El nórdico no olvida
Junto a cambiar la funda del nórdico, elegir es lo más complicado a lo que debe enfrentarse un humano adulto
Este fin de semana se ha revolucionado el mundo de las retransmisiones en directo.Mañana el mundo será un lugar impredecible. Compren velas y leche en polvo. Para empezar, ayer se retransmitió en directo por Youtube el funeral de Lemmy, líder de la banda de rock Motörhead. Hoy se podrá ver a través de Grindr —la app de ligue gay— el desfile de la nueva colección de ropa masculina de JW Anderson. Todos los heavies fashionistasestán de enhorabuena: los eventos no se solapan. Se ahorran elegir. Junto a cambiar la funda del nórdico, elegir es lo más complicado a lo que debe enfrentarse un humano adulto.
Podría ahora hablarles de cuando me tuve que tomar tres lexatines para cambiar la dichosa funda, o de otra ocasión en que me disloqué el hombro realizando esta diabólica tarea. O incluso de cuando terminé atrapado en la funda y mi novia tuvo que interrumpir su manicura para rescatarme. Si eso no es amor… También podría contarles todas las veces en que elegí mal, los momentos en que no elegí por miedo o desidia, o hasta la epifanía que significó elegir bien. Fue en un Burger King. Afortunadamente, ninguno de todos estos momentos fue retransmitido en directo. A nadie le interesa lo que haga alguien que no canta como Lemmy, ni adivina las ansias estéticas del hombre contemporáneo como Anderson. A estos dos no les envidio el talento. Ni la relevancia. Pero maldigo la afición de Anderson por las mantas (jamás deberá cambiar la funda del nórdico) y el hecho de que a Lemmy nunca se le pasó por la cabeza que se tuviera que elegir entre una raya de speed y un whisky.
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