_
_
_
_
Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

El extraño caso de los tiburones que aprendieron a vivir de los pescadores

En Papúa, los tiburones ballena han modificado sus hábitos y se aprovechan de los humanos.

Después de varios días de navegación llegué por fin al lugar tan especial que venía persiguiendo en este viaje a Papúa, en la isla de Nueva Guinea. Buscaba el extremo sur de la bahía de Cenderawasih, donde se produce uno de los mayores espectáculos del mundo submarino: la concentración de tiburones ballena que han aprendido a comer de las redes de los pescadores.

El tiburón ballena es el pez más grande de la tierra. Pertenece al superorden de los tiburones, aunque tiene dimensiones de cetáceo. Puede alcanzar hasta 16 metros de largo. Por fortuna no tiene dientes (¡sería el Tyrannosaurus Rex de los mares!): se alimenta de plancton y cardúmenes de pequeños peces.

Por eso se le considera el gran viajero pelágico, un vagabundo del profundo azul que pasa la vida deambulando por los mares, abriendo su enorme boca para tragar toneladas de agua y filtrar el plancton que esta arrastra.

En todos los mares del mundo... menos en este punto concreto de Papúa. Os lo explico.

Los pescadores papús de la bahía de Cenderawasih practican un original sistema de pesca desde bagangs, plataformas de madera flotantes parecidas a las bateas gallegas de mejillones, que anclan al fondo de la bahía, a unos sesenta metros de profundidad. Por la noche enciende potentes focos para atraer a las anchoas, que capturan con redes.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Los pescadores pasan aquí temporadas largas y no tienen sistemas de refrigeración ni posibilidad de enviar las capturas a tierra. Cada cuatro o cinco días llega una lento prahu indonesio de madera desde Nabire (5 horas de navegación) con cajones con hielo para retirar las capturas. Mientras tanto las mantienen vivas dejándolas en las redes sumergidas, hasta que llegue el siguiente prahu.

Sin que nadie sepa el porqué ni cuándo empezó el fenómeno, los tiburones ballena que frecuentaban esta bahía de Papúa se acostumbraron a subir a superficie para succionar las redes de las bagangs y sacar el jugo del pescado e incluso comerse las anchoas que los pescadores usan de cebo para sacar con sedal otros peces más grandes.

De modo inexplicable, un animal marino migratorio se convirtió en residente, al menos de forma temporal, y ya no viaja para comer plancton, sino que merodea por la bahía para subir hasta las bagangs para darse su atracón diario de pescado gratis.

Hemos podido bucear con ellos varios días para rodar un documental y el espectáculo ha sido sobrecogedor en cada inmersión. Una mañana, por ejemplo, tuvimos a cinco enormes tiburones ballena dóciles como perrillos durante horas y horas, turnándose de manera ordenada para obtener su ración de comida. Subían, se ponían en vertical y sacaban su enorme cabeza para tragar. Quienes practican el submarinismo saben que ver un solo tiburón ballena de refilón es una gran suerte. Tener cinco a la vez nadando junto a ti durante horas.... es tan inusual como que te toque dos veces el Gordo de la lotería.

Fue como presenciar una coreografía acuática en primera fila del patio de butacas. Gigantes del mar que se mueven de forma grácil y majestuosa. Monstruos poderosos pero inofensivos que jugueteaban con nosotros, se nos acercaban para observarnos con sus pequeños ojillos y pasaban el día remoloneando entre las redes, no sabemos si en busca de comida o de entretenimiento. Para los pescadores era un improvisado pasatiempo que rompía el tedio de una vida dura a bordo de las bagangs; incluso se bañaban e interactuaban con ellos

Una de las experiencias más emocionantes de mi vida como submarinista.

Se sabe muy poco del tiburón ballena en general, ya que pasa la mayor parte de su vida a profundidades inalcanzables para el ser humano. Y se sabe menos aún del comportamiento de estos ejemplares de la bahía papú de Cenderawasih.

Durante estos días hemos aprendido algunas cosas. La primera: su comportamiento está influido por la luna. Los días de luna llena y los dos o tres siguientes, desaparecen. Lo habíamos leído en algún informe y los propios pescadores de las bagangs nos los confirmaron: con luna llena, “no sharks”. Pero además pudimos comprobarlo en carne propia porque llegamos a la zona donde es más habitual observarlos, frente a las costas del distrito de Yaur, un día después de la luna llena de febrero.

Esa jornada solo vimos dos ejemplares, uno de ellos juvenil. Y al día siguiente, ni uno, y eso que recorrimos varias bagangs en su búsqueda. Así que decidimos irnos a explorar otras zonas de la bahía y volver tres días después.

Y en efecto, pasado el influjo de la luna llena, los tiburones ballena estaban de nuevo en su rutina diaria.

Deben tener algo de licántropos.

Este post fue publicado originalmente el 15 de febrero de 2012 y se repone ahora dentro de la campaña de relatos de verano 2016.

 

Comentarios

¡Impresionante!La de cosas que hay que ver ahí debajo, una vez que bajas la primera vez ya no se te pasan las ganas de volver y seguir descubriendo.
Sin palabras. Jamás había oído hablar de tal especie. La verdad es que desde mi ordenador se siente una sensación de paz, pero creo que dentro del agua tendría mis ciertos reparos. Las fotos son excelentes. Gracias¡¡¡
Estar junto a estos animales debe ser una experiencia difícil de explicar.
Ya me parecía a mi que algo no cuadraba, además, amigo, seis o siete dias sin tuitear ( o como se diga) . Esto sin que son 'afotos' del murcianico y del otro (dále un beso de mi parte y díle que su apellido siempre me recuerda la infancia, tiene apellido de TBO). Ese tiburón ballena se asemeja también a este viajero audaz del reportaje en el mundo de los viajeros que tratan de vivir de contar sus viajes. Como anda lejos el Blas, hago el 'chincha' yo, cuidadín, cuidadín con los tramperos. Una de las experiencias más emocionantes de tu vida es decir mucho. Felicidades por conseguirlo y ya contarás a cómo se vende el repor y dónde. Un besazo de ésta que no verá los fondos marinos más que a través de los ojos de otros.
Espectacular Paco!! No había oído hablar antes de estos tiburones y las fotos son una pasada. Estaré atento para leer lo que te dijeron los pescadores. ¡Qué envidia poder disfrutar de un buceo así!. Saludos
Eso sí es que te toque la lotería!!!!!!!!. Preciosas fotos y preciosa experiencia sentida y narrada. Yo los fui a ver a Mozambique, pero sólo pude avistar uno en la superficie. Me conformé con eso, pero después de leer este estusiasmado relato, vuelvo a soñar de nuevo con bucear cerquita de ellos. A disfrutar de la lotería que te ha tocado por muchos años!!!!!!!!!!!!! Una pasada!!!!!!!!!!
Te ha tocado la loteria, el euromillones, el cupón de la once y si juegas al mus un solomillo de mano. Estoy esperando más fotos. ¿Tienes grabado todo? ¿Y decías que no había peces grandes?
Un lujo, estos bichos siempre viven en sitios oscuros y profundos, debe ser impresionante nadar con ellos. Y un fantástico trayecto, este viaje.A Irian Jaya (o Papúa), Norman Lewis le dedica varios capítulos en su libro sobre Indonesia "Un imperio en Oriente". Habla sobre todo de las tribus pero es muy interesante. Saludos.
sON UNA BELLEZA ! Q QUE BIEN Q ALLI LOS CUIDAN PORQUE LOS JAPOSESES LOS MASACRAN ..................EN QUINTANA ROO MEXICO ....SON GUIAS DE TURISTAS
La verdad es que en las aguas cerca de Holbox, en el caribe mexicano de Mayo a Julio se puden ver y nadar con estos mismos tiburones ballenas y en grupo de 20 a 40 , no es nada raro hasta los niños nadan con ellos y no digamos los turistas. Efectivamente son criaturas preciosas pero vamos al alcanze de la mano de cualquier humano.
Impresionantes fotografías, ya que este tipo de tiburones no suelen ser fáciles de localizar y fotografiar. Enhorabuena y sigue dando os envidia.
magnificas fotografías. Y magnifica experiencia. Debe ser una suerte llevar una vida así.
Para mí también supuso unas de las mejores experiencias de mi vida! Soy una fan de los dominó, que es como se llaman en Holbox (México). Espero poder repetir la experiencia! :-)
¡¡DIOS SANTO Y BENDITO¡¡ que maravillosas fotos, quiero ir mañana mismo y vivir esa experiencia........¡QUE SUERTE¡
increible tu experiencia. me da mucha envidia (sana), y unas ganas de salir a bucear ahora mismo, o huir a las canarias al menos q en barna esta fresco para meterse al agua ;) seguire tus posts sin duda. suerte!
DIOS!!! es impresionante! que pasadaaaaaaaaaa
Querido Paco/con/dos/cojones: Un viaje espectacular. He venido a 'internete' y me he dicho 'voy a visitar al 'experto viajero', y me he encontrado con unos 'posts' alucinantes. Enhorabuena. De verdad. Un abrazo desde el Lago Tana. Otro p'al Alpanez, que tiene que ser un tio acojonante.
es maravilloso me encanta que os lo esteis pasando tanbien un fuerte abrafo
hola, Perdoname, soy belga y me gustaría encontrar alguien para hablar . Estoy aprendiendo la idioma español pero no tengo el hábito de hablar. Tengo 66 años. Quiza, Usted, tambien jubilado? esté en la posibilidad de contactarme por SKIPE : mi nombre es "stijnenbart "
Espectacular
Espectacular lo que estas haciendo! Saludos desde Argentina!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_