Anand, Nakamura y Vachier abrillantan Gibraltar

La lista de inscritos se cerró en septiembre porque ya no cabían más en la 14ª edición del abierto Tradewise en Gibraltar. El torneo principal, con 253 participantes de los cinco continentes, agrupa desde hoy a muchos jugadores de renombre. Y a tres estrellas: Hikaru Nakamura (EEUU), Maxime Vachier-Lagrave (Francia) y el pentacampeón del mundo Viswanathan Anand (India), en un ambiente idóneo para el amante del ajedrez.

La buena imagen, ligada a la inteligencia, que proyecta el ajedrez, y el deseo de llenar el pintoresco hotel La Caleta en temporada baja aliaron hace 15 años al Gobierno de El Peñón con varias empresas privadas para lanzar un proyecto que ha convertido a un territorio británico de ultramar en una de las citas anuales más importantes del ajedrez mundial. Además de este festival de enero, con cinco torneos de ajedrez clásico en total (y otros de partidas rápidas) para diferentes categorías (unos 400 participantes si se suman todos), el mismo hotel es la sede de otro, internacional para juveniles, en agosto. Y el ajedrez está ya introducido como herramienta educativa en varios colegios gibraltareños.

El festival de invierno cuidó mucho desde el principio sus signos distintivos y las actividades paralelas. La presencia en cada edición de varias de las mejores jugadoras del mundo es una apuesta por impulsar el ajedrez femenino, pero también una hábil operación de imagen en un deporte de predominio misteriosamente masculino. Este año han venido, entre otras, la actual campeona del mundo, Mariya Muzychuk (Ucrania), las excampeonas Alexandra Kosteniuk (Rusia) y Antoaneta Stefánova (Bulgaria), la campeona olímpica Valentina Gunina (Rusia) y una de las mujeres más brillantes de la historia del ajedrez, la sueca Pía Cramling, 10ª del mundo actual a los 52 años, y en la élite desde el inicio de los ochenta. Ella y su marido, el gran maestro español Juan Manuel Bellón, son los únicos grandes maestros que han participado en las 14 ediciones de Gibraltar, donde acuden siempre acompañados de su hija Anna, también jugadora.

En los pasillos y salones del hotel, desde cuyos ventanales se ven los barcos que atraviesan el Estrecho, hay siempre ajedrez, día y noche, en alguna de sus formas: jugadores que analizan sus partidas o siguen en directo las de otros en tableros electrónicos, clases magistrales, conferencias, torneos rápidos, etc. Ese ambiente y la mezcla de culturas producen bienestar a los participantes, incluso después de una derrota.

Otra cosa, bien distinta, será la tensión en la lucha de los pesos pesados por los puestos de honor. Para Nakamura este torneo supone una puesta a punto a mes y medio del Torneo de Candidatos de Moscú, su gran prueba de fuego en 2016. Y entre sus rivales para el primer premio no sólo están los fortísimos Vachier-Lagrave y Anand, sino un pelotón muy temible: Harikrishna, Li, Yu, Jakovenko, Wojtaszek, Rapport, Fressinet, Bacrot, Ni, Naiditsch, Ragger, Howell, Almasi, Short, Bruzón, Kamski, Duda… Todos ellos y algunos más son capaces de amargar el torneo a los grandes astros.

La ausencia casi total de jugadores españoles fuertes en las primeras ediciones se ha paliado en los últimos años. Esta vez juega quien parece tener más futuro, David Antón, de 20 años, 24º en el escalafón inicial, subcampeón del mundo sub 18 en 2013 y subcampeón de Europa absoluto en 2014. También está su compañero en la selección nacional, Renier Vázquez (40º en la lista inicial). Además del citado Bruzón, otros latinoamericanos de postín son el venezolano Eduardo Iturrizaga (29º), el paraguayo Axel Bachmann (34º) y los argentinos Federico Pérez Ponsa (39º) y Alan Pichot (54º). Los enfrentamientos de la ronda inaugural son muy desiguales (emparejan a los jugadores de la primera mitad del escalafón con los de la segunda). Salvo sorpresas enormes, a los favoritos sólo les servirá para familiarizarse con la sala de juego y disfrutar de las vistas marítimas mientras su rival piensa.