Convivir es la clave

Solo flores y velas en recuerdo de las víctimas del atentado terrorista en Bruselas han separado a los asistentes a la “manifestación contra el miedo” de los 450 hooligans de distintos equipos de fútbol que han irrumpido en la plaza de la Bolsa con el ánimo de boicotear la pacífica protesta. Unidos por su ideología neonazi, avanzaban con la cara cubierta y el puño en alto.

Es comprensible que acciones de violencia indiscriminada contra la población generen airadas reacciones de repulsa, pero lo que parece que no han entendido es que esas flores y esas velas son el medio por el que muchas otras personas —conciudadanos suyos— han manifestado su profundo dolor, su tolerancia y su deseo de convivencia. Y es que han sido depositadas por pequeños y mayores, por mujeres y hombres, por cristianos y musulmanes, por ricos y pobres, por distintas razas, por distintas ideologías políticas. Así han creado en el epicentro del luto nacional belga una amalgama de multiculturalidad y respeto como única arma posible para combatir la barbarie. Ahora ya saben que su viaje siempre será de ida y vuelta. Pues en su camino su intolerancia tropezará con nuestras flores y nuestras velas.— Luis Alberto Rodríguez Arroyo.