¿El revival de 'Las Supernenas' es necesario?

En 1992 arrancaba un canal infantil de televisión, Cartoon Network, que buscaba alejarse de la ñoñería de algunas de las empresas más importantes en el sector audiovisual infantil. Se trataba de Cartoon Network, la cual fue responsable de dar cabida a series tan gamberras como Vaca y Pollo o El Laboratorio de Dexter, y más recientemente a Hora de Aventuras. Un trazo maduro, tramas complicadas y personajes con trasfondo han conseguido que muchos de sus seguidores pasen la veintena. Ahora el canal ha desempolvado a tres viejas amigas, Las Supernenas, quienes aprovechando su vigésimo aniversario están viviendo un revival sin precedentes que pasamos a explicar para intentar entenderlo.

Las Supernenas son un clan

Pétalo, Cactus y Burbuja son tres niñas, respectivamente, la roja, la azul y la verde. Detrás de estas tres criaturas con bastante mala baba a pesar de su candoroso aspecto está el profesor Utonio, un científico con Síndrome de Asperger al que cuesta hacer entender bromas y dobles sentidos. Por lo tanto las tres protagonistas no tienen padres, nacieron en una probeta de laboratorio (y en ningún momento esto supone un drama en la serie). Las Supernenas consiguieron su aspecto al mezclar la forma de dibujar de los estudios de Hannah Barbera con el manga japonés, tan en boga en los 90, como bien aclara su autor, Craig McCracken.

Craig McCracken junto a su esposa, Lauren Faust, dio vida por vez primera a los personajes de la serie. 45 son los años que ahora suma por lo que la serie se puso en marcha cuando sólo era un veinteañero aficionado al anime japonés. Su contrato como animador dentro de Cartoon Network cuando la cadena daba sus primeros pasos le permitió proponer a Las Supernenas como cortometraje en 1995. La repercusión de sus esporádicas apariciones en pantalla fue tal que él fue el responsable durante siete años de la dirección, el guión y la animación de la primera serie de las niñas.

Las Supernenas llegan al cine

En 2002 Las Supernenas llegan al cine bajo el amparo de la productora Warner Bros. La película resulta mucho más infantil que sus capítulos televisivos aunque los resultados son los que caben esperar en una producción de estas características. Es una ficción de verano por lo que los rendimientos en taquilla son correctos con una recaudación de casi 12 millones de dólares. En este momento el merchandising de los productos con la cara de Pétalo, Cactus y Burbuja alcanza su pico y las licencias empiezan a venderse como churros por lo que los beneficios dejan en un segundo plano a cualquier crítico cinematográfico al que el producto no va dirigido y tampoco va a defender.

La evolución más que previsible de las primeras Supernenas

Las Supernenas Z fueron la evolución más que previsible de las primeras Supernenas. Se trata de la versión manga de la tira animada que ya a su vez se basaba en los dibujos del anime japonés. Esta nueva forma de aproximación ya no se anda con medias tintas y podría pasar por la versión para chicas de Bola de Dragón. Fue a partir de 2006, cuando la versión original dejó de emitirse en la emisora japonesa de Cartoon Network, cuando llegó a las pantallas. Ya desde un principio se aseguró que se daría una visión algo erótica (escotes y minifaldas a gogó) de las tres niñas, aunque ya son chicas en la adaptación nipona.

Siglo XXI: nace la tribu urbana de las Supernenas

Principio de los 2000: la tribu urbana de Las Supernenas se va haciendo con un hueco en las calles. Los moños que habían ido popularizando las asistentes femeninas a las raves de finales de los 90 entran en los colegios y las minifaldas por encima de los pantalones de campana van pidiendo paso. Es el momento en el que los cyber deja de ser underground y alcanza al mainstream por lo que las tres luchadoras se ven reflejadas en los atuendos de las niñas que en aquellos momentos pasaban por el colegio. Incluso hay quien se atreve con el traje del villano Mojo Jojo pero eso ya sólo en carnavales. ¿Avril Lavigne? ¿El Sueño de Morfeo en sus comienzos?

Mucho de lo que se vio en los conciertos de brit pop se podía identificar con la apariencia de Las Supernenas. Las camisetas cortas, los moños y lo anteriormente identificado. No, nunca se empaparon de la música inglesa de los 90 pero no dejaron pasar la oportunidad para que BIS, una de las bandas de aquella época, cantara su canción Detour en los créditos finales de la serie. Fue la forma de que la banda llegara a Estados Unidos. Si alguien siete curiosidad han vuelto a lanzar un disco en 2014, tras casi 10 años de inactividad, con la discográfica Rough Trade, Data Panik Etcetera.

Moschino y la estética cartoon

En septiembre de 2015, en Milán, Jeremy Scott mostraba al mundo su última excentricidad como director creativo de Moschino. Después de Barbie y de Bob Esponja llegaba el turno a Las Supernenas, quienes protagonizaban parte de la colección de este verano y se convertían automáticamente en los bolsos, bañadores y vestidos con los que el mundillo fashion alucinaba. No, no fue una ocurrencia del diseñador (o bueno, sí) pero es que Cartoon Network preparaba un reboot [relanzamiento] de la serie original aprovechando que las niñas ya pueden beber alcohol en su país de origen, Estados Unidos.

El relanzamiento de la serie

El 4 de abril arrancaba en Estados Unidos el relanzamiento de la serie original. Craig McCracken ya no está detrás del proyecto, aunque si le ha dado su aprobación. Son 13 los capítulos de esta nueva primera temporada y sus audiencias mas que generosas en una cadena de cable. La serie se apoya con cortos que se distribuyen a través de Internet en los que Pétalo, Cactus o Burbuja se han convertido en gurús de belleza o vloggers. El apoyo en redes sociales es masivo.

Las Supernenas en las redes sociales

Tal es la presencia en Twitter y Facebook de esta nueva temporada que los avatares en las principales redes sociales han cambiado por dibujos de trazo muy similar al de Las Supernenas. Se trataba de una acción bastante sencilla y efectiva bajo el nombre Powerpuff Yourself  [Supernenízate] sería la traducción más aproximada] en la que los fans de la serie metían su foto y obtenían a cambio un retrato como algún personaje de la serie. Sencilla y efectiva porque consiguió que Cartoon Network anunciara el estreno de las nuevas entregas sin gastarse ni un duro en publicidad convencional.