Kariakin manda y Caruana flojea
El ruso tumba a Anand en la cuarta ronda mientras el estadounidense perdona a Topálov
Si los nervios dominan el ambiente, el jugador más sólido cotiza alto, aunque no sea brillante. Es el caso de Serguéi Kariakin en el Torneo de Candidatos de Moscú, donde la tensión produce errores graves, como el de Viswanathan Anand hoy ante el ruso. No menor fue el de Fabiano Caruana, quien tuvo que conformarse con el empate tras una posición ganadora ante Véselin Topálov. Kariakin aventaja en medio punto a Levon Aronián tras cuatro rondas de las 14 previstas.
La victoria de Kariakin es ilustrativa sobre el sofisticado nivel de preparación en el ajedrez del siglo XXI. El ruso explicó que su extraña novena jugada era una profunda receta de laboratorio, y la justificó por su deseo de “buscar nuevas vías”. Una diplomática manera de esconder que su verdadera intención era hacerle pensar a Anand desde el inicio, en lugar de efectuar los 15 o 20 primeros movimientos de memoria, como acostumbra. Es notorio que el otrora Rápido de Madrás se apura de tiempo ahora con frecuencia (tiene 46 años), y también que aguanta la tensión nerviosa mucho peor que antes.
Pero no es menos cierto que para doblegar a Anand de ese modo hay que ser excepcionalmente fino, preciso y profundo. Kariakin es un virtuoso en la explotación de pequeños factores posicionales; lo que en manos de la mayoría de los grandes maestros sería una ventaja testimonial, poco práctica, en las de Kariakin es un instrumento de tortura.
Y así se llegó al momento clave: la mejor estructura blanca de peones obligaba a las negras a buscar un contrajuego violento, para no ser torturadas hasta el óbito. Aquel Anand a quien bautizamos como El Rápido de Madrás, el que dejaba atónitos a sus rivales en sus primeras actuaciones en Linares por su rapidez de reflejos, no hubiera dudado en lanzarse al contraataque por mucho riesgo que conllevase. El Anand de hoy es mucho más sabio que aquél, pero duda, y mucho, cuando hay que lanzarse a la yugular. Sólo así puede entenderse el sacrilegio posicional 18 ..Aa6, que dejó a las negras estratégicamente perdidas. Y más aún si el verdugo es Kariakin.
Si Caruana también tuviera 46 años sería muy sencillo resolver este párrafo diciendo que le ocurrió algo parecido a lo de Anand. Pero el caso es que tiene la mitad, 23. Además, la jugada horrible de Caruana cuando tenía una pieza de ventaja en posición ganadora llegó nada más pasar el control de la 40, cuando disponía de mucho tiempo para rematar al alicaído Topálov. La conclusión lógica es que el ítalo-estadounidense soporta mal la presión cuando muchos lo señalan como la principal amenaza para el campeón Magnus Carlsen. Tal vez por eso sus resultados desde agosto de 2014 están muy lejos del brillo deslumbrante de aquella hazaña en la Copa Sinquefield de San Luis (EEUU). La diferencia entre aquello y esto es que entonces nadie esperaba tal proeza, y hoy todo el mundo lo señala.
Ése fue el único de los cuatro combates en que la preparación casera no influyó en el resultado. Nakamura y Giri jugaron casi toda la partida de memoria hasta el empate final. Y Aronián, con negras, no tuvo la más mínima posibilidad de luchar por la victoria porque Svídler le puso la camisa de fuerza desde la apertura, ganó un peón y le obligó a pelear con tino para salvar medio punto.
En un torneo tan fuerte e importante como este todas las partidas son prometedoras. Pero el principal foco de la quinta ronda estará puesto sobre Kariakin, no sólo porque es único líder, sino porque juega con negras frente a Topálov, claramente en baja forma. Si el ruso vuelve a ganar, quizá haya llegado por fin el momento que tantos esperan desde que fue el gran maestro más joven de la historia, a los 12 años. Ahora tiene 26.
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