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No diga ‘low cost’ cuando puede decir ‘asequible’

Los textos de moda en español están llenos de anglicismos

Es habitual sumergirse en una sopa de anglicismos leyendo textos de moda en español, como crop top, jeans, low cost, trench, must have y outfit. Los más jóvenes, Instagram y sus etiquetas confirman la tendencia. Mientras #hoodie, una de las prendas que ha arrasado esta temporada, cuenta con más de cuatro millones de entradas, #sudadera no llega a 100.000. Lograr mayor visibilidad, inyectar unas dosis de encanto y abrir una puerta más allá de nuestras fronteras son algunos de los motivos por los que periodistas, editores, blogueros y fotógrafos usan de forma habitual palabras en inglés.

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A comienzos de verano, la RAE lanzó en 2016 la polémica campaña “Lengua madre no hay más que una”, en la que ridiculizaba el exceso del uso de términos anglosajones en publicidad. La Fundéu —Fundación del español urgente— cuenta con un glosario de la moda en el que ofrece alternativas “para evitar el uso abusivo de extranjerismos”. En el documento hay palabras sin traducción como babydoll, halter o peep toe, al lado de muchas otras que sí la tienen: una prenda oversize es holgada; un must have es un imprescindible; y el front row, la primera fila. Javier Lascurain, coordinador de la Fundéu, comenta en la web que esta moda responde “al desconocimiento de nuestro propio idioma o la fascinación por lo ajeno”. Su postura es clara: si existe una palabra en español para describir el término en inglés, hay que optar por el castellano. Sin embargo, hay diversas opiniones en cuanto a si desaliñado tiene el nivel de connotación de grunge o si a la moda abarca la multitud de significados que se desprenden de cool.

El poco uso del vocabulario propio en español también tiene que ver con la escueta bibliografía que existe al respecto. Más de 15 años después de su primera edición, en 1999, sigue en las librerías el Diccionario de la moda, de la periodista Margarita Rivière, publicación de cabecera tanto para escuelas como profesionales. Otros títulos más recientes, como Moda A-Z. Diccionario ilustrado, de Alex Newman (2014) o Diccionario visual de la moda (2008), son traducciones de ediciones extranjeras.

Aunque cada vez más revistas españolas se preocupan por recuperar y potenciar el uso del español, se antoja complicado preservar la lengua de la invasión de anglicismos en un mundo cada vez más conectado. Teniendo en cuenta eso, Rosanna Ryan, la profesora de Inglés de la diseñadora Ana Locking, lanzó en octubre The Fashion English Bible, un libro para usar el inglés con propiedad en el entorno de la moda más allá de las expresiones más manidas. 

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