Ni las niñas ni los niños quieren ser políticos de mayores

Ni las niñas ni los niños quieren ser políticos de mayor. El 45,8% de los menores que han participado en la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor?, que ha realizado Adecco, empresa de recursos humanos, han contestado que no les gustaría ser gobernante como opción profesional. “Años atrás, cuando les preguntabas qué profesión no querrían desempeñar en el futuro (todas las preguntas son abiertas), los políticos no se mencionaban. Era habitual la respuesta: barrendero. Pero el rechazo hacia nuestros dirigentes se ha disparado. Sus respuestas son el reflejo del desencanto de la sociedad hacia los que nos gobiernan”, explica Margarita Álvarez, portavoz de Adecco. En el estudio de 2013, los políticos entraron por primera vez en la lista de las ocupaciones menos codiciadas por los más pequeños.

La empresa encargada del estudio, que se hace desde hace 12 años, ha comprobado que las preocupaciones de los adultos, que se registran en la encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), como la corrupción o el paro, son las mismas que inquietan a los niños. “En este doceavo sondeo (1.200 entrevistas a niños de entre cuatro y 16 años) muestran su rechazo hacia la clase política, pero en 2012, los menores nos hablaban de su preocupación por la prima de riesgo, por la crisis económica que azotaba al país.”, aclara Álvarez.

La empresa encargada del estudio ha comprobado que las preocupaciones de los adultos, que se registran en la encuesta del CIS, como la corrupción o el paro, son las mismas que inquietan a los niños

Aunque no consideran la política como una aspiración, más del 24% sí elegiría a alguno de los actuales candidatos a la presidencia del Gobierno. Mariano Rajoy (7,6%) es el favorito entre los pequeños, seguido por Pedro Sánchez (5,6%), Pablo Iglesias (4,2%) y Albert Rivera (3,6%). En el orden de preferencia de sus mayores en las últimas elecciones. A los líderes de los partidos políticos les siguen los músicos para ocupar la Moncloa. Casi el 20% de los menores, elegirían a cantantes como Malú o Justin Bieber para gobernar el país. Después de los políticos y artistas, se decantan por los deportistas de élite (12%) —más los chicos que las chicas— como los gobernantes ideales. Los favoritos son Leo Messi, Cristiano Ronaldo o Josep Guardiola.

También hay sitio para dibujos animados (5,5%) como Homer Simpson, personajes históricos como Karl Marx o de inspiración divina como la Virgen María o Dios. No faltaron los que optaron por no dejar el Gobierno en manos de personajes públicos. Es el caso de un catalán, de 16 años, que afirmó que no conocía a ningún famoso que pudiera hacerlo bien. O a los que les da igual un presidente del Gobierno que otro “mientras nos de becas y no se quede nuestro dinero”, afirmó una madrileña de 10 años.

Los youtubers, community manager, gamers o bloggeros han ganado adeptos.

Cuando los peques se pronuncian sobre lo que sí les gustaría hacer cuando sean adultos, aparecen diferencias entre sexos. “Otro dato que dice mucho sobre nuestra cultura y nuestra educación”, matiza Álvarez. La profesión favorita de ellas, profesoras (28,4%) y ellos, policías (14,9%). Por primera vez en los 12 años de vida de este estudio, la policía adelanta a los futbolistas en el orden de preferencia de los niños.

Los youtubers, community manager, gamers o bloggeros han ganado adeptos. Estas “nuevas ocupaciones” se colocan en la tercera posición (con un 9%) entre las prioridades de los chicos, mientras que en las encuestas de otros años tenían una aparición casi anecdótica.

En términos generales, al 29,2% de las niñas les gustaría enfocar su futuro al mundo de la enseñanza y la formación, mientras que al 22,7% de los niños le gustaría dedicarse al deporte. En segundo lugar, el 15,6% de ellas escoge una profesión que esté relacionada con la salud, y los chicos prefieren ingresar en alguno de los cuerpos de seguridad del Estado (22,4%). Este patrón se ha repetido desde los inicios de la encuesta: las niñas se decantan por oficios vinculados al altruismo y la vocación de servicio mientras que los chicos apuestan por el reconocimiento personal y profesional.