibles porque el dinero para las clases no elitistas es limitado y se necesita mucho tiempo y energía para obtener el suficiente como para sobrevivir. Eso impide que te puedas ocupar de otros asuntos más espirituales. Una diferencia fundamental con otros de nuestros discos es que los anteriores están hechos para derribar el capitalismo y este está pensado desde otra perspectiva, desde la idea de que el amor es posible en otro sistema económico. Muchas de nuestras canciones anteriores eran más agresivas, pero ahora intento llegar a una reconciliación.
En Islamabad hay referencias al Corán, y en varios momentos del disco se desprende una idea de misticismo, algo que se ha podido ver en otros momentos de vuestro pasado. ¿Desde qué punto de vista te acercas a lo espiritual o lo religioso?
Me interesa el estudio de lo que no se ve, lo que no se conoce. Es muy parecido a la psicodelia: un intento de trascender la visión del ser humano, lo que pueden captar nuestros sentidos. Hay un mundo que nuestros ojos no ven y nuestros oídos no escuchan, pero que existe. Ese concepto está muy claro en nosotros desde el principio. Se puede llamar místico, trascendental o como se quiera. En este disco volvemos a hablar de ello, y de cómo encontrar una nueva perspectiva para acercarse a todo eso que el ser humano no puede percibir.
La religión se suele asociar a alienación desde muchos sectores de opinión. ¿Estás de acuerdo con ello?
Sí, absolutamente. Hakim Bey dice que esta alienación proviene de una organización jerárquica con unos líderes religiosos o políticos que provocan esta situación. El problema no son los textos sagrados o la cultura antigua, que son libros que están abiertos a interpretación; el problema es la jerarquía que se encarga de interpretarlos según unos intereses económicos o políticos. Hakim Bey propugna una sociedad no jerárquica e igualitaria en la que todo el mundo tenga poder y que las decisiones se tomen de forma conjunta y no dictadas por una élite.
A mucha gente le ha sorprendido que en Islamabad incluyas elementos de Redy pa morir, de Yung Beef. ¿De qué manera se puede conectar lo que hace él y Pxxr Gvng con Los Planetas?
Ellos tienen los pies en el suelo, están explicando las cosas que están pasando ahora y de la forma en la que la gente explica las cosas ahora. Es una forma nueva, a veces políticamente incorrecta, y con las cosas nuevas siempre hay una respuesta por parte de la gente que no quiere que las cosas cambien. Hay gente que no quiere que otros se expresen y digan lo que piensan, o que quieren imponer una corrección política sobre el arte, que es una cosa bastante ridícula. Eso tiene que ver con lo que nosotros hemos hecho siempre.
"Necesitamos que los medios de comunicación global se liberen, que sean de la gente"
¿Encuentras alguna conexión más con la escena trap actual y el indie de los 90?
Claro que hay cosas en común. Por ejemplo, se están organizando al margen del sistema, usando las grietas que deja para comunicar sus ideas, y están consiguiendo hacerlo de forma muy potente y llegar a mucha gente.
Siempre has defendido que el indie era un "movimiento de resistencia". ¿Sigues pensando lo mismo al ver la escena indie actual?
Eso es lo que era originalmente y lo que significa realmente, pero las palabras van cambiando de sentido. De nuevo, los medios de comunicación pervierten un poco la idea. En España se considera indie a todo lo que viene de la escena que surgió en los 90, de los festivales, los medios especializados… una escena que ha crecido muchísimo y ahora mismo se ha convertido en la escena principal. Antes los artistas salían desde los medios mainstream y ahora están surgiendo desde este otro circuito, y entonces aparece mucha gente que no tiene ni idea de qué era eso. A medida que va entrando el dinero de las marcas y se van imponiendo sus criterios, va perdiendo su sentido original. Volvemos a Hakim Bey: las zonas son autónomas temporalmente porque cuando el poder detecta que están creciendo las va absorbiendo y disolviendo, así que hay que volver a crear otra zona donde poder desarrollar una convivencia igualitaria.
¿Por qué crees que Los Planetas es el único grupo de esa generación que ha tenido siempre un reconocimiento constante?
Nosotros empezamos a trabajar en una multinacional porque en ese momento no había un circuito independiente, era muy precario, y esa plataforma nos ayudó mucho a llegar a la gente. Como teníamos una cultura crítica ya sabíamos cómo funcionaban esas empresas, y peleamos con ellos para poder dirigir nuestra carrera, pero otros grupos que estuvieron en multinacionales no lo hicieron. Se dejaron manipular y perdieron su credibilidad. Y si un artista pierde su credibilidad no tiene nada. Nosotros siempre hemos tenido mucho cuidado en nuestras decisiones.
Hay un antes y un después en Los Planetas con La leyenda del espacio, el disco con el que empezasteis a profundizar en el flamenco. Sin esa decisión, ¿crees que Los Planetas podrían haber seguido adelante?
Cualquier artista que quiera mantenerse activo tiene que hacer cosas nuevas, no puede estar haciendo siempre lo mismo. Nosotros intentamos encontrar ideas nuevas, cosas que no son fáciles de encontrar. Por eso investigamos en el flamenco, además de porque es la cultura de nuestra tierra. Con Internet pudimos tener acceso a discos antiguos a los que antes no podíamos encontrar, y también a raíz de conocer a Enrique Morente, que tenía muchísima información y era muy generoso compartiéndola, descubrimos que nuestra labor además era apoyar esa cultura, sobre todo en una época de globalización en la que las culturas dominantes intentan eliminar a las culturas periféricas.
Hace poco has comentado que, en tu opinión, el capitalismo está agonizando. ¿Qué crees que nos espera después?
Necesitamos otro tipo de organización económica si queremos adaptarnos al planeta y a la realidad. El capitalismo se basa en el agotamiento de los recursos, y es evidente que no es viable. Yo creo que ahora mismo el capitalismo está dando sus últimos coletazos con Trump, Rajoy o Marine Le Pen… son los últimos estertores. Habrá que encontrar otra manera de organizarse. Ahora tenemos medios de comunicación global, podemos compartir la información de forma más eficaz, y lo que necesitamos es que esos medios se liberen, que sean de la gente y no de unos propietarios particulares que las usan para beneficiarse económicamente. Habrá que partir de ahí.
El rock, ese palo del flamenco
Uno de los hilos fundamentales del disco es la reivindicación de la guitarra como instrumento fundamental que hace que la música se democratice", explica J sobre otro de los ejes fundamentales de Zona temporalmente autónoma. "Es el primer instrumento que es democrático, que es fácil de tocar, con el que puedes acompañarte rítmica y armónicamente. Y eso donde pasa por primera vez es en Andalucía, que es donde se inventa la guitarra, con el flamenco. Una de las ideas del disco es que toda la música hecha con guitarras viene de ahí. Por lo tanto, el rock and roll sería un palo del flamenco que se inventa en EE UU en los 50, pero para el que se usa la misma guitarra, con la misma afinación". Tras haber abrazado la tradición, para J también cambia el concepto de autor. "Toda creación parte de una cultura previa, esto es evidente", defiende. "No hay nada que salga de la nada, ningún artista se saca algo nuevo de la chistera. Eso no existe. Todo viene de un conocimiento previo, de la memoria, de las cosas que has escuchado, de lo que has sentido… Yo creo en los artistas como continuadores de una tradición cultural".
Los Planetas actúan en los festivales Interestelar (Sevilla, 19 y 20 de mayo), Atlantic Fest (Ila de Arousa, 30 de junio al 2 de julio), FIB (Benicàssim, 13 al 16 de julio), Contempopranea (Albuquerque, 21 y 22 de julio) y Santander Music (3, 4 y 5 de agosto).
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