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Debra Winger, el regreso de una rebelde

Tras 20 años apartada de la fama, la actriz vuelve a las pantallas con el mismo magnetismo que la convirtió en icono de los ochenta

Debra Winger, en una alfombra roja en Roma 2011.
Debra Winger, en una alfombra roja en Roma 2011. Stefania D'Alessandro (getty images)

Ella siempre ha dicho que no se había ido del todo. En parte tiene razón, porque en los últimos 20 años ha participado como actriz en diversos proyectos, eso sí, de corte alternativo. Pero Debra Winger (Cleveland, 1955) no puede negar que dio un portazo a Hollywood a mediados de los noventa tras más de una década de éxitos para volver ahora, con 60 años, con la serie de Netflix The Ranch. La que fuera icono de los ochenta y consiguiese tres nominaciones al Oscar se marchó precisamente a una casa rural, y durante seis años no se supo nada de ella. Hasta el punto que Rosanna Arquette la escogió en 2001 como símbolo de la discriminación que sufren las actrices por parte de la industria al alcanzar cierta edad para su documental Searching for Debra Winger (Buscando a Debra Winger). Ahora, en las entrevistas sobre esta sitcom ha aclarado el porqué de su regreso con un simple “porque no lo había hecho antes”.

“Si estabas esperándome ante una pantalla de cine, sí, se puede decir que me largué”, concedió finalmente al Telegraph. Estos años ha dado clases en Harvard, ha criado tres niños y no ha parado de trabajar en cine independiente. Pero basta con echar un vistazo a su trayectoria para hablar de desaparición. Con 26 años, en 1982, alcanzó una fama enorme por Oficial y caballero, además de su primera nominación al Oscar a mejor actriz. La segunda vendría un año después, por La fuerza del cariño. Trabajó junto a John Travolta en Urban Cowboy y con Robert Redford y Daryl Hannah en Peligrosamente juntos. Se puso a las órdenes de Bertolucci junto a John Malkovich en El cielo protector y en 1993 le llegó su tercera nominación por Tierras de penumbra, que protagonizó con Anthony Hopkins. Durante casi tres lustros de reinado en la taquilla y en los tabloides, se forjó una reputación de antipática. Repasando las anécdotas de los rodajes que se filtraron durante esos años y sus propias declaraciones, no resulta sorprendente que decidiese convertirse en una renegada de la fama.

Hija de judíos ortodoxos y criada durante su adolescencia en un kibutz en Israel, lo pasó mal en el rodaje de Oficial y caballero, especialmente en la famosa escena de cama con Richard Gere. “Me daba vergüenza, me ponía a gritar al equipo que no hacía falta más luz, y que dejaran la cámara encendida y se largaran”, confesó. Se dijo que no le soportaba y le comparaba con “un muro de ladrillos”. También se rumoreó que tuvieron que convencer a Shirley MacLaine ya en el aeropuerto de que volviese al set de La fuerza del cariño tras una fuerte discusión con ella. Años después, Winger contó que los productores de aquellos éxitos eran “unos cerdos”, que la obligaban a tomar diuréticos cada día para parecer más delgada y que trataban fatal a las chicas.

Ser una rebelde y erigirse como un azote del sexismo en Hollywood le hizo sentirse cada vez más incómoda con el estrellato. Define como un milagro haber sobrevivido a aquello, y también reconoce que pudo hacer daño a algunas personas. “Hay mucha gente a la que no caigo bien, no recibo demasiadas felicitaciones de Navidad. Fue un error, pero era muy joven y eso también forma parte de la juventud”. No era mucho más cordial con la prensa. Una vez obligó a un periodista a mantener toda la conversación de pie y al aire libre para poder salir pitando si no le agradaba alguna pregunta. Muchas tenían que ver con su vida privada. Tuvo una relación con Bob Kerrey, entonces gobernador de Nebraska. Después de un corto noviazgo con Robert Redford, en 1986 se casó con el oscarizado actor Timothy Hutton, del que se divorció a los cuatro años y con el que tuvo a su primer hijo, Noah. En 1996, un año después de su retirada, Winger se volvió a casar con el intérprete y representante de actores Arliss Howard, que como ella tenía un hijo de un matrimonio anterior. Juntos tuvieron un varón más, Babe, y se mudaron a una granja al norte del Estado de Nueva York.

Debra Winger y Robert Redford en 'Peligrosamente juntos' (1986).
Debra Winger y Robert Redford en 'Peligrosamente juntos' (1986).cordon press

El pasado otoño se publicó que adquirió un apartamento en Manhattan por 1,6 millones de euros. Poco después se anunciaba su regreso a la interpretación con The Ranch. En ella interpreta a una mujer separada, madre de un jugador de fútbol fracasado que vuelve a casa, interpretado por el ex de Demi Moore y actual marido de Mila Kunis Ashton Kutcher. Una comedia con público en directo y un proyecto a la medida de Winger. En su madurez y después de tantos desencuentros con la industria, con la que sigue sin reconciliarse del todo, esta le ha hecho divertirse de nuevo trabajando, y volver a hacerlo sin traicionar su nada convencional personalidad.

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