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El escándalo de piratería a famosas tiene un segundo culpable

Un estadounidense de 28 años se declara autor del llamado 'celebgate', que en 2014 reveló fotografías íntimas de Jennifer Lawrence, Kate Upton, Kirsten Dunst y Cara Delevingne

La actriz Jennifer Lawrence.
La actriz Jennifer Lawrence. Cordon press

Un segundo hombre se ha declarado culpable del escándalo de piratería de 2014, conocido como celebgate, en el que él y otro individuo —que reconoció el delito en marzo de este año— filtraron fotografías íntimas de 300 personas, entre ellas de momentos privados de decenas de famosos, entre los que estaban las actrices Jennifer Lawrence, Kate Upton y Kirsten Dunst o la modelo -y hoy actriz- Cara Delevingne.

El segundo responsable se llama Edward Majerczyk, de 28 años, quien junto a Ryan Collins, de 36, sabotearon las cuentas personales en la nube de Apple de las celebridades y, presuntamente, difundieron sus fotografías más íntimas en la Red. Collins llegó a un acuerdo con las autoridades y se declaró culpable a cambio de una condena de 18 meses de prisión en lugar de los cinco años que la fiscalía pedía en un principio. 

La Oficina del Procurador de Estados Unidos ha informado de que Majerczyk cometió el delito desde noviembre de 2013 hasta agosto de 2014. El hacker enviaba a sus víctimas peticiones de usuario y contraseña desde lo que parecían proveedores oficiales —como appleprivacysecurity@icloud.com o appleprivacy@icloud.com— y así obtenía el acceso a la nube virtual y a las imágenes y archivos privados de sus víctimas. 

"El acusado no solo hackeó las cuentas de correo electrónico, sino la vida privada de sus víctimas causando vergüenza y daño duradero", ha afirmado Deirdre Fike, directora adjunta de la oficina local del FBI en Los Ángeles (Estados Unidos). "Como los famosos, la mayoría de nosotros utilizamos dispositivos que contienen información privada. Casos como este nos recuerdan que debemos protener nuestros datos", continuó el agente. 

La investigación sigue abierta porque aunque ambos se han declarado culpables de robar las imágenes y vídeos, la policía no tiene pruebas de que fueran ellos quienes lo difundieron por Internet. De momento, los fiscales han pedido 18 meses de prisión para Collins. 

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