Kanye West: el genio regresa más insoportable que nunca

Desde que en 2009 durante los MTV Video Music Awards (VMAs) Kanye West se metiera con Taylor Swift genera riadas de odio que son proporcionales al desbordante talento y popularidad que tiene. Aunque Swift perdonó a West y lo escenificaron publicamente durante los VMAs del año pasado.

Puede que este sentimiento casi global sea exagerado aunque no lo es para las más de 130.000 personas que han firmado una petición para que se le retire del cartel de Glastonbury. El caso es que en estas últimas semanas que preceden al lanzamiento de su esperado nuevo disco, The Life Of Pablo, el marido de Kim Kardashian, otra de las celebridades que más rechazo genera en la sociedad estadounidense, ha dado motivos para recordarnos por qué es un genio insoportable. Entre otras cosas porque hace un par de noches el rapero publicó en su cuenta de Twitter un mensaje de apoyo a Bill Cosby (denunciado por drogar y abusar sexualmente de una mujer en el año 2005)

Mareando la perdiz con el título de su nuevo disco

No es la primera vez que un artista cambia el nombre de su disco. De hecho, no hay que darle mucha importancia. En mayo de 2015 hubo el primer cambio, de So Help Me God a SWISH, aunque ya avisó que podría cambiar en el futuro. Y, efectivamente, así sucedió a finales de enero, cuando lo bautizó como Waves. El pasado lunes aseguró que el título podría ser secreto hasta el último momento y poco después volvió a marear la perdiz diciendo que las iniciales del nuevo LP eran TLOP y que habría premio para quien lo adivinase. Hace escasas horas ha confirmado el supuesto y definitivo título del disco: The Life Of Pablo.

Un ego más grande que una supernova

El principal problema que tiene la gente con Kanye West es que tiene un ego más grande que una supernova. No ayuda que te hayas fotografiado en portada de Rolling Stone caracterizado como Muhammad Ali o Jesucristo, que titules a uno de tus discos Yeezus o que anuncies tu candidatura a presidente de Estados Unidos de cara a 2020.

Por no hablar de compararse con Steve Jobs, Michael Jackson, Shakespeare, Picasso y un largo etcétera de genios. En Twitter declaró que su próximo disco era el mejor de la historia. Las críticas que le llovieron fueron tales que tuvo que volver a recurrir a la red social para retractarse. Básicamente dijo que por respeto a Q-Tip, Stevie Wonder, Michael Jackson, Jimi Hendrix, James Brown o Marvin Gaye su nuevo álbum es “uno de los más grandes, no el más grande”.

El ya legendario rifirrafe con Wiz Khalifa

Todo empezó cuando el segundo acusó al primero de plagiar a Max B por titular su nuevo disco Waves [olas]. Para poneros en contexto, el rapero de Harlem popularizó la expresión wavy [ondulado]. Sí, todo muy cogido con pinzas. Y West soltó una veintena de tuits en los que se autoproclamaba el mejor músico negro de la historia, tildaba la música de Khalifa de ser hortera (para quien no lo sepa la música de Khalifa, prácticamente, vendría a ser al rap lo que Andy y Lucas al pop) y le reprochó que “le había distraído de su proceso creativo”. Pero lo verdaderamente gordo vino cuando Wiz Khalifa se refirió a Amber Rose –su exnovia y exmujer de West– como una estríper, que no tendría un hijo si no fuese por él y que básicamente, su retoño “le pertenece”.

Amber Rose –ahora modelo y diseñadora– se metió en medio con un tuit que pasa a la historia como uno de los mejores jamás escritos: “Awwwww, Kanye [West], ¿estás enfadado porque ya no estoy ahí para jugar con tu ano? #FingersInTheBootyAssBitch”. Él, por supuesto, tuvo que responder con una no menos hilarante declaración: “Las ex se pueden enfadar pero que sepáis que nunca les dejo jugar con mi culo… No hago eso… Me alejo de ese terreno por completo”. Aparentemente todo se ha arreglado a base de energía positiva y gracias al sentido común de las mujeres afectadas –Kim Kardashian y Rose– que hasta colgaron un selfie, como desentendiéndose de la pelea de gallitos. Con todo, el ridículo queda para la posteridad.

Su puesta de largo en el Madison Square Garden

Llenar el Madison Square Garden es un sueño para la mayoría de artistas del mundo. Y parece que West lo conseguirá hoy jueves. ¿El motivo? El rapero ha hecho que converjan tanto la presentación de su nuevo LP como la presentación de Yeezy Season 3, su línea de ropa bajo el ala de Adidas. El show contó con más de 1.000 extras –distribuídos por la zona central del recinto– vestidos con la tercera colección ideada por el rapero de la cual se podría decir que es un pseudo uniforme para los militantes del siglo XXI.