Una joven india, víctima del ácido y modelo
La marca Viva N Diva ficha a una activista contra las desfiguraciones machistas para su campaña 'La cara del coraje'
Cuando tenía 15 años, un hombre de 32 quiso casarse con ella. Laxmi Saa le rechazó y este, frustrado, le arrojó ácido en la cara que le causó una grave desfiguración. Saa se convirtió en una más de las casi 350 mujeres que cada año sufren este tipo de ataques en la India. Once años más tarde, la marca Viva N Diva la ha escogido como modelo para su campaña Face of Courage (La cara del coraje) pensada para celebrar “atributos que van más allá de la belleza física”.
En el catálogo que ha distribuido, Saa posa con seguridad y sin ocultar bajo la ropa ninguna de las quemaduras que tiene también en el torso y los brazos. “Es una buena plataforma para enviar un mensaje claro a los criminales y decirles que las mujeres no pierden su valor ni siquiera cuando se las ataca con ácido para destrozar su belleza física”, declaró a la BBC la activista, que gestiona junto a su pareja la ONG Stop Acid Attacks. Los dos son padres de una niña de ocho meses pero han evitado casarse de manera consciente, como un gesto de desafío a la ultraconservadora sociedad india y para evitar lanzar el mensaje de la “suerte” que ha tenido Saa al encontrar marido. La decisión se entiende mejor cuando se sabe que una de las preguntas a las que más se suele enfrentar es: “¿Si ahora te pidiera matrimonio tu agresor, volverías a decirle que no?”.
La modelo ocasional explicó las circunstancias de su ataque, que tuvo lugar a plena luz del día en uno de los mercados más concurridos de Dehli: "Sentí como si alguien hubiese pendido fuego a todo mi cuerpo. La piel simplemente se despegaba, como derramándose, de mis manos y de mi cara (…) Gritaba pidiendo ayuda pero nadie venía a rescatarme. Intenté hacer señales a los coches que pasaban, pero nadie se paraba, nadie ayudaba. Casi me atropellan varias veces porque no podía mantener los ojos abiertos”.
Laxmi Saa es especialmente representativa ya que el 34% de las víctimas citan como motivo de su agresión el haber rechazado casarse o tener relaciones con el atacante.
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