Abai Schulze y su apuesta por la marca Etiopía
Por Hortense Hawa Djomeda (*)
Abai Schulze nació en Etiopía y pasó la mayor parte de su infancia en un orfanato católico en Adís Abeba antes de ser adoptada por una familia norteamericana cuando tenía unos once años. Mientras crecía con su nueva familia en Texas, aprovechaba las vacaciones para regresar a su tierra natal, como becaria o como voluntaria durante sus años de estudiante. Durante esas estancias, trabajó con artesanos y diseñadores, ayudándoles a crear sitios web para promocionar sus productos en el mercado internacional. Aquello le permitió mantener el contacto con su cultura y su gente a la vez que veía cómo funcionaban los negocios en su país, viviendo de primera mano la transformación económica que se operaba en su país, algo que avivó su deseo de volver algún día.
Abai Schulze / Afrisol Events
Al principio, su plan era estudiar en una escuela de negocios y luego, después de adquirir algo de experiencia laboral, fundar su propia empresa. Pero, al graduarse, entró como becaria en la Overseas Private Investment Corporation, una agencia que trabaja con los países emergentes. También trabajó durante un breve período en Ashoka, una ONG que promueve la emprendeduría social. Fue mientras trabajaba allí que pensó que había llegado el momento de poner en marcha su idea de empresa. “Cambié de idea y decidí lanzarme”, declaró posteriormente. "Pensé, si fracaso, soy aún muy joven, puedo volver a empezar”. Así, en el año 2013 dio un paso adelante y se fue a Etiopía. “No se puede llevar este negocio en la distancia”, dijo. “Tenía que dejarlo todo y centrarme en ZAAF.”
ZAAF, el nombre de la empresa, viene del amárico y significa “árbol”. En palabras de su fundadora el nombre se explica porque “ZAAF tiene como objetivo la producción de ramas sólidas de un nuevo crecimiento económico y seguridad entre los artesanos y las comunidades que contribuyen a sus productos. El verdadero crecimiento económico tiene que ver con la producción de productos de alta calidad que puedan competir en cualquier lugar en este mercado global”, afirma.
La joven etíope ha conseguido combinar su formación en desarrollo económico, su pasión por el arte y su creatividad para convertirla en una marca de éxito. ZAAF busca crear unos productos únicos, abrir oportunidades para los artesanos locales y promover la marca Etiopía.
De hecho, en su tesina en la universidad analizó el potencial de Etiopía para exportar productos textiles. “Quería emprender en ese sector pero al final el capital inicial era demasiado importante y hacía falta tener experiencia de primera mano en el sector”, precisó Schulze. Luego se dio cuenta que Etiopía tenía el mejor cuero del mundo y que se exportaba a los países europeos como materia prima para varias marcas.
“Y quise aprovecharlo”, dice. “Por qué no hacerlo en casa, con mi propia gente, añadirle valor, exportarlo para promover y reposicionar la marca Etiopía”, añade.
Dejaron claro que sus productos estaban hechos por artesanos talentosos que se formaron para mejorar sus habilidades. “No son gente a la que les decimos simplemente que junten piezas”, dice Abai. “Estamos intentando competir con marcas internacionales, y queremos que la gente nos compre basándose en eso”. Y eso se refleja en el lenguaje que usan para promocionar ZAAF.
Los diseños de ZAAF integran dibujos geométricos atemporales creados con cuero sobre telares tradicionales. Tejedores habilidosos cuentan los nudos meticulosamente para producir dibujos con una fantástica combinación de color y estilo. Esto confiere a los bolsos y accesorios de ZAAF un aspecto único que, en palabras de su fundadora, “ha atraído el interés de los medios y ayudado la marca a crecer”.
Tampoco descuidan su relación con los clientes. Primero conectan con ellos a travès de las redes sociales, comprometiéndose a ofrecer un excelente servicio al cliente. “Si un cliente no está satisfecho con un producto, nos comprometemos a rehacerlo”, afirma Schulze. Asimismo, otra forma de tener a sus clientes satisfechos es invertir en su equipo. ZAFF crea incentivos para ellos basados en sus necesidades y deseos. De esta forma, al fidelizar a sus empleados, consiguen que creen productos de alta calidad. Porque, según afirma Abai, “si se tiene una alta rotación de empleados, uno no puede producir de forma constante y tampoco puede satisfacer a los clientes.”
ZAAF es sin duda una celebración de la cultura local y la artesania etíopes.
(*) Hortense Hawa Djomeda es togolesa. Aterrizó en España en 1989 gracias a una beca de la AECID. Estudió traducción y también se especializó en comunicación política e institucional. Además de traductora, escribe y suele participar en conferencias y encuentros sobre literatura africana y la realidad socio-política del continente africano. Inquieta, curiosa, apasionada de la cultura en todas sus formas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.