Charlene y Carolina, dos cuñadas nada bien avenidas
La esposa de Alberto de Mónaco y la hermana del príncipe intentan evitarse. La última vez, en el Gran Premio de Fórmula 1
La familia de Alberto de Mónaco está cada vez más dividida. A los continuos rumores sobre su peculiar matrimonio, se unen ahora las noticias de que la relación entre su esposa y su hermana mayor son prácticamente inexistentes. Charlene de Mónaco reapareció el domingo en el Gran Premio de Mónaco y de Fórmula 1, tras varias semanas ausente de la vida oficial. Carolina, sin embargo, no asistió al acto del que es habitual desde hace muchos años. No estuvo ella ni sus tres hijos mayores, los nacidos de su matrimonio con Stefano Casiraghi. Quien aparentemente solo tenía coartada era Andrea, que se encontraba de boda en Granada.
La exnadadora considera que Carolina de Mónaco intenta restarle protagonismo en la vida oficial de Mónaco y que se interpone en la relación con su marido. Carolina, según los medios franceses, piensa que su cuñada no está a la altura de lo que se espera de una princesa. Durante años, Carolina albergó la idea de que su hijo Andrea Casiraghi heredaría a su tío ante el escaso interés que este tenía por contraer matrimonio. La aparición de Charlene de Mónaco acabó con sus aspiraciones.
A falta de Grimaldis, Luis, el hijo de Estefanía de Mónaco, acompañó a sus tíos en la tribuna de honor del Gran Premio. Por el paddock también se vio a Jazmin Grace, la hija que Alberto tuvo antes de casarse. La joven vive en Nueva York, ciudad donde estudia.
Por el Gran Premio también se pasó Alejandra, la hija menor de Carolina, que a diferencia de su madre mantiene una excelente relación con Charlene. Eso sí, quizá para no molestar evitó la foto con los príncipes en la tribuna de honor.
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